Ante Budimir se inscribe con letras doradas en la historia de Osasuna un año después de pedir perdón tres veces

"Ya estás en la historia del club, Budi". Con este mensaje celebró Osasuna el gol número 58 de Ante Budimir, una cifra que lo convierte en el máximo artillero en toda la historia del club navarro en Primera División.Marcó el ansiado gol ante el Valencia, y lo hizo desde el punto de penalti después de que Mosquera cometiese una falta dentro del área.

Ya la pasada jornada, Ante Budimir empató el récord histórico, que lo tenía Sabino, leyenda del club rojillo que falleció en 2015 con 83 años. El delantero de Mutriku sumó un total de 57 dianas en Primera División, cifra que el croata consiguió igualar la pasada jornada ante el Real Madrid.

De esta manera, y desde los 11 metros, Budimir ya lidera la clasificación histórica de máximos artilleros en Primera División con la camiseta de Osasuna. Lo ha logrado en su cuarta temporada en Pamplona, todas ellas en LaLiga, pues llegó cuando el club ya estaba saneado y asentado en la máxima competición del fútbol español. En lo que va de su estancia en Navarra, lleva un total de 64 tantos, 58 de ellos en Liga, cinco en Copa del Rey y un único tanto en Europa.

Lo anecdótico del récord está en la víctima del mismo y la forma de lograrlo. Hace menos de un año, cuando Jagoba Arrasate todavía comandaba el banquillo rojillo, Ante Budimir firmó su noche más aciaga ante un Valencia del Pipo Baraja. El luminoso destacaba el minuto 97, en el área que defendía Mamardashvili, quieto como una estatua estaba el artillero croata. Con los brazos en jarra esperaba escuchar el silbato del colegiado para empezar con la carrera rumbo a marcar la pena máxima. El árbitro dio la orden, pero Budimir no pudo ejecutar.

En la carrera, y con la opción de empatar un 0-1 en el último minuto, Budimir cambió de lado y tiró uno de los penaltis más extraños jamás vistos en LaLiga. La intención del croata, como siempre hace, aunque no repitió ante Mamardashvili esta vez, era esperar a que el portero georgiano se venciese a uno de los lados. Algo que no ocurrió. "Tenía pensado chutar hacia su izquierda y, cuando ha visto que el portero se ha deslizado hacia ahí, se ha bloqueado. Seguramente en ese minuto la cabeza influya y la portería se haga pequeña. Es inevitable que no nos acordemos de esa acción, era la última", explicó Arrasate por aquel entonces.

El delantero, nada más fallar, pidió disculpas a sus compañeros con unos gestos visibles por todo el estadio. Lo mismo hizo de puertas hacia adentro. Cuando se encontró con Arrasate en el vestuario le pidió perdón hasta tres veces, como más tarde reconoció el entrenador vasco. "Pero yo no tengo que perdonarle nada, está haciendo una temporada extraordinaria. Ante siempre es muy fiable. Esto es parte del fútbol", amplió Arrasate en rueda de prensa.

Esa noche, Budimir la pasó ingresado en Pamplona porque, en un choque con Mamardashvili, terminó con un traumatismo torácico con tres fracturas costales en hemitorax derecho. El lanzamiento, que tuvo dos paradas en su carrera, terminó con una racha de nueve años sin fallar una pena máxima. Aunque es algo atípico, Budi falló, pero esta temporada se resarció de su error. Y de qué manera, con un gol que vale por una nueva página en la historia de Osasuna.