ATHLETIC 4 - CELTA 3

El Athletic se abraza a Simón y Nico, que llegan lanzados a la Selección

El portero y el extremo fueron dos de las grandes figuras de un Athletic que camina firme hacia Europa con la mejor puntuación de su historia.

Berenguer y Unai Simón se abrazan tras el triunfo ante el Celta./EFE
Berenguer y Unai Simón se abrazan tras el triunfo ante el Celta. EFE
Patxo De la Rica

Patxo De la Rica

De un partidazo como el vivido este viernes en San Mamés, con siete goles, dos penaltis, dos goles anulados y una continuación de emociones es difícil centrarse en individualidades. Pero si en el bando rojiblanco las hubo, con perdón de Gorka Guruzeta, esas fueron las de Nico Williams y Unai Simón. Uno por su incansable protagonismo durante los 90 minutos, el otro por aparecer cuando se le necesita. Como casi siempre esta temporada, convertidos en absolutos líderes del equipo desde la portería y banda izquierda para despejar cualquier duda que hubiese, a nivel local y nacional, sobre ellos.

Por partes. El portero rojiblanco está viviendo su mejor temporada, siendo decisivo en varios partidos como ante Osasuna, Cádiz, Alavés o Valencia y sumando cinco porterías a cero en las primeras 13 jornadas. Es cierto que en las últimas semanas ha encajado más, pero no ha dejado de ser protagonista. Como lo fue ante el Celta, deteniendo un penalti a Iago Aspas para mantener a los bilbaínos en el partido y desquiciar aún más a un cuadro gallego mermado en lo psicológico.

Una intervención que recordó a sus mejores noches; aquellas vividas ante Suiza en la Eurocopa o frente a Croacia en la Nations League, donde detuvo dos penaltis en cada tanda para dar el triunfo a la Selección. Mención merece también otra tanda, vivida en plena pandemia en el Benito Villamarín ante el Betis, en la que también detuvo dos lanzamientos y permitió al Athletic de Marcelino superar los cuartos y volver a soñar con una Copa que se les resiste tras varias finales perdidas. La más dolorosa, por cierto, con un penalti de Oyarzabal en la final vasca jugada en La Cartuja en la que Simón nada pudo hacer. 

La acción ante Aspas es destacable. No solo por lo estética de la parada, si no porque si bien en las tandas de penaltis suma un porcentaje altísimo de un 43% de acierto entre club y Selección (7 paradas y 9 penaltis encajados), en los penaltis en juego su porcentaje bajaba hasta el 21%. Con el Athletic, por ejemplo, únicamente había detenido 5 por 20 recibidos, rompiendo ante el Celta esta dinámica y dando un golpe sobre la mesa en un momento clave.

"Lo he preparado igual que siempre, como todos los penaltis que me tiran. Los estudio siempre e intento hacer lo máximo posible para estar más cerca de pararlos. Lo hago no porque sepa dónde va a ir, pero sí para ir lanzarme a uno de los dos lados con certeza y confianza porque ese milésima puede ser importante. Si lo llega a tirar al otro lado habrían dicho que me ha engañado... Esta vez la moneda ha salido cara. Es así, es fútbol", valoró el portero tras el choque.

Más allá de sus declaraciones, la realidad es que es una acción que reafirma su posición como mejor portero nacional. Más aún sin Kepa en la convocatoria, es un fijo para Luis de la Fuente, que ha mantenido la misma confianza que depositó Luis Enrique en él. Viajará para seguir sumando internacionales e intentar dar caza poco a poco a la gran leyenda rojiblanca en lo que a portería se refiere. Iribar sumó 49 partidos con la Selección y Simón ya cuenta 37 partidos internacionales, acercándose también a otros grandes porteros como De Gea (45) o Cañizares, aunque aún muy lejos de Zubizarreta (126) o Iker Casillas (167).

Nico vuela rumbo a la Selección

Si Unai llega en gran momento, Nico Williams lo hace lanzado. Se divirtió en San Mamés, aunque se fue algo contrariado porque no pudo lanzar el penalti en el último minuto por decisión de Valverde. Aun así, su estado de forma es también uno de los mejores de su carrera. En la banda izquierda, a pierna cambiada, es capaz de intervenir cada vez más en el juego e ir sumando cualidades a su fútbol. Volvió a asistir a Gorka Guruzeta -ya van cinco asistencias, el máximo de LaLiga-, intervino de forma clave en el primer y el tercer gol y volvió loco a Kevin.

 

En su temporada solo hay dos lunares. El primero, las dos lesiones que ha sufrido en sus dos convocatorias con España que le han hecho perderse partidos de rojiblanco y el segundo, y más importante sobre todo para los aficionados rojiblancos, lo larga que está siendo la negociación para renovar su contrato. Sigue habiendo confianza en la entidad bilbaína de que pronto firmará una ampliación para evitar que pueda negociar a partir de enero con cualquier club. Viendo su nivel, ya no hay ninguna duda de que es un caramelo para todos los grandes de Europa.