Morata mantiene al Atlético de Madrid en la pelea y hunde al Granada

Un partido de dos caras: el primer tiempo malo y el segundo tiempo, un poco mejor. El Atlético de Madrid regaló la primera parte en Granada pero los cambios de De Paul y Samuel Lino le metieron un poco más de intensidad. Es cierto que no fue el mejor partido de la liga del Atlético de Madrid, pero volver a ganar fuera de casa, después de casi tres meses, era importante.

Simeone rotó y ganó. 'Win-win'. Hizo jugar a Correa, volvió a poner a Witsel en el mediocampo, terminó con Griezmann sobre el campo y no le gustó el partido de Llorente y Riquelme. Son tres puntos muy importantes para un equipo que sabía que en el campo de los equipos que se están jugando la categoría nada es fácil. El Granada, por su parte, tiene que soñar. La llegada de Batalla al equipo le da un poco de aire más, pero a pesar de las buenas llegadas del equipo, Boyé no tiene ocasiones claras delante del portero rival.

Asumir riesgos en salida, jugándose lo que se está jugando el Granada, no es nada fácil. En los primeros 20 minutos del partido los andaluces buscaron superioridad desde abajo, con pases cortos y el portero argentino, llegado en el mercado de invierno, arriesgó muchísimo en dos ocasiones. Primero, ante la presión de Llorente, al que le hizo un recorte digno de Busquets. Después, ante la presión de Morata, que evitó con un pase filtrado digno del mejor Iniesta. Apostar por ese tipo de juego no es fácil, pero el Granada lo intenta y tiene que seguir de esta manera para poder ganar. El arquero argentino, al final del partido, se quejó de la actuación arbitral tras la jugada de Giménez.

El Atlético de Madrid está a tres partidos de ganar un nuevo título y a dos de jugar una nueva final. Eso no lo puede pasar por alto Simeone, que rotó a Josema Giménez, Koke, De Paul y Lino en su visita a Granada. Es cierto que el calendario, Supercopa incluida en el mes de enero, obliga al Cholo y su cuerpo técnico a rotar para mantener a los jugadores frescos, pero el mensaje es claro: ganar títulos es complicado y el club tiene uno muy cerca. A tan solo tres encuentros.

Ya lo dijo Diego Pablo Simeone antes del partido ante el Real Madrid en rueda de prensa: "Tenemos que ganar más duelos. Lo importante son los duelos. Hay que mejorar en lo individual, ganando duelos". Lo repitió una y otra vez. Contra el Real Madrid en Copa, la intensidad fue mayor y el equipo ganó muchos duelos. Contra el Granada en la primera parte, sólo uno de cada tres fueron para los de 'verde' en Los Cármenes. Y así no se puede. Por eso el argentino movió rápidamente el banquillo en el descanso y quitó a Llorente y Riquelme para darle lugar a De Paul y Lino, que entraron al terreno de juego.

Gol número 13 en liga. Gol número 19 en todas las competiciones en un total de 27 partidos. Nunca había llegado a esta cifra de goles en tan pocos partidos. Álvaro Morata no es el jugador más fino del mundo, pero cuando lo asisten de manera tan clara, falla pocas veces. Siempre decimos que las más fáciles se le complican y las menos claras las marca. Y a esta altura de la vida de Morata eso no va a cambiar, es una característica suya y ante eso, el Atlético está disfrutando de un Morata maduro, un Morata que marca, un Morata que abrió el marcador por cuarta vez en esta liga, un Morata que juega para el equipo y que le da puntos a su equipo. Tras el partido, Morata habló: "Lo necesitábamos, el Granada ha hecho un gran cambio, ha jugado bien y son tres puntos importantes para nosotros. Todo lo que son puntos los necesitamos, el jueves tenemos otro partido importante".

Cuando pensaba que Simeone guardaría a Correa hasta que la salida a Arabia se diese por cerrada, el entrenador argentino le da 20 minutos en el partido. La venta del '10' a Al-Ittihad todavía no está cerrada, el club rojiblanco va a intentar facilitar la operación pero por ahora, no hay muchos movimientos. Contra el Real Madrid no disputó ninguno de los 120 minutos del partido, pero contra el Granada sí tuvo chances el ex de San Lorenzo. Su partido no fue el mejor, pero intentó aportar su granito de arena para la victoria del Atlético de Madrid.

A falta de un pivote suplente, Simeone acude a Witsel. El belga juega en posición de central y de centrocampista defensivo de manera indistinta. Cuando el ritmo y el físico baja, él es el encargado de darle fuerza al equipo. El futbolista se está ganando la renovación haciendo lo que mejor sabe, cumplir, mientras que el Cholo Simeone, con sus cambios, manda un mensaje claro a la dirección deportiva: "Necesito otro centrocampista" y más tras la lesión de Azpilicueta.