REAL MADRID

Ancelotti descubre un segundo centro del campo por accidente

Camavinga, Ceballos y Valverde brillan de nuevo en un mediocampo que comenzó por necesidad.

Camavinga y Ceballos./Getty
Camavinga y Ceballos. Getty
Sergio Santos

Sergio Santos

19 de enero de 2023. El Real Madrid vive su momento más crítico de la actual temporada: pierde 2-0 contra el Villarreal en La Cerámica en un cruce a partido único de octavos de Copa, sólo cuatro días más tarde de haber caído con estrépito en la final de la Supercopa de España contra el Barcelona en Arabia. Ancelotti, consciente de las dificultades, recurre a una medida desesperada en una situación crítica: en el minuto 56 sustituye a dos de sus jugadores de máxima confianza (Kroos y Rodrygo) por dos futbolistas que habían tenido poca presencia hasta ese instante (Ceballos y Asensio). El equipo logra dar la vuelta al partido con una exhibición del utrerano y un último gol cocinado por los dos españoles: asistencia de Marco y pase a la red de Dani.

Ese duelo, más allá de servir como salvavidas en una situación de extrema necesidad, le permitió a Carletto dibujar en su cabeza un mediocampo que mezcla a la perfección: Camavinga (pivote) con Ceballos y Valverde de interiores. Los tres, ubicados en esa posición, fueron el motor que lideró la remontada en Castellón y también la brillante victoria en Liga tres días más tarde en San Mamés (0-2). Dos triunfos vitales que evitaron entrar en una crisis peligrosa.

Camavinga, lateral

Después de esos triunfos, las necesidades obligaron a Ancelotti a improvisar con Camavinga en el lateral zurdo para cubrir la ausencia de Mendy y también la de Alaba. El francés se asentó en ese puesto, en el que disputó todo el Mundial de Clubes y los partidos contra Real Sociedad, Valencia y Mallorca. Sin embargo, contra el Elche el técnico le devolvió al centro del campo, nuevamente como pivote y otra vez más con Fede y Ceballos como guardaespaldas. El experimento, que cada vez es más certeza que prueba, funcionó nuevamente. El equipo venció y sobre todo convenció, con una sala de máquinas que mezcló físico y buen juego.

Este buen rendimiento del tridente en el medio arroja varias conclusiones. La primera, que Camavinga es más feliz con metros por delante. De pivote disfruta porque recibe casi siempre de cara, sin verse en acciones de espaldas y presionado. Ahí despliega su mejor fútbol. La segunda, que lo de Valverde de extremo es un recurso temporal que con el tiempo será cada vez más esporádico, porque el uruguayo es feliz en el mediocampo, su posición natural. La última, que Ceballos tiene nivel para disputar la titularidad en esta plantilla y que la afición le adora cada vez más. Cuando fue sustituido a falta de 20 minutos, la grada se pronunció nuevamente: "Ceballos quédate". 

El buen desempeño de los tres le deja una patata caliente a Ancelotti de cara a los importantes partidos que vienen. Está claro que confía en ellos cuando hay necesidades (lesiones) o cuando el partido invita a dar descanso a los indiscutibles, pero el Madrid afronta ahora un tramo complicadísimo de temporada en el que se va a jugar su futuro en Liga (derbi ante el Atlético), Champions (cruce con el Liverpool) y Copa (eliminatoria contra el Barça). Está por ver si Carletto también apuesta por ellos ante los rivales de enjundia.