Ismael Saibari, el niño de Terrassa que no quiso jugar con De Bruyne y Courtois para "cumplir el sueño" con Marruecos
El medio del PSV será uno de los líderes de la selección africana en los octavos de final ante Sudáfrica en la Copa África.

"Es reservado, tímido, pero cuando te coge confianza es una persona divertida", explica uno de sus compañeros en la inferiores de Marruecos, selección con la que jugará este martes los octavos de final de la Copa África ante Sudáfrica. De hecho, Saibari pudo ser internacional español, belga o marroquí, porque su historia se desarrolla en estos tres estados y ahora en los Países Bajos, donde juega en el PSV Eidnhoven y se ha convertido en una de las sensaciones del país que representa.
Ismael Saibari nació en Terrassa (Barcelona), ciudad a la que llegaron sus padres procedentes de Marruecos, donde nació y creció toda su familia. Su caso es idéntico al de otros jugadores como Omar El Hilali, su compañero en el sub-23 marroquí que es natural de L'Hospitalet, o Ilias Akhomach, que nació en Hostalets de Pierola (Barcelona) y que empieza a entrar ya en la lista de futbolistas futuribles de la Selección absoluta. Ambos desarrollan sus carreras en Espanyol y Villarreal respectivamente.
[Marruecos - Sudáfrica, en directo: última hora del partido de la Copa África]
De niño, sus padres se trasladaron a Bélgica por trabajo y Saibari se formó en las categorías inferiores del Genk y el Anderlecht, hasta que finalmente acabó en el PSV justo antes de dar el salto al fútbol profesional. Allí empezó a destacar como indican sus números, especialmente este curso cuando acumula 25 partidos, los mismos que la temporada anterior. El futbolista empezó de central, con sus 1,85m, pero ahora actúa por delante y ya ha anotado cuatro tantos en los Países Bajos.
L’anniversaire d’Ismael Saibari 😁🇲🇦 pic.twitter.com/xOp19jbd3i
— KoraMaroc (@AtKoraMaroc) January 29, 2024
Uno de los momentos clave de su carrera ocurrió hace dos temporadas, cuando Roberto Martínez, seleccionador por aquel entonces de Bélgica, lo llamó para pedirle si quería jugar con su selección al tener también la nacionalidad. Llevaba desde los seis años en el país y se había formado en su fútbol base. "Él quería cumplir el sueño de sus padres, porque toda su familia era de Marruecos, así que le dijo que no", explica uno de sus excompañeros.
El centrocampista, que había ganado la Copa de África sub-23 el pasado julio con Marruecos, dio el salto a la absoluta, semifinalista en el pasado Mundial de Qatar, en septiembre, y en esta Copa África participó ante Zambia. Poco a poco se va ganando un hueco entre los seleccionables y en el equipo titular, con actuaciones en el PSV dignas de elogio como la de la fase previa de Champions en la que anotó dos tantos contra el Glasgow Rangers.
Marruecos, que organizará con España y Portugal el Mundial de 2030 y donde el fútbol es un deporte nacional promovido por su rey, está invirtiendo en la captación de los talentos que tiene dispersados por Europa. "Está haciendo un gran proyecto. Jugadores como Abde, Ilias, Chadi... Estos chicos al final quieren jugar con Marruecos porque toda su familia es de allí y se sienten más identificados", explica un agente de jugadores que sigue de cerca el desarrollo del fútbol marroquí, que ahora cuenta con otro español que no quiso jugar con De Bruyne y Courtois.