ATLÉTICO DE MADRID 2 - FC BARCELONA 4

Por qué no fue anulado el gol de Alexander Sorloth tras la mano previa de Rodrigo De Paul

No advirtieron a De Burgos Bengoechea para que fuera a ver la acción al VAR.

El noruego anotó el 0-2. EFE / J.J. Guillen
Marc Mosull

Marc Mosull

Alexander Sørloth es una pesadilla para el FC Barcelona. Lo era como futbolista del Villarreal y lo sigue siendo en el Atlético de Madrid, que lo fichó en verano tras su mejor curso goleador de siempre. Esta temporada, el delantero noruego acumula más de una decena de goles como rojiblanco y tres de ellos han sido al FC Barcelona de Hansi Flick.

El primero lo anotó en el descuento del partido de LaLiga que el Atlético de Madrid venció 1-2 en Montjuïc. Y el segundo, también en el añadido, en la semifinal de Copa disputada en Barcelona hace unos días. Fue el 4-4 definitivo que igualó una eliminatoria absolutamente loca. Y es que Sørloth le tiene la medida tomada al conjunto azulgrana y le ha marcado gol en sus últimos seis partidos.

El último, en el Atlético de Madrid - FC Barcelona de este domingo, clave para el desenlace de la competición nacional, pues tantos unos como otros están en disposición de ganar LaLiga. El gol del atacante nórdico supuso el 2-0 y llegó en el minuto 70', tras una larga jugada de los colchoneros, dinamizada gracias a una combinación entre Gallagher y Griezmann.

El británico llegó hasta el área rival y se la cedió atrás al noruego para que batiera a Wojciech Szczesny, fusilado por Alexander Sørloth. El árbitro tardó unos segundos en validar el gol, pues en una acción previa al tanto hubo una clarísima mano de De Paul, que cortó un pase rival. Y de ello se quejaron y mucho los futbolistas del FC Barcelona.

¿Por qué no se anuló el gol?

De Burgos Bengoechea, que no señaló la mano en directo, esperó unos segundos a dar por bueno el 2-0 porque el VAR estaba revisando la acción. Y, finalmente, desde la sala VOR no le aconsejaron que fuera a ver el monitor. ¿Por qué? Pues porque pese a que la mano era más que evidente, esa infracción no formaba parte de la misma acción que la del gol.

Y es que el FC Barcelona, tras la mano de De Paul, recuperó el balón y lo volvió a perder. Fue Eric García, que entró en el segundo tiempo, el que se dejó robar el balón por Griezmann, y esa pérdida fue el comienzo de la acción del 2-0, reiniciada por la recuperación del francés. De ahí que no se anulara el tanto por la mano del argentino.