ESPANYOL 2 - FC BARCELONA 4

La afición del Espanyol se marchó del estadio ¡en el minuto 40!

Centenares de seguidores pericos abandonaron el RCDE Stadium con el 0-3. Se sucedieron los cánticos contra la directiva y el propietario del club.

El Barça celebra un gol en uno de los fondos del RCDE Stadium. /AFP
El Barça celebra un gol en uno de los fondos del RCDE Stadium. AFP
Jordi Cardero

Jordi Cardero

La afición del Espanyol ha dicho basta. Después del 0-3 anotado por Lewandowski en el minuto 40, centenares de hinchas pericos abandonaron el RCDE Stadium entre cánticos contra la directiva, el propietario Chen Yansheng y los jugadores. El clima entre seguidores y equipo se ha vuelto casi insostenible y la grada volvió a hacérselo saber al palco.

Cánticos de la afición del Espanyol contra la directiva. RELEVO / JORDI CARDERO

El cuadro blanquiazul se jugaba media vida en el derbi, pero su imagen fue más bien decepcionante desde el inicio. La puesta en escena del equipo, poco agresivo, y los tempraneros tantos del Barça desembocaron en un ambiente tenso en Cornellà. Los gritos de "directiva dimisión" se repitieron después de cada diana, pero con mucha más fuerza con el 0-3, el gol que acabó con cualquier esperanza de sumar y de frenar el alirón del eterno rival.

El dueño del club también centró las manifestaciones de la masa perica, que ya ha protestado en numerosas ocasiones durante esta temporada contra el accionista mayoritario. Antes del descanso, uno de los fondos inició el ya clásico "chino vete ya" y encontró el respaldo de la práctica totalidad del coliseo. "El club es de los socios" o "esta camiseta no la merecéis" fueron otros de los cánticos más repetidos.

Curiosamente, el estadio presentaba este domingo una de sus mejores entradas del curso: 27.360 espectadores. Muchos se fueron antes de tiempo, cansados de la situación deportiva y de la amenaza de un descenso que parece cada día más real. Los pupilos de Luis García acabaron la jornada a cuatro puntos de la permanencia con cuatro partidos por jugarse.

Los que no se marcharon fueron los seguidores del Barça, camuflados entre las tribunas de Cornellà. A pesar de que el Espanyol no vendió entradas al club azulgrana, los seguidores visitantes pudieron adquirir billetes de público general y se hicieron notar. En ningún caso, eso sí, pudieron lucir camisetas o bufandas del Barça, como marca la normativa cuando los encuentros son declarados de alto riesgo por parte del Comité Antiviolencia. Aun así, todos los goles culés tuvieron su eco y celebración en la grada.