Un doblete de Mayoral le amarga la noche al 'sabio' Griezmann

La hora y la temperatura no ayudaban. El Metropolitano presentaba una imagen gélida y fría (más allá de los 46.000 hinchas que fueron), abundaban las camisetas térmicas, las mangas largas y los guantes sobre el campo, los gorros y los chaquetones en las gradas. El partido se calentaba, pero Azpilicueta no podía hacerlo tras la expulsión de Savic y el sacrificado fue Memphis, que veía cómo su oportunidad de ser titular y demostrar que puede sumar se quedaba en eso, en una oportunidad que en 40 minutos no podía aprovechar.

Desde febrero, justamente contra el Getafe, que el Atlético de Madrid no perdía puntos en casa. Y el de hoy parecía que tampoco iba a ser el día. La 21ª victoria consecutiva como local se saboreaba. Porque el Atleti en casa es un equipo; el Atleti fuera de ella es otro. Reponerse a una expulsión, marcar goles y levantar un empate no es fácil. Morata entrando desde el banquillo con mucha fe para rematar un gran centro de Llorente, ponía las cosas de cara para los locales. Pero en el otro lado está la sensación de la liga (quitando al Girona), el Getafe, que tampoco se rinde, como dice el eslogan de los rojiblancos, que hoy fue el lema de los azulones. El equipo de Bordalás, que no dejaba de dar órdenes desde el palco, terminaba hundiendo al Atlético de Madrid en su área y dejando a Oblak como figura. Partidazo en el Metropolitano para romper una racha histórica, récord de Griezmann y aplausos de Simeone para sus jugadores por el esfuerzo, que tendrán que recuperarse para jugar el próximo sábado nuevamente en el Metropolitano ante el Sevilla en el partido suspendido hace unas semanas.

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Una vez que el montenegrino sacó el codo, Diego Pablo Simeone ya sabía que iba a tener que hacer cambios tácticos para volver a acomodar el equipo. Un defensa de la experiencia de Savic no puede irse expulsado así, porque es cierto que la primera tarjeta amarilla fue muy rigurosa, quizá no debería haber sido sancionada. Pero la segunda es imperdonable. Savic sabe que tiene cartulina y Jaime Mata también. Los dos lo saben. El primero no lo piensa y el segundo lo aprovecha. A partir de esa expulsión, el partido fue otro. ¿Más caliente? Sí, en el campo y en los banquillos, porque el frío seguía siendo el mismo. ¿En lo táctico? También. El argentino mandaba a Lino a la izquierda, a Riquelme a la derecha y a Llorente al centro del campo, para intentar igualar fuerzas.

José Bordalás, uno de los hombres del momento en el fútbol español, se tuvo que quedar en un palco privado del Estadio Metropolitano tras la sanción por cinco amarillas. En el campo estaba Patri, su segundo, dispuesto a recibir todas las indicaciones por el intercomunicador. ¿El Getafe empezaba el partido mal? Mensajito de Bordalás para dar un paso adelante. ¿Dudas en el Atlético de Madrid? Mensajito de Bordalás para intentar aprovechar las dudas de los locales. ¿Es justo que un entrenador sea expulsado y pueda seguir dando indicaciones? No debería serlo. Si está sancionado, no debería poder participar de ninguna manera, igual que le ocurre a un futbolista.

Es cierto que el Getafe sufría cuando Koke, De Paul o Griezmann filtraban balones a las bandas. Por un lado estaba Rodrigo Riquelme y por el otro, Llorente. Pero aún así, el equipo de Bordalás se preocupaba de cubrir la zona central. Los cuatro defensas juntitos, sin dejar espacios y defendiendo hacia adelante, 'tirando la línea'. Intentar forzar que el otro equipo quede en fuera de juego es algo que hoy en día muy pocos equipos hacen, que se veía más en el pasado. No es fácil, porque es necesaria compenetración, orden y agilidad entre los cuatro de atrás. Si alguno se equivoca, pum, estás fuera. Y el trabajo defensivo del equipo del sur de Madrid, en este aspecto, es envidiable. Hasta diez veces cayó en fuera de juego el Atlético de Madrid en todo el partido.

Me reafirmo yo y se reafirma todo el panorama futbolístico nacional. Hoy, el francés, es el mejor jugador de la liga española. Simeone, de manera obligada por la expulsión, tuvo que quitar a Memphis Depay y hacer un ajuste táctico que antes mencionamos. Y qué lindo debe ser cuando haces un cambio y al instante tienes premio, eh. Porque Rodrigo Riquelme aprovechó un pase en profundidad por su nuevo puesto, la banda derecha, para poner un balón muy bueno al '7', que se descolgó y como '9' de área, como '9' rematador, puso su pierna izquierda tirándose para rematar y batir a un David Soria que nada más pudo cerrar los ojos y poner el pecho. Simeone, a sabiendas de que sus cambios funcionaban, lo festejaba como si fuese el último gol de la historia para encender al Metropolitano. El francés, más tarde, tras el penalti polémico de Damián sobre Hermoso que Munuera Montero tuvo que revisar en el VAR, tampoco falló a pesar del acierto de David Soria. Griezmann ya es historia del Atlético de Madrid con 173 goles superando a toda una institución como Luis Aragonés.

Con los de hoy llega a doce tantos en la competición doméstica. Recordamos que a principio de temporada, ni participaba en los amistosos y era el cuarto delantero del equipo. Hoy es la gran figura, el gran referente, al que le cae una pelota y marca, aunque sea con la oreja. Aprovechó un grave error de Oblak tras un tiro de Greenwood (que también merecería un capítulo aparte) para ajustar el cabezazo donde el esloveno no podía llegar. Más tarde, no se puso nervioso ante todo el Metropolitano y marcó el gol del empate desde los once metros. El de Parla sigue aumentando ventaja como máximo goleador español y llama la puerta de la Selección para los próximos partidos amistosos que se juegan en marzo y, quién sabe, si por un lugar en la Eurcopa de Alemania.

Con 3-1, el Getafe no se vino abajo. En el Metropolitano, todos ya pensaban en celebrar el récord de Griezmann y la 21ª victoria consecutiva como local. Pero de los 21 que estaban sobre el césped, había uno que no quería darse por vencido y ese era Greenwood, el mejor jugador del equipo visitante y, que si no hubiera estado el francés de los colchoneros, seguramente de todo el campo. El esfuerzo del Atlético de Madrid de jugar con diez hombres desde el minuto 38 del primer tiempo se notaban, las fuerzas flaqueaban y los futbolistas lo notaban. Incluso se dieron cuenta los casi 50.000 aficionados, que empezaron a animar más tras la arenga de Simeone. Pero a veces, nada de ello funciona para aguantar. Damián, impulsado por la fe de Greenwood, tiró un centro que tocó en el codo de Riquelme al tirarse dentro del área. Munuera Montero volvió a ir al VAR para pitar penalti. Y Mayoral tampoco falló.