REAL MADRID

Álvaro Leiva mantiene vivo su sueño... y el de su abuelo: "Antes de fallecer me dijo que algún día jugaría en el Real Madrid. Quiero cumplirlo"

La perla del Algeciras, por el que los blancos pagaron un 'kilo', se sincera con Relevo: "He perdido un poco la confianza; este, con mi familia, es el mejor sitio para recuperarla".

Álvaro Leiva ha vuelto al Algeciras en busca de minutos y continuidad. Tiene contrato con el Real Madrid hasta 2027. /ALGECIRAS CF / REAL MADRID
Álvaro Leiva ha vuelto al Algeciras en busca de minutos y continuidad. Tiene contrato con el Real Madrid hasta 2027. ALGECIRAS CF / REAL MADRID
Manuel Amor

Manuel Amor

Algeciras (Cádiz).- A Álvaro Leiva (19 años) le conoce todo el mundo en Algeciras, pero él jura que sus amigos de verdad son cuatro y que agradece apoyarse en un núcleo tan reducido: a su figura se arrimaron mil cuando despuntó con 16 en el Nuevo Mirador y fichó por el Real Madrid con 17 a cambio de un millón de euros, pero esos desaparecieron cuando se quedó sin minutos en el Castilla y gozó de poco protagonismo la campaña pasada entre Osasuna Promesas y el Córdoba. Ahora, de vuelta en casa en calidad de cedido por el club blanco para recuperar la confianza perdida, reparte saludos sin detenerse demasiado y promete que volverá a hacer ruido: "Tener a mi familia cerca y el apoyo de la afición me ayudará a conseguir lo que busco".

El primer objetivo del extremo pasa por hacer una buena temporada con los rojiblancos, el equipo de su vida; y volver reforzado el verano que viene a Valdebebas. Allí tiene contrato hasta 2027. El Madrid se adelantó en 2022 a Barcelona, Atlético, Betis, Almería y la Premier para ficharle y mantiene intacta su confianza en un diestro eléctrico, con un uno para uno endiablado y un pie sensacional para el centro y el golpeo. Pero, sobre todo, la meta que aparece al fondo del camino para Leiva es cumplir un sueño. No el suyo, sino el de su abuelo, que antes de fallecer le dijo que "debutaría con el Madrid". Y su nieto, que sigue sus órdenes a pies juntillas, promete no parar hasta conseguirlo. Su conversación con Relevo a pies de la playa de El Rinconcillo descubre a un chico extraordinariamente maduro para su edad y con las ideas claras.

Para la gente que lleve un tiempo sin saber de ti… ¿cómo está ahora Álvaro Leiva?

Bien, bien. Haber regresado al equipo de mi tierra me enorgullece. Tengo el apoyo de mi afición, de mis nuevos compañeros y de mi familia. Volver aquí me viene mejor para sentir el cariño de mi gente más cercana, algo que me ha faltado en los últimos dos años, y mantener mi camino de aprendizaje. Quiero recuperar la confianza que tenía antes y volver a mi mejor versión.

El equipo perdió el pasado viernes contra el Hércules (2-3) y sigue en posiciones de descenso. ¿Cuál es el objetivo de la temporada?

El primero, la salvación. Si luego aspiramos a algo más… bienvenido sea. La derrota contra el Hércules me dolió. Hicimos una primera parte muy buena, generamos multitud de ocasiones, fallamos un penalti… y en la segunda ellos le metieron un plus y nosotros bajamos el ritmo pese a jugar en casa. Los resultados llegarán.

¿Tú te has marcado alguna meta?

Recuperar la confianza otra vez. Sinceramente, la ha perdido un poco. Venir aquí, con mi afición y mi familia, me ayudará a cogerla de nuevo y ver al mejor Leiva, al de hace dos temporadas.

Ojalá que así sea. ¿Cómo recuerdas tus inicios en el fútbol? ¿Fueron aquí, en Algeciras?

Sí, sí. Empecé en el San García, un club de barrio. Yo decía que nunca saldría de allí. Me tiré un montón de años. Luego, cuando creces, cambias de mentalidad. Estuve cuatro años en la cantera del Algeciras (desde cadete) y con 16 me subieron al primer equipo.

¿Y tu infancia? ¿Eras de familia humilde?

Éramos una familia humilde, sí, pero mis padres, mi hermano mayor y yo siempre hemos estado muy unidos. Allí no entraba nadie más. Disfrutábamos los cuatro.

Como me contabas, hiciste toda tu formación en equipos modestos: AD San García, CD Caetaria, Monitores Algeciras, Taraguilla, fichaste por el Algeciras en edad cadete… ¿Por aquel entonces no destacabas tanto como para que te llamase algún grande de Andalucía?

El año que di el salto a la primera plantilla con Iván Ania de entrenador vinieron el Sevilla y el Betis, pero el Algeciras me ofreció la posibilidad de hacer la pretemporada con el equipo de mi ciudad. Me paré a pensar… y creí que era factible que me diesen luego la oportunidad, como así sucedió.

Hablas mucho de Iván Ania, ahora técnico del Córdoba. Entiendo que es una figura especial para ti.

Sí. Le gusta dominar, no regala la bola y da confianza. Conmigo se la jugó. No era fácil poner a un niño de 16 años de titular en un derbi contra la Balona, que es más que un partido, y no le tembló el pulso. Yo le correspondí y le demostré que estaba preparado.

En la temporada 21-22, con sólo 16 años y en Primera Federación, te sales: 38 partidos, cuatro goles y multitud de asistencias, jugadas maradonianas… ¿Cuál fue la clave para verte a ese nivel?

La campaña anterior, con el juvenil, nos quedamos a un punto de hacer playoff y pelear por subir a División de Honor. Fui uno de los que más destaqué y eso me dio un plus para que me subieran. Luego, con el primer equipo, al principio no era consciente de lo que estaba viviendo. No me lo creía. Dejé obligado los estudios, porque nos entrenábamos por la mañana y me coincidía con el instituto, y ahí sí pensé: 'Uf, esto ya va en serio'. Pero no terminas de darte cuenta hasta que vas por la calle y los pequeños te piden fotos. Eso es un orgullo.

El golpe de realidad de Álvaro Leiva: «Escuché por detrás: '¡Leiva, Leiva!'». RELEVO / MANU AMOR

¿Te acuerdas de la primera vez que te pidieron una?

Claro. Eso no lo olvidaré. Iba con mis amigos, llegamos a una terraza para merendar y escucho por detrás: '¡Leiva, Leiva!'. Cuando me giro, era un niño con su padre. Me pidió si podía echarme una foto con el chaval. Miré luego a mis amigos… y les dije: 'Tío, que me han pedido una foto'. Fue la leche.

Qué bueno. Por cierto, ¿cómo acogió el vestuario del Algeciras a un chico de 16 años que tenía plaza en el once cada fin de semana? Me imagino que le estarías quitando el sitio a algún veterano.

Me acogieron genial. El mejor amigo que tengo en el fútbol es Tomás Sánchez, un lateral izquierdo que sigue ahora. Cuando no he jugado, ha sido el que me ha escrito y me ha dicho: 'Tranquilo, ten paciencia'. Entre él, Jordi (Figueras) y el resto me apoyaron y me ayudaron en todo.

¿Te costó asimilar el salto a ser profesional, con todo lo que eso conlleva?

No. Yo siempre tuve los pies en el suelo. Soy de aquí, hago mi vida normal e intento ser yo, no un famosillo, por así decirlo. Si tengo que ir al McDonald's, voy a ir. No me cohíbo. Mi familia es la que más me pone los pies en el suelo. Es normal que a veces te subas un poco, sobre todo si haces buenos partidos y te llama el Real Madrid con 16 años, pero mis padres me insisten en que no me olvide de dónde vengo.

¿Qué ofertas te llegaron durante ese año que fichas por el Madrid?

Muchas. Me enteré de la primera en diciembre. Supongo que llegarían antes, pero ahí empezó a sonar que había varios equipos interesados en mí. Yo tenía muy claro que iba a terminar ese año en el Algeciras. Íbamos bien y al final nos quedamos a un punto de jugar la fase de ascenso; no miraba para otro lado.

¿Por qué elegiste al Madrid?

Por cumplir un sueño. Mi abuelo era del Madrid y, antes de fallecer, me dijo que iba a debutar en el equipo de mi ciudad y que después llegaría al Madrid. Yo llevaba ese objetivo en el corazón; me dejó marcado. Tenía que cumplir su sueño, que a la vez también era el mío desde pequeño. Me acordé mucho de él cuando me llamaron. De hecho, te puedo decir que el principal motivo por el que firmé por el Madrid es él: por cumplir el sueño de los dos.

Y, además, el Madrid te pone unas condiciones inmejorables. A la vista está que es el mejor club del mundo. Cuando te llaman tantos equipos, con ciertas condiciones, y luego recibes la oferta del equipo más grande del planeta y te plantea unas condiciones inmejorables… Es increíble cómo cuidan a los jugadores del primer equipo y a los de la cantera. Firmé cuando terminó el año, no antes. A mitad de las vacaciones me dijo mi repre: 'Oye, que nos vamos para Madrid'. Yo ni me lo creía. Empecé a entrenarme más duro durante el verano y a centrarme más en mí.

El sueño por cumplir de Álvaro Leiva: «Mi abuelo, antes de fallecer, me dijo que llegaría al Madrid». RELEVO / MANU AMOR

¿Hablaste con Raúl antes de fichar?

No. La primera vez que hablé con él fue cuando llegué a Madrid para firmar. Cuando lo vi, ni me lo creía. Para mí era un ídolo. Me dio la mano y flipé. Me dijo que a ver si conseguíamos los papeles rápido para empezar cuanto antes a entrenar. Me dio un ánimo extra.

¿Y cómo es, para un chico formado entre el Algeciras y equipos de barrio, llegar con 17 años recién cumplidos a Madrid y al Castilla?

Al principio me costó separarme de mi familia, sobre todo de mis padres y de mi hermano mayor. Eso me dolió. El cambio de ciudad, por el resto, no me molestó nada. Solían subir a verme, sobre todo mi padre, que no se perdía un partido en el Di Stéfano.

¿Recuerdas la primera vez que llegaste a Valdebebas y te pusiste la ropa del Madrid para entrenar? ¿Cómo es eso?

Joder, y tanto… Cuando llegué no conocía a casi nadie, sólo a algunos de haber coincidido con ellos en la Selección y haber hablado un poco. El primer día que me puse la camiseta del Madrid en el vestuario, dije: 'Voy a echarme una foto'. Cogí el móvil, entré en el baño y me saqué mil para enviárselas a mis amigos. La primera semana me pude hacer 100, sin exagerar. No me lo creía.

¿Hiciste migas rápido con alguien del vestuario?

Con Dotor, Arribas, Rafa Marín… y Álvaro Martín, que es mi hermano. Estuvo conmigo en los momentos jodidos y se convirtió en un familiar más. Hubo una semana que mi madre se marchó, cuando yo no jugaba, y vino él. Lo único que hacía en Madrid era estar en casa, porque no tenía carné de conducir, y él hizo como de hermano mayor. Me sacaba de casa, íbamos a su pueblo (Ocaña, en Toledo) con su familia… Es con el que más conservo el contacto.

Leiva, en un partido con el Castilla.  INSTAGRAM
Leiva, en un partido con el Castilla. INSTAGRAM

Qué bueno. Volviendo a lo deportivo... En toda la 22-23, y después de que el Madrid pagase nada más y nada menos que un millón de euros por ti, jugaste sólo 71 minutos repartidos en seis partidos. ¿Qué pasó?

Bueno… No me terminé de adaptar en el tema deportivo. Y pesaron los resultados. En la jornada 8 dejamos de perder y luego ya fue complicado entrar. Arrollábamos a los equipos y nos tiramos cuatro meses sin derrotas. Así resulta difícil hacer un cambio en el once. Pero creo que el año sin jugar me vino bien para darme un toque y saber que el fútbol es bonito, sí, pero que también pueden venir temporadas duras. Hay que estar preparado para superarlas.

¿Cómo era tu relación con Raúl?

Bien, bien. Nuestra relación era muy buena. No tengo ningún problema con él. El equipo empezó con una dinámica brutal y ya fue muy difícil entrar. Y hablamos del Madrid, no hay que olvidarse: yo tenía por delante a Óscar Aranda, Peter Federico, el propio Álvaro Martín… Raúl jugaba con línea de cinco atrás y había partidos en los que estábamos cinco extremos en el banquillo. Tenía muchísima competencia.

¿Hablaste alguna vez con él para preguntarle qué tenías que mejorar?

Sí, varias, pero era complicado. Por muy bien que me entrenase… Salía Aranda y lo hacía de locos, Peter no fallaba… Difícil.

"Mi relación con Raúl era muy buena. Hablé con él varias veces sobre mi rol, pero el equipo empezó con una dinámica brutal y me resultó difícil entrar"

Álvaro Leiva Jugador del Algeciras cedido por el Real Madrid

Si miras atrás… ¿te arrepientes de haber firmado por el Madrid y no por otro club?

Para nada. Me mantengo al cien por cien en mi decisión: es el mejor club del mundo y sigo en él. Si a día de hoy me dicen que si firmo por el Madrid no voy a jugar un año entero, te lo firmo igual. Las cosas que viví y lo que mejoré mental y profesionalmente no las cambio por nada del mundo. Imposible.

Te entrenaste en varias ocasiones con los Benzema, Vinicius y compañía. ¿Cómo es eso?

Mira, te voy a contar una anécdota… Yo venía del Algeciras y, claro, aquí no tenemos lujos. La primera semana en Valdebebas, un jueves o un viernes, Alain (preparador físico del Castilla) dice: 'Venga, vamos a la piscina'. Yo me quedé: '¿Pero cómo que a la piscina?'. Me sonó a excursión de colegio. No sabía ni que la había. Luego, cuando llegamos, estaban Vinicius y Camavinga metidos. Después llegó Tchouameni. Pensé: '¿Pero yo ahora qué hago? ¿Me meto, no me meto…?'. Estaban ellos tres y yo al lado. Fueron muy majos. Me miraron y les pregunté si me podía meter. Me dijeron que sí, que claro. Esto se lo he dicho a todo con el que me cruzo (risas).

La anécdota de Álvaro Leiva: «Estaban Camavinga, Vinicius...». RELEVO / MANU AMOR

No es para menos. Luego, en los primeros meses de la 23-24, te marchaste cedido a Osasuna… y allí tampoco tuviste continuidad.

Me costó muchísimo más adaptarme por el sistema de juego de Santi (Castillejo) y por el entorno. Yo no estoy acostumbrado a ese clima, a estar tan lejos de casa… No entré nunca en dinámica del equipo.

En la segunda parte de la temporada cambiaste de destino, fichaste por el Córdoba y lograsteis el ascenso a Segunda. ¿Allí te sentiste mejor?

Sí, mucho. Con Iván (Ania) tengo una confianza mutua. Le debo mucho. Él me lanzó. Salva (Ballesta) también me dio partidos, pero Iván fue el que me dijo que podía tirar hacia arriba. Nos conocemos muy bien.

En esa segunda vuelta en Córdoba jugaste 14 partidos, uno de ellos como titular. ¿Por qué decidiste volver a Algeciras este verano?

El principal motivo es volver a sentir el cariño de mi familia, de la afición y de un entrenador que me llamó y mostró interés por mí. Busco minutos, no otras cosas. Con mi familia cerca, poco a poco estamos consiguiendo lo que venía buscando.

Todavía perteneces al Madrid. ¿Hay alguien del club que te siga o que te dé 'feedback' de tu rendimiento?

Sí. Hablo mucho con Xavi (Mocholí), que lleva el tema de los cedidos, y con Andrés (Pardo, jefe de captación). Me alegro de tenerles encima y que me llamen después de los partidos, me pregunten, me digan lo que tengo que mejorar…

"Hablo mucho con dos personas del Real Madrid. Me alegro de tenerles encima y que me llamen después de los partidos, me pregunten..."

Álvaro Leiva Jugador del Algeciras cedido por el Real Madrid

¿Qué tal con Fran Justo, el entrenador del Algeciras? ¿Qué te pide para poder entrar en los onces?

Creo que es cuestión de tiempo. Tengo que entender un poco más su juego y luego, cuando el equipo fluya y empiece a conocerse bien, haremos un muy buen año. Pelearemos por cosas bonitas.

Aún tienes 19 años. ¿Crees que se ha ido con demasiada prisa contigo y que todavía te queda todo por demostrar?

Yo estoy tranquilo. Aún tengo tres años más de sub-23.

¿Con qué sueñas ahora?

Con cumplir el de mi abuelo: llegar a Primera y debutar con el Madrid.

Entendido. Muchas gracias, Álvaro, y suerte para el partido de este sábado contra el Ceuta. Y ten por seguro que se cumplirá ese sueño.

Muchas gracias a vosotros. Trabajaré duro para conseguirlo, que no os quepa duda.