Ancelotti dice que "nadie piensa en el Mundial" pero tiene sospechas
Las métricas que maneja el cuerpo técnico del Madrid de la derrota en Leipzig preocupan y se han utilizado para dar algún toque de atención.
![Ancelotti, enfadado, en el último partido ante el Leipzig./GETTY](http://s3.sportstatics.com/relevo/www/multimedia/202210/29/media/cortadas/ancelotti-RrDe7xAjPJrRX49AYAXC1kL-1200x648@Relevo.jpg)
"El equipo está concentrado. Hay un Mundial cerca pero los jugadores no hablan de esto, todos quieren jugar. No veo bajada mental en este sentido, va a ser el Madrid de siempre. Da la cara y nunca se rinde". Así despejó ayer Carlo Ancelotti en rueda de prensa las preguntas acerca del bajón general en Leipzig (derrota 3-2) y de la tardanza de Benzema en recuperarse. Más que nada para descartar la idea que sobrevuela al vestuario blanco de que los futbolistas del Real Madrid están pensando ya, peligrosamente y dadas las bajas del resto, en el Mundial de Catar.
Sin embargo, su análisis junto a sus ayudantes de confianza tras el último partido de Champions, apoyado en métricas que no engañan, fue otro bien distinto. Los datos del pasado martes de titulares como Vinicius, Rodrygo, Camavinga y Tchouameni, sobre todo, no gustaron ni un pelo al italiano. Y, a su manera, ya ha dado algún que otro toque de atención. No quiere ni oír hablar de Catar ni espera ver un mínimo síntoma de relajación como en el último partido. Acciones como la de Rüdiger en Varsovia, jugándose el tipo por el bien del conjunto, le ayudan a explicar gráficamente cuál debe ser la mentalidad hasta el parón de selecciones.
Ancelotti no ha transmitido ninguna duda al respecto en grupo. La temporada marcha viento en popa, el partido del pasado martes fue un tachón en un arranque sensacional y no quiere que este pensamiento particular se relacione con la baja de Benzema, cuyo rendimiento y compromiso están fuera de cualquier especulación. El francés, por cierto, se entrenó el pasado viernes con la convicción de estar ante el Girona pero, al sentir unas molestias, prefirió no arriesgar. Ante el Celtic intentará estar de vuelta después de tres partidos en el dique seco.
![Camavinga pierde una acción individual ante el Leipzig. GETTY](http://s2.sportstatics.com/relevo/www/multimedia/202210/29/media/cortadas/cama-U14670485715PmQ-624x385@Relevo.jpg?cw=780&ch=481)
Aun así, pese al tacto que siempre acompaña al italiano para mantener el buen ambiente que reina en Valdebebas, el cuerpo técnico sí ha tenido conversaciones informales con algunos jugadores. A más de uno le hicieron ver que el Leipzig "voló" y que, si ellos no igualan la intensidad del rival, sea el que sea, "te pasan por encima". De momento, Ancelotti se lo toma como un mal día en la oficina. Sin más. De ahí que en sus mensajes públicos y privados con el equipo pese lo bueno y haya insistido que ante el Girona quiere de nuevo la mejor versión. Pero la tensión es innegociable. Incluso ya ha adelantado, cosa poco habitual, que en Vallecas habrá un partido duro la próxima semana similar al del Leipzig donde habrá que meter la pierna.
Datos preocupantes
Justo esta agresividad es la que Ancelotti echó en falta en Champions. El Madrid, lo dicen los datos que maneja el cuerpo técnico y las estadísticas oficiales del partido, estuvo por debajo de la media de la temporada en varias comparativas. Y el cuerpo técnico ha ido deslizando entre su plantilla algunos ejemplos que tienen monitorizados para que los jugadores sepan lo que hay. En los duelos totales, el Madrid tenía de media 79,5 en todas las competiciones y en Leipzig cayeron a 75. En duelos ganados se ve claramente la bajada de intensidad esa noche (de 42,4 a 31), como en los duelos fallados (de 37,1 a 44) y en la efectividad de los mismos (ésta, la más baja de la temporada, de 53,37% a 41,33%).
El Madrid tampoco dio el nivel en las recuperaciones de balón (de 55,2 de media a 53), ni en entradas totales (aunque ganó más, de 13,9 a 12). Para colmo recibió e hizo menos faltas (de 8,3 a 6 y de 11,7 a 6) , fruto de la falta de colmillo con y sin balón, y bajaron bastante los toques en área rival (de 29,1 a 22). También descendieron significativamente las recuperaciones en zona alta, métrica clave para medir la presión que quiere inculcar Carlo: de 8,3 de media a 3.
Ancelotti confía en ver hoy una respuesta ante el Girona (16:15). En Champions ante el Celtic (próximo miércoles, también en casa) el plan pasa por introducir rotaciones. Ahí comprobará si el mensaje también ha calado en los menos habituales. Y esperará al partido frente al Cádiz, el 10 de noviembre, para confirmar si las señales de sospecha que dejó esta derrota con el Mundial son ciertas o, como desea, que sólo se habla de Catar tras la ducha de ese jueves antes de las concentraciones internacionales.