Carlo Ancelotti ya no se esconde y lanza una indirecta sobre por qué no usa más su 4-4-2
"Es mi esquema favorito", repitió el italiano en rueda de prensa, sembrando la duda de por qué apenas lo ha utilizado esta temporada.

Era un día delicado en el Santiago Bernabéu y los blancos lo solventaron a su manera: con un gol de infarto en el minuto 94, gracias a la pierna diestra y el corazón de Fede Valverde. El partido fue celebrado en el vestuario merengue, por los tres puntos y también las sensaciones. Jugaron bien, y el encuentro dejó detalles positivos en una semana vital para el devenir de los acontecimientos.
El buen fútbol del cuadro madridista se apreció en la segunda mitad, tras un primer tiempo de dominio pero sin demasiada aguja. Sin colmillo. Después del descanso se intuyó un plan, con momentos esperanzadores de un grupo ordenado, más allá del júbilo del resultado. Las piezas parecían encajar.
"El 4-4-2 es mi esquema favorito", dijo Ancelotti en la rueda de prensa posterior al choque. Lo dijo todo. El italiano muchas veces miente ante los medios, pero casi nunca da puntadas sin hilo. Y esta vez lanzó una indirecta sobre la sala: si apenas hemos visto el 4-4-2 este año no ha sido del todo culpa del entrenador. La explicación, compartida entre todos los periodistas acreditados, se dirige al palco y a las preferencias de la directiva.
Con su dibujo preferido el Real Madrid fue un equipo más compacto, consistente y dinámico. Tchouameni, Ceballos y Modric jugaron en el centro del campo y Bellingham enganchó con Vinicius y Rodrygo arriba. Fede Valverde y Eduardo Camavinga fueron las novedades en los laterales.
Sin Mbappé, el protagonismo emergió de manera genuina para Vinicius, que él mismo se encargó de convertir casi en un propio sistema de juego. Volvió a transmitir la sensación de ser un futbolista superior, y se destacó como el mejor jugador del encuentro percutiendo una y otra vez por la izquierda.
Bellingham también recuperó su presencia, aunque sigue peleado con el gol. Pero, cuanto más cerca del área vive el británico, más miedo dan los suyos. Camavinga firmó una gran función en el carril izquierdo y Valverde fue el artífice del triunfo gracias a un latigazo colándose por el flanco diestro.
Ancelotti lo negó pero el partido también pareció una prueba para la final de Copa contra el Barça. "Sólo buscábamos más control". Con Ceballos y Modric en el medio, Camavinga y Valverde en los laterales. La prueba salió. Y desde el cuerpo técnico piensan que el 4-4-2 tendría que ser, de nuevo, el esquema en La Cartuja.
Sin embargo, para tal fecha volverá Mbappé, al que pitaron en la grada y cumplió sanción. Y regresará la duda y la 'amenaza' desde arriba. El 4-4-2 sacrificando un delantero o los cuatro galácticos sacrificando al entrenador.