FÚTBOL

Alberto Soro y la inseguridad de llegar a la élite desde un pueblo: "Hablar con un entrenador cara a cara me era imposible"

El canterano del Zaragoza y exfutbolista del Real Madrid repasa su carrera en Relevo y revela cómo superó su timidez.

Alberto Soro, durante un partido del FC Vizela./FC Vizela
Alberto Soro, durante un partido del FC Vizela. FC Vizela
June Lavín

June Lavín

Las calles de Ejea de los Caballeros, una ciudad situada en la provincia de Zaragoza, fueron las primeras en descubrir la zurda de Alberto Soro (24 años). Más tarde lo hizo el Real Zaragoza, club por el que fichó en 2009, todavía en categoría alevín, y en el que permaneció once años, hasta 2020. Su buen rendimiento en el equipo maño, donde llegó a debutar y a ser un fijo, no pasó desapercibido y fichó por el Real Madrid. Allí las cosas no salieron como esperaba y lo recuerda con una mezcla de nostalgia y alegría. También con la timidez que le ha acompañado en cada paso que ha dado y que le impide mirar a cámara más de 20 segundos seguidos. Forma parte de él. "Hablar con un entrenador cara a cara me era imposible", reconoce en una charla con Relevo.

Alberto Soro, sobre su evolución a la hora de hablar con sus entrenadores y obtener respuestas.MICHÈLE NOVOVITCH / RELEVO

No debutó con el Real Madrid. Tampoco participó en ningún entrenamiento. El club blanco anunció su fichaje y, acto seguido, explicó que seguiría cedido en el Zaragoza. Después, salió traspasado al Granada, donde fue de más a menos, sin prácticamente minutos en su última temporada: "Necesitaba un cambio de aires y volver a sentirme futbolista", explica. Bajo esa premisa, hizo las maletas y puso rumbo al FC Vizela de la liga portuguesa. Ahora, con algo más de perspectiva, repasa su carrera, recuerda sus momentos más difíciles y verbaliza la importancia de la salud mental mientras echa de menos "un buen plato de borrajas o acelgas".

Para el que te haya perdido un poco la pista, ¿cómo estás y dónde?

Estoy bien, tranquilo y contento. En Portugal, en el FC Vizela de la Primera División de aquí. Es un reto nuevo, pero necesitaba cambiar de aires y volver a sentirme importante. Pero estoy bien, con ganas de devolver la confianza depositada en mí y de hacer las cosas bien.

Vamos al principio, al origen de todo: tu fichaje por el Real Zaragoza. ¿Cómo fue?

La verdad es que fue duro, sobre todo, los primeros días. Recuerdo que me lo dijeron mis padres (el interés del Zaragoza) y que yo dije que sí desde un primer momento, que lo único que quería era jugar al fútbol. Los primeros días fueron muy duros. Para un niño tan pequeño, salir de su pueblo y pasar de estar con tus amigos a una ciudad deportiva con compañeros nuevos y seis campos de fútbol no es fácil. Yo no conocía lo que era jugar en Zaragoza. Tampoco el nivel. Llegas y ves cómo está el tema. Vi que me iba a costar y me costó, fui disfrutando poco a poco del fútbol hasta que debuté, que era lo que quería.

¿Qué fue lo que más te costó y lo que más te sorprendió?

Cuesta adaptarse en general. Lo que más me sorprendió fue el nivel de mis compañeros. Yo siempre pensé que, en esos primeros años, eran mejores que yo. Yo venía de un pueblo y ellos de equipos de Zaragoza con buen nombre.

¿Te dio tiempo a verte igual de bueno que el resto o te costó darte cuenta de que si tú estabas ahí era porque también tenías nivel?

Me costó, me costó. Recuerdo que en los primeros años no era de los jugadores más destacados, igual también por mi personalidad y forma de ser. No sobresalía por encima del resto, sino todo lo contrario. Recuerdo que en el torneo del Plus, que ahora es el que juegan todos los equipos en estas categorías, era el jugador número once o doce. Poco a poco, ya en edad de juvenil, vi que había mejorado un montón y empezaba a destacar.

Hablas de tu personalidad y forma de ser en aquel entonces. ¿Cómo eras?

Tímido, ahora menos, muy vergonzoso y una persona a la que le costaba conocer a la gente. No había salido de casa hasta entonces y me costó bastante. Pero también tuve suerte, porque me encontré con gente buena que me ayudó en eso.

Te costó, pero conseguiste debutar.

Sí. Mi debut fue inesperado. No me esperaba jugar ese día. Fue contra Las Palmas en La Romareda, un 1-1, y recuerdo que eran las fiestas de mi pueblo (Ejea de los Caballeros). Lo recuerdo como algo muy bonito.

Cuéntame el secreto. ¿Qué hace el Zaragoza para producir prácticamente cada año un futbolista con potencial primer equipo?

Se trabaja muy bien. Obviamente los recursos ahora han ido mejorando y hay gente muy cualificada dentro del club. Siempre que se ha dado la oportunidad, el jugador cumple y lo hace con nota alta. A la vista está. Cuando se ha necesitado de la cantera, la cantera ha respondido.

Y, de repente, llega el Real Madrid. Si me tuvieras que contar cómo pasó todo, ¿cómo lo harías?

Si te digo la verdad y hasta ahora, ha pasado todo muy rápido. La situación del Zaragoza era complicada y se presentó esa opción. Yo en ese momento creo que no era ni consciente de que el Real Madrid quería ficharme. Viendo la situación en la que había ido la temporada, que había jugado bastantes partidos y que quería seguir en el club porque así lo sentía y creía que era la mejor opción. Quería asentarme en la categoría. Fue una decisión (la de permanecer cedido en el Zaragoza) que nos benefició a todas las partes. Estaba claro.

Alberto Soro habla sobre su fichaje por el Real Madrid y su deseo de seguir cedido en el Zaragoza. MICHÈLE NOVOVITCH / RELEVO

¿Seguir cedido en el Zaragoza fue un requisito para firmar por el Madrid?

Sí. Yo ya le dije a mi agente que vale, que para adelante con lo del Madrid, pero que yo quería seguir en el Zaragoza en Segunda. Existió una posibilidad de que me fuera a jugar al Castilla, pero no lo vi con buenos ojos. Estaba adaptado al Zaragoza y ese hubiera sido un paso hacia atrás. Nos pusimos de acuerdo y así fue.

A nivel mediático y de redes sociales, ¿notaste lo que supone fichar por el Real Madrid?

Sí. Tenía las redes sociales privadas y se nota. Para la gente tú eras jugador del Madrid, y eso en España y en el mundo supone una barbaridad. La gente se interesa mucho por ti, te escribe y es un plus. Te conoce más gente, mucha más, a un nivel que no te esperas.

¿Te llegaste a ver en el Madrid o era algo utópico?

Yo, cuando acaba el año, recuerdo que perdimos el playoff de ascenso contra el Elche y siento que había sido mi último partido allí, en La Romareda. Lo recuerdo con mal sabor de boca por cómo acabó todo y por el COVID-19. Sabía que era muy difícil jugar en el Madrid y que tenía que dar algún paso más antes de llegar allí.

No debutaste con el Madrid. ¿Te lo imaginabas de otra forma? ¿Te arrepientes?

Todos los pasos que he tomado en mi carrera han sido acertados, siempre hacia adelante. En ningún momento me he parado a pensar "he fichado por el Madrid y no he jugado", sino todo lo contrario. El Madrid apostó por mí y me ha dado la oportunidad de crecer a través de ellos. Fue corto, pero positivo para mí.

Acabaste en el Granada traspasado, no cedido.

Sí. Desde que acabamos el playoff (con el Zaragoza), en una semana y media ya estaba en Granada. Sabía que el Granada me quería y bastó con una llamada del entrenador para que me marchase. Me compraron, apostaron por mí y tomé la decisión.

Muchos dicen que Jesús Vallejo y tú tenéis una historia similar al haber pasado por la cantera del Zaragoza, Real Madrid y Granada.

Es una amistad espectacular. No lo conocía personalmente hasta que llegué al Granada, porque él se fue muy joven de Zaragoza, y ya cuando me entero de que el Granada está interesado en mí, lo llamo. Congeniamos muy bien y me ayudó en todo lo posible. Nos llevamos de maravilla y es un chaval espectacular que se merece todo lo que ha conseguido.

En el Granada no llegaste a ser protagonista. ¿Es difícil vaciarse en los entrenamientos y que llegue el fin de semana y no jugar?

Esos son los momentos más duros del fútbol. Al 80-90% de los futbolistas les pasa. Tienes que saber que forma parte de esto, que jugar o no jugar no está en tu mano, depende del entrenador o de la gente que manda, por así decirlo. Lo que está en tu mano es entrenar duro, hacerlo bien e irte contento. Darle vueltas a 'por qué no me pone' o 'por qué otro está jugando en mi puesto' no es la solución, no sirve.

¿Cómo vive la familia de un futbolista que no juegue?

Bueno. Saben que forma parte del fútbol, pero es complicado porque, al final, mi familia está fuera y ellos sienten que yo no juegue. Transmito poco mis sentimientos, pero siempre me mandan mensajes positivos, me ayudan y me intentan transmitir que la oportunidad acaba llegando.

¿Eres de los que se lleva los problemas del fútbol a casa?

Sí. A mí en el Zaragoza me pasaba, sobre todo cuando pierdes. Me iba a casa y no dormía en toda la noche. Empecé a trabajar con una psicóloga y, a raíz de eso, cambié mi mentalidad. Fue justo cuando firmé por el Madrid, que estuve varios partidos sin ir convocado (con el Zaragoza), así que imagínate lo que supuso eso para mí. Pedí ayuda porque sentía que la necesitaba, conseguí darle la vuelta a la tortilla esa temporada y ser una pieza importante del equipo. He seguido trabajando con ella y es algo que es o debería ser normal, apoyarte en profesionales de la salud mental, que en ciertos momentos es lo más importante dentro de la carrera de un futbolista. Saber valorar los momentos malos y los buenos.

Alberto Soro, sobre la salud mental.MICHÈLE NOVOVITCH / RELEVO

¿Ha habido un cambio de estigma en los deportistas cuando habláis de salud mental?

Sí, es un poco lo que pensamos todos. Antes la gente pensaba que cuando ibas al psicólogo era porque tenías una enfermedad, pero el mundo ha evolucionado poco a poco y ahora se es consciente de lo importante que es la cabeza. Antes que futbolistas somos personas, y tenemos preocupaciones, problemas en casa… Y también tenemos que lidiar con los problemas que te puede generar el fútbol. Hay que saber darle el sentido correcto a las cosas.

Remiro (portero de la Real Sociedad), en un Chat Relevo, comentó que compañeros suyos se sorprendieron cuando habló de su psicóloga en el vestuario.

No me ha pasado, aunque tampoco lo sabía mucha gente. No era algo que yo necesitase contar o expresar. Es una ayuda, un trabajo invisible que forma parte del futbolista. No es sólo entrenar, también cuidarte en casa. Es trabajo preventivo.

"Después de perder, me iba a casa y no dormía en toda la noche"

Alberto Soro Futbolista del FC Vizela

La evolución personal, entiendo, también está ahí.

Sí, por supuesto. En la vida 'real' también. Aprendes a dar valor a lo que realmente tiene valor, a ver las cosas de una forma u otra.

Ya hemos hablado de cómo eras antes. ¿Cómo eres ahora?

He evolucionado. Por ejemplo, ir a hablar con el entrenador normal, un cara a cara, al principio de mi carrera me lo decías y te diría que es imposible, que no me atrevo a ir porque no me atrevo. Y ya, últimamente, llamaba a la puerta del entrenador con cualquier cosa que me pasaba. He tenido la suerte de encontrarme con entrenadores que me han explicado las cosas y lo han valorado, por eso me siento agradecido con ellos, porque siempre que he querido una respuesta, me la han dado con total confianza.

¿Qué hizo que cambiases?

Mi psicóloga me hizo ver que había que obtener respuestas. Si me preguntaba '¿por qué pasa esto?', me enseñó a preguntar, a no quedarme con el 'no'. Si vas, obtendrás una respuesta y podrás sacar conclusiones para afrontar las cosas.

Volvamos al presente y al fútbol. ¿Por qué Portugal y el FC Vizela?

Este verano ha sido un poco largo. Tenía opciones en Segunda, pero viendo que se alargaba el tema, que el mercado ha sido largo y lento, iba valorando cada vez más salir de España, conocer otras ligas y otras formas de ver el fútbol. Faltando cuatro o cinco días me salió esta oportunidad y, desde el primer momento, la vi con buenos ojos. Fue la mejor decisión que pude tomar. Necesitaba un cambio de aires, sinceramente. Llevaba dos años jugando poco allí en Granada y necesitaba volver a sentirme importante dentro de un equipo, volver a sentirme futbolista.

Alberto Soro recuerda su marcha del Granada y confiesa por qué eligió el FC Vizela.MICHÈLE NOVOVITCH / RELEVO

Hay algunos españoles en el Vizela, así que supongo que el idioma no será un problema (risas).

No (risas). Trece o catorce jugadores hablan español, y eso es positivo. También el cuerpo técnico.

También son cada vez más los españoles que están brillando en la liga portuguesa. ¿Es un trampolín?

Sí, totalmente. Una de las cosas por las que he venido aquí es por esa. Ha habido muchos ejemplos de jugadores que no han tenido la oportunidad en España y en la liga portuguesa han dado un vuelco.

Soro, durante un partido del FC Vizela. FC VIZELA
Soro, durante un partido del FC Vizela. FC VIZELA

Se te ve cómodo y a gusto allí, pero vamos a barrer para casa. ¿Qué es lo que más echas de menos de España?

Un buen plato de borrajas o de acelgas. A modo de anécdota, bajé a desayunar en mi primer día aquí, en Portugal, y no tenían ni aceite ni tomate triturado para la tostada, que es lo que yo solía desayunar en España. Se lo dije a la chica que nos prepara los desayunos, se sorprendió por el simple hecho de tomar aceite en el desayuno, pero lo probó y le encantó (risas). Desde entonces siempre me lo tiene preparado.

Y ya la última: un jugador al que te hayan sacado parecido y un consejo para los más pequeños.

En juveniles me decían que me parecía a Ander Herrera y a Cani, pero ellos estaban varios niveles por encima de mí. Siempre he tenido dos ídolos: Alberto Zapater, de mi pueblo e historia del Zaragoza, e Iniesta. Y como consejo... Les diría que se diviertan. Que entrenen y que se lo pasen bien, que no se pierdan en las típicas adulaciones, que cada vez son más con tema de agentes y marcas. Que disfruten del fútbol y que la humildad por bandera. Es muy complicado llegar. Yo he tenido compañeros mucho mejores que yo que, por unas circunstancias u otras, no han llegado. Yo, que tenía menos cualidades, sí lo he hecho. Influye la suerte y estar en el momento adecuado.