PORTUGAL

Pepe denuncia a Colombatto por llamarle "mono" y este lo desmiente

El portugués ha presentado una denuncia ante la Policía de Seguridad Pública. El mediocentro argentino niega el presunto insulto racista.

Pepe, capitán del Oporto./REUTERS/Pedro Nunes
Pepe, capitán del Oporto. REUTERS/Pedro Nunes
Daniel Domínguez

Daniel Domínguez

Hubo que esperar más allá de la medianoche en España para la resolución de la segunda semifinal de la Taça de Portugal. El Oporto había encarrilado el pase a la final con el 1-2 de la ida, pero el Famalicão replicó el resultado en el Dragão —el español Iván Jaime anotó uno de los dos tantos— y llevó el encuentro a la prórroga. Ahí, un golazo de Otávio desde fuera del área en el minuto 121 colocó a los de Conceição por delante en la eliminatoria. Evanilson, tres minutos más tarde, sentenció con el 3-2 definitivo.

Antes de la media hora extra, sucedió el hecho que acaparó la mayoría de los focos en el postpartido. En el 87', se vio a Pepe, fuera de sí, dirigirse al árbitro, Manuel Mota tras enzarzarse con Santiago Colombatto, mediocentro argentino del Famalicão que se encontraba tendido en el césped. El encuentro se detuvo durante varios minutos por la lesión de Colombatto, que acabó siendo sustituido. En ese momento, la realización televisiva se centró en Pepe, que trataba de hacer ver al colegiado que había sufrido un comentario racista.

El propio capitán portista lo explicó en el flash interview de RTP: "Es triste que esto ocurra entre jugadores de este nivel. Lamentablemente, el árbitro no fue valiente, porque eso es lo que es, falta de valentía, porque lo escuchó. Él [Colombatto] me llamó 'mono'. Todo el mundo sabe lo que es. 'Mono' es 'macaco' en español. No me fui del campo por respeto a los que estaban viendo el partido y al Famalicão. Es inadmisible en los tiempos que corren, con tantas cámaras y un árbitro cerca que ni siquiera tuvo la valentía de castigar al jugador. Si el principal responsable en el campo no hace nada, ¿quién lo hace? Le dije que estaba decepcionado con él y no le saludé por ello. Tenía la autoridad y las pruebas para cambiar un momento negro del fútbol y no lo hizo, es inaceptable". Según ha podido saber Relevo, el colegiado no recogió ningún incidente en el acta.

Pepe presentó una denuncia ante la Policía de Seguridad Pública portuguesa (PSP) por los presuntos insultos racistas. Unos hechos que niega Santiago Colombatto en una nota publicada en sus redes sociales: "Un futbolista al que admiro y considero referente me acusó en falso de haberle llamado "mono". Quiero pensar que fue una equivocación, que no escuchó correctamente lo que yo le dije, aunque analizando su comportamiento posterior tengo serias dudas al respecto. Mis palabras fueron, textualmente: "Me pegaste un patadón, boludo". [...] El racismo es una lacra de la sociedad y del deporte y juntos tenemos que conseguir erradicarlo. De este modo, lanzando acusaciones falsas, no vamos a conseguirlo. Tan grave es cometer un acto racista como inventarlo para perjudicar a alguien". Y el argentino concluye con unas palabras dirigidas directamente al internacional portugués: "Pepe, el dolor que ha generado tu acusación tanto a mi familia como a mí es indescriptible, pero todo el mundo tiene derecho a equivocarse y mi mano siempre estará tendida para aclarar lo sucedido".

Pepe fue defendido en sala de prensa por su entrenador, Sérgio Conceição: "Confío plenamente en él y en que el Comité de Arbitraje escuchará los audios del árbitro, porque fue junto a él que el jugador del Famalicão le dijo eso". Por parte visitante, el técnico, João Pedro Sousa, se puso del lado de su futbolista: "Sean jugadores, entrenadores, dirigentes o policías, cualquiera que haya dicho que Santiago Colombatto dijo algo es un mentiroso. Es mentira. Yo soy testigo y creo en lo que dijo mi jugador, hay testigos en el campo, pero ni siquiera necesitamos un testigo porque es mentira".

Todo ello, más la celebración del 2-2 de Otávio, motivó el cruce de acusaciones entre ambos técnicos, con João Pedro Sousa insinuando que Conceição era un maleducado y la respuesta posterior del preparador del Oporto, que tachó de hipócrita a su homólogo. Sérgio Conceição invadió el campo tras el gol en el 121'. A la vez que festejó, corriendo hacia uno de los fondos del Estádio do Dragão, gritó en dirección al banquillo rival y se encaró con varios miembros del staff, lo que provocó su expulsión. Después de ver la roja directa y antes de dirigirse al túnel de vestuarios, se encaró con el técnico visitante.

Braga, otro finalista

El Oporto consiguió de manera épica el pase a la final de la Taça de Portugal, lo que significa que el próximo 4 de junio se medirán en el Estádio Nacional do Jamor los dos últimos campeones coperos: los dragões y el Sporting de Braga. Los arsenalistas, que cuentan con dos españoles en su once más habitual (Víctor Gómez y Abel Ruiz), están completando una brillante temporada, y es que, además, a falta de cuatro jornadas para la conclusión de la Primeira Liga, todavía pelean por el título. Se encuentran a seis puntos del líder Benfica, al que se enfrentan este fin de semana en la Luz, y a dos del Oporto, que ocupa una segunda posición que da acceso directo a la próxima edición de la Champions League.