El calvario de defender a Ronaldinho: "Mira que le habré pegado patadas, él no se rebotaba, volvía a buscarte y te regateaba"
En el día de su cumpleaños, sus rivales cuentan cómo era intentar detener al brasileño.
"¿Sólo cumple 44 años?", pregunta sorprendido Pablo Pinillos, ex jugador del Racing de Santander, que tuvo que defender a Ronaldinho en varias ocasiones. El día que se presenta la primavera es también el aniversario de brasileño. Durante años, el delantero instaló en Barcelona un verano eterno. Pero se dejó caer tan rápido como había catapultado el barcelonismo a la ilusión. Recordar a Ronaldinho dibuja a los culers una sonrisa y presenta en el recuerdo el gesto que repitió toda una generación.
Era Ronaldinho y su Jogo Bonito. Pero también era sufrimiento para los rivales, para unos defensas que veían ante sus ojos gestos nunca antes mostrados. El día que el brasileño debutó en el Camp Nou hizo temblar Barcelona. Literalmente. El Observatori Fabra registró un movimiento sísmico parecido al efecto de un trueno cuando 80.000 personas celebraron en el Camp Nou su primer gol, en plena madrugada.
"Es uno de los mejores jugadores a los que me he enfrentado. Era muy distinto a los demás, hacía cosas diferentes", comenta Andrés Palop a Relevo, que lo sufrió como portero del Sevilla -a quien Ronaldinho marcó su primer tanto- y Valencia. Palop recuerda con orgullo que un día después de que el brasileño recibiera el trofeo a mejor jugador de la Champions, su Sevilla le ganó por 3-0 la Supercopa de Europa. "Nunca terminabas de conocerle: por su magia, su calidad, su talento... nuestra concentración tenía que ser máxima para poder competirle", comenta Palop, que tiene grabado un penal que le detuvo aquella misma temporada.
Ingeniería táctica para intentar detener a Ronaldinho
Ronaldinho, con su desequilibrio y una sonrisa indisociable, no permitía a los rivales preparar el duelo ante su Barça como un partido más. "Aquellas semanas el entrenador las preparaba de manera distinta. Porque sabías que el 80 o 90% de las veces se te iba a ir. Trabajábamos las coberturas del central, del lateral, que no pudiera encarar... Y aun así, se marchaba de dos o de tres", cuenta Pinillos. "Además los entrenadores nos pedían que no hiciéramos faltas en la frontal", añade el ex futbolista.
El Villarreal de Javi Venta trabajaba de la misma forma. "El entrenador preparaba el partido con tareas individuales y con ejercicios para recular hasta el área todos juntos. Teníamos buenos defensores, pero la realidad es que en su mejor momento era imparable", detalla el que fuera lateral groguet. Javi Venta avisaba a centrales y centrocampistas que contra el Barça no estaría tan pendiente de las coberturas, sino de Ronaldinho. "Tenía velocidad, potencia, era habilidoso... Lo tenía todo. Lo único que podías hacer era estar cerca, intentar incomodarlo", detalla.
Dijo Henrik Larsson una vez que los jugadores corrían y Ronaldinho hacía el resto. Cuando esto sucedía, el brasileño era difícil de frenar. "Competir con él daba gusto. Mira que le habré pegado muchas patadas, pero él nunca se rebotaba. No se quejaba, nunca tenía un mal gesto. Volvía a buscarte y te regateaba", cuenta Pinillos. "Él sabía que tú tenías tus herramientas, que tenías que hacerle falta. Pero es que era indescifrable", añade. Pinillos, con más de 200 partidos en Primera División a sus espaldas, lamenta que los jugadores actuales no sean como Ronnie. "Ahora a la mínima se tiran al suelo, dan mil vueltas... Antes los futbolistas eran más honrados, se ha desvirtuado un poco eso", comenta.
El reto de narrar a Ronnie, por Carlos Martínez
Recordar a Ronaldinho es que empiecen a flotar los recuerdos de aquel gol al Chelsea desde la frontal, la chilena al Villarreal o su masterclass en el Santiago Bernabéu. Pero Ronaldinho también suena a la música de los partidos grandes de Canal+ y las voces de Carlos Martínez y Michael Robinson. Si uno repasa los highlights de Ronaldinho en Youtube se encontrará con las narraciones del periodista de Movistar.
"Un narrador debe describir qué sucede lo más rápido posible. Y Ronaldinho era un reto mayúsculo, inventaba cosas que no te esperabas. Era excitante", explica el propio Carlos Martínez. El brasileño era un examen semanal a narradores y cronistas, que debían reinventarse constantemente para seguir contando sus virguerías. Carlos describe su fútbol como "efectivo y plástico", carente de "lujos innecesarios". "Ha sido descomunal. La gracia de Ronaldinho es que era capaz de encontrar soluciones donde no las había y que fueran visualmente preciosas", sella.
"No me enfrenté a nadie superior a la mejor versión de Ronaldinho, ni Cristiano Ronaldo"
Ex lateral derecho del VillarrealAquellos bailes improvisados con el balón cerca estuvieron de inmortalizar a Javi Venta en lo que pudo haber sido un gol icónico de Ronnie. "Antes de entrar al área, me encaró y me tiró un montón de bicicletas. Pasó un pie por encima y se fue a un lado. Yo me fui al otro. Tuve la suerte de que el balón se marchó fuera por muy poco. En el vestuario nos reímos, sino habría estado en muchísimas imágenes", relata.
"Agradezco que a pesar de hacerle un montón de faltas, y alguna quizá demasiado agresiva, nunca pusiera una mala cara", comenta Pinillos, que guarda con cariño en su armario una camiseta del diez. Dice que durante su carrera acabó coleccionando las de muchos rivales, pero la mayoría las regaló a sus amigos. La de Ronaldinho es intransferible.
Las «sesiones de gimnasio» antes de ir a dormir
"No me enfrenté a nadie superior que a la mejor versión de Ronaldinho. Ni Cristiano Ronaldo", revela Javi Venta. "El último año ya no encaraba tanto, síntoma de que ya no era el mismo", añade. Cuentan quienes vivieron de cerca su ocaso blaugrana que había días en los que se pasaba a saludar a los entrenamientos y luego se iba a dormir, todo encubierto de "sesiones de gimnasio" que ya nadie creía.
Ronaldinho fue tan bueno como efímero. "Nos robó un par de años del mejor jugador del mundo. Abdicó de su reinado mucho antes de lo que debía", lamenta Carlos Martínez. Su voz ha narrado el fútbol de algunos de los mejores jugadores del mundo y a Ronaldinho lo sitúa entre aquellos que "te hacían levantar de la silla": los Djalminha, Valerón y su "elegancia espectacular", David Silva, Romario, Guti o Mágico González. "No eras capaz de adivinar por dónde iban a ir las cosas", cierra el periodista.
Por Barcelona circulan historias que alimentan la leyenda que fue Ronaldinho. Siempre le envolverá la duda de cuánto tiempo más hubiera durado instalado en la élite si solo hubiera tenido ojos para el balón. "Que solo tenga un Balón de Oro me resulta extraño", dice Pinillos. Ronaldinho alcanzó las estrellas y se terminó quedando a vivir en la oscuridad de la noche. Aunque cuando uno piensa en él, en el recuerdo nada brilla más que aquella sonrisa.