Aridane Hernández, la melena del Rayo que comió barro y probó en el Liverpool de Torres: "James Rodríguez mereció más oportunidades"
El majorero modera en Relevo la euforia del 'EuroRayo', habla del interés del CD Tenerife y de la UD Las Palmas, y relata anécdotas sobre su paso por el Liverpool, Osasuna y la personalidad del dúo Falcao-James, entre otras vivencias.
El hombre con una de las melenas más impresionantes de las grandes ligas de Europa, amante del surf, de los asaderos con cochino negro y, evidentemente, el ídolo de Tuineje es Aridane Hernández Umpiérrez (Fuerteventura, Canarias, 1989). Con 35 años, forma parte del vestuario del soñador Rayo Vallecano de Iñigo Pérez. La temporada pasada jugó 19 partidos y en esta lleva cuatro, pero no pierde la calma. "Estoy cómodo, somos sextos con 32 puntos. Si mis compañeros están mejor que yo, pues tengo que trabajar y dar más de mí para no darle la razón al míster", asiente con aliento de aspirante para Relevo.
A pesar de los múltiples "telefonazos" del Tenerife este invierno -"sí sí, me han llamado"-, él está decidido a triunfar en Vallecas, donde acaba contrato este verano. Al club franjirrojo llegó en 2023 procedente del histórico Osasuna de la Conference League y de la final copera. En Pamplona fueron seis años de estancia, con el valioso ascenso de 2019 "y con demasiado cariño osasunista, me siento muy valorado allá". Se emparejó futbolísticamente con su buen amigo David García, "un puntal", y ya en Madrid con el dúo cafetero Radamel Falcao-James Rodríguez, "dos personas muy agradables, dos estrellas", recuerda y promete avanzar algo más durante la conversación.
El majorero ha degustado el barro de Segunda B, pasando por Real Valladolid B, AD Ceuta, Deportivo Alavés y Eldense, hasta consolidarse en el fútbol profesional con su ascenso a Segunda con el Cádiz. Su tránsito por Granada fue fugaz -le cedieron- y nunca jugó en la UD Las Palmas, "aunque estuve muy cerca de fichar por ellos después de mi salida de Osasuna, hace casi dos años", reconoce.
En su juventud, vistió la camiseta del juvenil del Real Madrid en la generación de Juan Mata y Dani Parejo. Después, en 2007 y siendo mayor de edad, voló al Reino Unido y quiso firmar por las categorías inferiores de un Liverpool que capitaneaban Rafa Benítez, Pepe Reina, Fernando Torres y Xabi Alonso. De red fue parte del equipo durante un mes y medio de prueba. Como era de esperar, hay anécdota.
¿Cómo te sientes, Aridane, después de una temporada en la que no has tenido tanta continuidad? Solo has jugado cuatro partidos en Liga.
Estoy cómodo. Es verdad que no estoy disfrutando de los minutos del año pasado, los que me gustaría, pero también hay que entender que es porque mi competencia lo está haciendo muy bien, el equipo va estupendamente bien… Me queda trabajar más y entrenar más, y esperar a que me llegue la oportunidad. Antes, cuando uno era joven, se frustraba más por esto. Yo ahora lo afronto con normalidad, no me vuelvo loco.
Hace unos días conversé con Juanpe Ramírez para una entrevista en Relevo y me pareció que atraviesa una situación futbolística muy similar a la tuya.
Sí, sí. Tal cual. Juanpe es un gran amigo y un grandísimo profesional, con una trayectoria impoluta en Primera División. Esto es saber respetar el trabajo de los demás y aceptar que ya llegará tu momento, que no pasa nada por no ser titular siempre. Con la cabeza bien amueblada, con la madurez de tantos partidos y con el trabajo diario, uno debe luchar y dar la talla. Si no respondes, si eres apático, le darás la razón al entrenador de que debes seguir en el banquillo. Muchas veces, los que hacemos que los titulares jueguen somos los que estamos ahí, intentando asomar la cabeza. Si ven que apretamos, ellos aprietan. Es mutuo, es una competición interna sana. Pasa habitualmente aquí.
¿Impone respeto escuchar la palabra 'Europa'? Iñigo Pérez mencionó que no piensa en ello. ¿Crees que ese tipo de declaraciones pueden desmotivar?
No, no, no. Para nada desmotivan, al menos a nosotros no. Hay que ser realistas. El primer objetivo del Rayo Vallecano debe ser la salvación. No tenemos un presupuesto muy grande, no destacamos por eso. Somos un grupo, una familia, y es verdad que llevamos una racha muy buena, al equipo se le nota con mucha confianza… Pero la salvación lo es todo. A partir de ahí, el fútbol nos pondrá en nuestro lugar.
Coincidiste con Iñigo Pérez en Osasuna como jugador. ¿Cómo es tu relación con él ahora?
Muy buena. Pasamos cuatro años muy bonitos en Pamplona. La relación es fantástica. Como entrenador es de ideas claras, pone mucha intensidad al juego. Es una tendencia suya que se refleja cada jornada. Y el que yo no sea titular habitualmente, pues bueno, puede chocar. Pero tanto él como yo sabemos la relación que tenemos. Cuando el equipo está bien, no tengo más que decir. Él decide, es el míster. Lo importante es el grupo.
Tu nombre no ha parado de sonar con fuerza para el Tenerife. ¿Qué había de cierto en esos rumores? ¿Te planteaste salir del Rayo?
Varios equipos de Segunda se interesaron por mi situación y me llamaron, sí. Mi primera idea siempre fue y es el Rayo Vallecano. Quiero demostrar mi talento aquí y luchar lo que haga falta. Nada más.
Acabas contrato este verano...
Lo sé. Vivo el presente. Y claro, cuando uno no juega tanto y no cuenta con tantos minutos, pues sabes que es complicado que te renueven. Aún así, imagínate que nos metemos en competiciones europeas. Eso significa que el equipo debe contar con dos o tres recambios por posición.
Entrarías tú, en el 'EuroRayo'.
Sí, ojalá. Sería muy importante. Para el Rayo, para los chicos y para mí. Ahora hay que apretar porque vienen muchos partidos, muy complicados. Estamos centrados en el de esta semana, contra el Real Valladolid. Es un encuentro trampa. No hay que fiarse de ningún equipo de Primera, por muy mal que esté en la clasificación.
Oye, ¿qué crees que le faltó a James para ganarse la titularidad?
Más oportunidades. Estaba muy preparado para jugar. Entrenaba el primero, llegaba y se iba de los últimos. Le veía sano y serio. Su calidad es indiscutible, pero bueno, son cosas que pasan. Decidió marcharse y fue una pena.
Viviste el furor por James Rodríguez, y por Radamel Falcao.
Sí, sí. Uno se motiva todavía más al tener a dos estrellas mundiales como compañeros. De verdad, son personas muy agradecidas, nunca ponían malas caras dentro del vestuario, ni fuera. James, además, llegaba y ponía la música él, se ponía a bailar. Nos lo pasábamos muy bien. Falcao era más tranquilo. Los dos aportaron muchísimo al Rayo.
En Osasuna, Aridane, haces historia entrando en la previa de Conference League, la final de Copa del Rey, por supuesto un recordado ascenso…
Sí. Fueron seis años muy bonitos. De hecho, mi último partido con ellos fue en la tarde de la clasificación europea, contra el Girona. Me acuerdo perfectamente. Era y es un grandísimo equipo. Llegarán donde se propongan, estoy seguro. Es curioso porque Diego Martínez, el entrenador de la UD Las Palmas, fue quien me llamó para firmar por el Osasuna, cuando yo jugaba en el Cádiz. Entrenador top. Estudia todo muchísimo, lo lleva todo al límite. Personalmente estuve muy contento con él.
David García, central de Osasuna, es un gran amigo tuyo. Una lesión le apartó de la Eurocopa… ¿Crees que tiene opciones de estar en el Mundial 2026?
Eso es palabra del seleccionador. Como futbolista y como persona es maravilloso. Siempre está para lo que sea. Nos complementábamos muy bien en el Osasuna. Me alegro mucho por él, la verdad, sé que no lo ha tenido fácil. Le deseo todo lo mejor y ojalá que le den esa oportunidad.
Para ti tampoco ha sido un camino de rosas. Pasaste por equipos modestos antes de consolidarte como profesional, especialmente en el Cádiz. ¿Cuál ha sido el momento más difícil en esos años de lucha?
Uno, en esas edades, no conoce a la persona adecuada en términos de nutrición. Me faltó esa figura, ese personal trainer que ahora está tan de moda y es tan necesario. Es que la alimentación lo es todo. Me esforcé por mi cuenta y bueno, para nada me quejo de todos los equipos en los que he podido jugar y disfrutar de mi profesión.
Antes mencionabas a Diego Martínez y a la UD Las Palmas… ¿Qué te impidió tomar esos trenes hacia Gran Canaria?
Cuando salí de Osasuna, tenía en mente fichar por la UD. Al final, no llegamos a un acuerdo con el club canario y nunca pasó. Igualmente sigo al equipo y tengo muchísimos amigos ahí.
Cinco partidos en 2025, cuatro derrotas. Panorama peliagudo en la isla.
Son rachas. También pasa que, si perdonas, te condenan. Honestamente yo sí confío al 100% en que se van a salvar. Martínez es alguien muy experimentado en esto y que sabe cómo lidiar con estas situaciones. A sus jugadores les sobra calidad y serán capaces de cambiar este bache. Entiendo que la afición esté un poco mosqueada, pero es una afición que va a remar con la plantilla. Es soberana.
Imagino que ya te has enterado de que Kirian Rodríguez no podrá continuar esta temporada. Sin duda, es un auténtico guerrero.
Así es. Hay que ser fuerte, él lo es. Saldrá, porque ya salió una vez y porque, como te digo, es un luchador nato. Que tire para adelante, que cariño y apoyo no le van a faltar nunca. Aquí tiene a un amigo para lo que necesite. Le quiero mucho y espero estar pronto con él, jugando al fútbol y disfrutando de su buen humor.
Damos un giro de más de 360º y pasamos de Gran Canaria a Liverpool, o mejor dicho, de Fuerteventura a Liverpool. Tuviste la firme convicción de honrar a tu isla natal al poner «Fuerteventura» en tu futura camiseta de los reds, todo esto ante la mirada de Rafa Benítez.
Sí, sí. Desde el Ayuntamiento de Tuineje me propusieron llevar, en la que hubiese sido mi futura camiseta con el equipo red, el dorsal "Fuerteventura". Tenía 18 años y había salido del Real Madrid. Paco de Gracia me propuso probar Anfield y obviamente dije que sí. Fue un mes y medio intenso, de prueba, pero al final no pude quedarme.
Coincides con la camada de Pepe Reina, Xabi Alonso, Fernando Torres….
Sí, buf. Inolvidable. La cultura inglesa es totalmente diferente. Me chocó poder desayunar con todos ellos, todos éramos una familia. Me acogieron superbien, me trataron como uno más. Los españoles pues hicimos todavía más piña. En general, no había separaciones entre categorías. Nos acoplaron a todos y eso es parte del éxito de que sea una de las grandes ligas del mundo.
En Anfield sí llegó a jugar, de blanco, Raúl Asencio. ¿Que te parece la progresión del profesional canario?
Es un tanque. Tiene muchísima personalidad y lo está haciendo de maravilla. Es joven, pero si sigue así estará muy pronto donde él siempre ha soñado.
En tu tierra, ¿qué sueles hacer en el tiempo libre?
Pues estar con la familia y, de vez en cuando, hacer algún asadero con los colegas. Me flipa el cochino negro, el sol, hacer surf y bañarme en la playa. Eso me relaja muchísimo. Siempre hay buen tiempo en Fuerteventura, en Canarias.
Oye, perdón por la confianza. ¿Qué secreto guardas para tener ese pelazo?
Suerte y genética. Ambas. Para lo bueno y para lo malo, luzco esta melena. Con agua salada presumo todavía más. Volveré pronto para mi tierra.
No quiero darte por retirado, pero ¿qué piensa Aridane sobre la vida después del fútbol? ¿Qué legado te gustaría dejar a los aficionados?
No lo tengo claro. Imagino que seguiré ligado al fútbol, quizá como entrenador. Y sobre el legado, pues trabajo y constancia. Aquí llega a la élite el que trabaja día a día, el que se cuida, el que va al gimnasio. A los pibes, les recomiendo que tengan un personal trainer si se lo pueden permitir, y que cuiden su alimentación. Y la cabeza. Recuerdo jugar partidos en mi pueblo y ver a chicos muy, muy buenos que sabía que iban a llegar lejos en el fútbol. Pasaron unos años, pregunté por ellos y resulta que estaban trabajando en todo menos con el balón. Así es la vida.