Hace 18 años jugaron con Ramos su último partido con el Sevilla: "El dilema puede ser su recibimiento"
Pablo Alfaro, Antoñito, Javi Casquero, Diego Capel y Kepa Blanco, excompañeros del camero, hablan para Relevo sobre el regreso del central al Ramón Sánchez-Pizjuán.
![Sergio Ramos en su primera etapa en el Sevilla./ANTOÑITO](http://s2.sportstatics.com/relevo/www/multimedia/202309/05/media/cortadas/sergio-navas-RfRGRMRYPWxtinHDhdEHT0K-1200x648@Relevo.jpg)
Corría el 28 de agosto del 2006. Primera jornada de Liga en el Ramón Sánchez-Pizjuán frente al Racing de Santander con victoria 1-0 de los sevillistas, siendo Kepa el autor del gol. Un encuentro que siempre estará en el recuerdo de Sergio Ramos, ya que fue su último partido con la camiseta del Sevilla. Tres días después, el Sevilla y el Real Madrid llegaban a un acuerdo para el traspaso del camero que dejaría en las maltrechas arcas nervionenses 27 millones de euros. Llegó Dragutinovic ofrecido por Mijatovic. Ahí comienza la época de mayor bonanza deportiva sevillista. 18 años después, y con un parón por la selecciones de por medio, el central se vuelve a vestir de corto para intentar volver a competir en el mismo estadio ante Las Palmas.
En Relevo hemos querido conocer la opinión de muchos exjugadores que compartieron con él vestuario en aquella época y que analizan, años después, el regreso del canterano. "Para mí el fichaje ha sido totalmente inesperado: pasado el mercado, a sabiendas de la dificultad que entrañaba que un jugador y un icono del calibre de Sergio Ramos pudiera volver al Sevilla… Pero creo que es una noticia para celebrar. Es un gran fichaje. Desde cualquier aspecto del que se pueda mirar. Desde el deportivo, que es el más importante, a pesar de sus 37 años está en un estado físico muy bueno y lo ha demostrado en la última temporada jugándolo casi todo. Va aportar unas cualidades que no existen ahora mismo en la defensa del Sevilla: jerarquía, liderazgo, virtudes defensivas, balón parado…y en las cifras en las que se está hablando. Era impensable para mí porque en los 18 años que ha estado fuera nunca ha podido estar en la órbita del Sevilla. Que vuelva ahora a su casa, para los que le tenemos un cariño especial como yo, que cuando debutó yo era el capitán, es una gran noticia. Me alegro mucho", reflexiona Pablo Alfaro, capitán de la plantilla en aquella época.
Por aquel entonces, dos canteranos acompañaban a Sergio, Puerta y Navas en la plantilla. Uno de ellos, que alcanzaría el primer equipo al después como Diego Capel da su punto de vista: "Creo que es algo positivo por todo lo que puede aportar deportivamente y también a través del márketing potenciando la marca Sevilla FC, a pesar de toda la controversia de su fichaje". Junto a él estaba Antoñito, que, en aquel partido en el Sardinero, sellaba su marcha precisamente al Racing de Santander: "Para mí el regreso de Sergio Ramos ha sido una gran noticia, sobre todo porque creo que un jugador como él, con su personalidad, con su rendimiento, con su trayectoria y con su carisma, si le respetan las lesiones, va a ser un jugador fundamental para el Sevilla".
El autor de aquel gol en el último partido de Sergio, también criado en la ciudad deportiva Cisneros Palacios, es Kepa Blanco. "Sergio tiene muchas cosas que aportar. Desde la salida de Diego Carlos y Koundé hace dos temporadas, el equipo no ha encontrado esa contundencia defensiva que teníamos. Los fichajes que han llegado, Nianzou y Marcao, no resultaron del todo fiables. Badé nos mejoró y con Sergio llega la jerarquía y la experiencia. Hoy en día, con lo que se ha cuidado siempre, la edad no es un problema. Es un competidor nato que aportará un plus en defensa", analiza.
Mucho se está hablando sobre el recibimiento que le dará parte de la afición. Tras pedir perdón nada más llegar al club, Ramos sabe que tiene ante sí, con su rendimiento, la oportunidad de conectar nuevamente con la grada. "Deseo y espero que sea recibido como una leyenda de nuestro fútbol, por todo lo que ha conseguido, porque siempre ha demostrado su sentimiento sevillista, porque ha puesto todo de su parte para volver. Ha antepuesto ese deseo a otros contratos millonarios y eso siempre es de agradecer. Además, ha dejado claro en sus declaraciones que no siempre se fue justo con él cuando jugó en el Sánchez-Pizjuán. Su salida, como te dirán otros de mis compañeros, se explicó mal, dejando 27 millones de euros, de los cuales muchos de ellos sirvieron para seguir creciendo. Se merece despedirse volviendo a la que fue su casa. Lo demostrará en el campo porque tiene capacidad de sobra para ello", opina Javi Casquero, compañero de Ramos la temporada anterior y rival en aquel partido.
Antoñito y Pablo Alfaro, por su ascendencia entre la afición, también se mojan. Con las declaraciones que ha hecho y con sus hechos y actitudes, en él está ganarse a parte del sevillismo que no olvida esos errores que ha tenido que se cometieron y que él también cometió, seguramente influenciado por muchos aspectos. "Si quiere aclarar de verdad su salida del club, creo que eso le ayudaría mucho. Pero al final, Sergio es uno de los nuestros. El Sevilla recluta a uno de sus iconos como en su día hicieron con Navas. Lo que dejó cuando se marchó y lo que no va a cobrar al venir debe ponerse en la balanza a su favor", nos dice el excapitán. "El dilema puede ser su recibimiento. Habrá gente para todo pero creo que en cuanto la afición vea su rendimiento, vea lo que va aportar, que es sevillista y canterano, se va a ganar la confianza de todo el mundo. Para él va a ser una temporada de revancha para demostrar que su sentimiento es pasional con el Sevilla FC", nos cuenta el delantero.
Una revancha que Sergio lleva muy adentro. Por su abuelo y su padre. Por Puerta y Reyes. Y por él mismo. Porque lo más complicado del mundo es recuperar un cariño y respeto que han sido enterrados. Sergio quiere demostrar que también le hierve la sangre roja (como a su mentor Caparrós) y que le late el escudo del Sevilla en el pecho. Sergio regresa a casa. Las puertas siempre están abiertas para quien un día tuvo la ilusión de ser héroe en el Sánchez-Pizjuán.