Ancelotti capta los mensajes en los partidos grandes y Camavinga cumplirá el plan de Florentino... de momento
El entrenador blanco no hizo coincidir a Modric y a Kroos en el Clásico y Joselu sigue de suplente en las citas más importantes. La lesión de Tchouameni abre un hueco al francés en el centro del campo.

El Real Madrid remontó en Barcelona con un Bellingham soberbio y un equipo que se transformó en la segunda mitad. Ancelotti y su cuerpo técnico salieron muy reforzados del Clásico, ganándole la batalla a un Xavi que se impuso en el inicio del choque. Los cambios fueron claves, y el técnico blanco concilió el discurso de la directiva con sus ideas y la victoria.
El conjunto merengue venció desde el centro del campo, con la figura de Bellingham como arma definitiva, con Kroos primero y después con la luz de Modric. Porque esa es una de las lecciones que le dejó el derbi contra el Atlético al italiano y un mensaje que ha sabido entender.
El invento de colocar al croata tan adelantado en el Metropolitano no funcionó, y trajo sus consecuencias. Tres suplencias seguidas para Modric, y más confianza aún en los jóvenes del centro del campo. El italiano sigue creyendo en sus dos leyendas, pero ya empieza a aceptar que no les puede hacer coincidir sobre el verde muy a menudo. En Sevilla se volvió a ver que con Modric y Kroos en el campo, el Madrid sufre en el plano físico. Y en el Clásico salió con el tema aprendido. Modric entró sustituyendo a Toni Kroos en la segunda parte y, con oxígeno, fue la mejor luz para abrir caminos.
Otro de los mensajes que caló desde arriba en el cuerpo técnico del Real Madrid fue el papel de Joselu en el equipo. Está cuajando una temporada notable, pero en la directiva no le ven de inicio en los partidos de tronío. En Barcelona volvieron a formar en ataque Vinicius y Rodrygo, la pareja favorita de Florentino, pese a no estar a su mejor nivel. Hay más comunicación entre el entrenador y la zona noble y un entendimiento total. La carpeta de Camavinga es la única abierta, aunque la lesión de Tchouameni hará que, de momento, los planes de club y técnico se alineen.
Camavinga desafía el plan de Florentino
Tchouameni se había convertido en un jugador intocable. El Real Madrid había jugado once partidos con el francés de titular, y no había perdido ninguno. Diez triunfos y un empate. Tras la derrota en el Metropolitano, con el galo de suplente, se reforzó el mensaje de la directiva: Tchouameni es innegociable en las grandes citas. Pero eso implicaba sacrificar a Camavinga, bien desplazándole al lateral izquierdo o al banquillo, como en Montjuïc, una decisión que, como se comprobó, fue un error.
El francés entró al choque en el minuto 52 por unas molestias de Mendy y revolucionó el encuentro. Al presidente del Real Madrid no le gusta que Camavinga juegue de lateral izquierdo, tampoco al futbolista, pero en Barcelona el francés demostró de nuevo que es el mejor activo de la plantilla para cubrir ese puesto. De momento, la lesión de Tchouameni para las próximas seis u ocho semanas servirá de respiro al jugador, que volverá al pivote (donde brilló en Braga), y al técnico, que dará satisfacción a todas las partes.
Pero cuando regrese Aurelien, Ancelotti volverá a tener una bola de fuego entre las manos en el lateral izquierdo. Mendy se condenó en el Clásico. No destacó atrás, sigue sin aportar en ataque y además pidió el cambio por más problemas musculares. Ancelotti sigue confiando en él, mientras el club estaría encantado de encontrarle una salida. Con esto, y con Fran García aportando más inseguridades que certezas, Camavinga se mantiene como la mejor opción del Real Madrid en el carril izquierdo.
Aún tiene mucho que mejorar en defensa, pero su calidad y dinamismo fueron la primera piedra de la remontada del Real Madrid. El recurso podría convertirse en 'plan A' para los grandes partidos este curso, aunque estén todos los efectivos disponibles.
📋 ¡La pizarra de @MrAncelotti cumple 2️⃣5️⃣0️⃣ partidos con el @RealMadrid!#RealFootball pic.twitter.com/ofRRbUPs1s
— Real Madrid C.F. (@realmadrid) October 28, 2023
En ese ruedo tendrá que lidiar el entrenador merengue, que abandonó el estadio satisfecho y orgulloso, luciendo una camiseta conmemorativa de sus 250 partidos dirigiendo al Real Madrid. Ancelotti fue uno de los grandes vencedores de este Clásico. Ganó el duelo desde los cambios, y su gestión de la plantilla roza el equilibrio perfecto, entre la directiva, el vestuario y los resultados.