REAL MADRID

Se avecina un lunes de cuchillos largos entre el Real Madrid y los árbitros: una reunión caliente tras tres partidos polémicos

El equipo blanco salió muy molesto con la actuación de Munuera Montero en Pamplona, y visitará la sede del CTA mañana.

Munuera Montero, con los jugadores del Real Madrid./EFE
Munuera Montero, con los jugadores del Real Madrid. EFE
Rodra P

Rodra P

"Pasaron cosas en estos tres partidos que han visto todos. No tengo nada que añadir porque quiero estar en el banquillo en el próximo partido. No me metáis ahí dentro". Fueron las palabras de Carlo Ancelotti justo después del encuentro entre Osasuna y el Real Madrid, en el que el cuadro merengue se sintió profundamente perjudicado. Como en sus dos duelos anteriores de Liga.

En este último, por cuatro acciones en particular. La primera y la segunda, dos posibles penaltis sobre Vinicius Júnior, muy protestados desde la caseta blanca. En los compases iniciales del choque, Catena tocó el balón con la mano tras un quiebro de Vini, en área propia, sin castigo. Después, una infracción de Moncayola cuando el brasileño merodeaba por el área rival, muy similar a la pena máxima que sufrió el Madrid en Champions contra el City, que esta vez no se resolvió igual.

Más tarde, la jugada de la polémica. Munuera Montero expulsó a Bellingham de manera fulminante en el minuto 39, según señaló en el acta, por decirle "fuck you". El futbolista británico lo negó en zona mixta, y señaló que lo que dijo fue "fuck off", refiriéndose a sí mismo y no al trencilla.

Ancelotti, sobre Munuera Montero.EFE

En la segunda parte, más lío. El VAR decretó un penalti de Camavinga sobre Ante Budimir, tras no ser pitado en el momento de la acción. El mediocentro francés pisó al croata cuando este ya había golpeado en el área, y la acción terminó suponiendo el 1-1 final en el marcador, que condena al conjunto de Carlo Ancelotti.

El técnico merengue también se refirió a las jornadas anteriores en su protesta. Contra el Espanyol, un gol anulado a favor muy dudoso y el tema central de sus quejas: Carlos Romero no fue sancionado con tarjeta roja por una durísima entrada por detrás sobre Kylian Mbappé. Un escándalo que provocó la publicación de un comunicado de cuatro páginas por parte del Real Madrid, emitiendo una queja contra los árbitros. El delantero espanyolista, para más inri, terminó marcando el gol que derrotó a los blancos.

En el derbi madrileño del Bernabéu, más polémica. Soto Grado decidió pitar penalti a favor del Atlético de Madrid por otro pisotón, esta vez de Tchouameni sobre Samu Lino, cuando el balón ya había rebasado la escena y por consejo del VAR. Después, una posible expulsión a Dani Ceballos que quedó zanjada con tarjeta amarilla.

El club merengue ya ardió contra el colectivo arbitral el pasado 3 de febrero, como respuesta a lo sucedido en Cornellá, y con una carta incendiaria ante la Federación. Entre otras cosas, el club reclamó a la RFEF que se les entreguen los audios de conversación entre el árbitro de campo y el VAR en la patada a Mbappé, el gol anulado a Vinicius y las conversaciones en la sala VAR. "El conocimiento del contenido de estos audios resulta fundamental para arrojar luz respecto de las decisiones adoptadas y la actuación arbitral. Este escándalo arbitral no es un caso aislado. El sistema arbitral español está completamente viciado", añadieron.

La carta tenía como destinatario a Rafael Louzán, al que Real Madrid Televisión ya le señaló de forma directa tras lo ocurrido en Cornellà: "Debe marcharse tan rápido como ha llegado". Asimismo, adjunta al Consejo Superior de Deportes "a fin de que tenga conocimiento de la situación y, en su caso, adopte las medidas que estime oportunas". Pese a que es el club el emisor de este rotundo escrito, debe haber un firmante y este fue José Luis del Valle Pérez, el secretario de la Junta Directiva blanca.

En este contexto de máximo conflicto con el estamento arbitral, el Real Madrid tiene previsto acudir a la sede del CTA este próximo lunes para escuchar los audios del partido contra el Espanyol. Tras otro escándalo, el de Pamplona, y con un dato que pesa: tan sólo suman dos puntos de los últimos nueve posibles en Liga.

La sensación dentro del club es de indignación absoluta. "No había visto mayor escándalo arbitral desde hace mucho tiempo", comentaban algunos trabajadores del Real Madrid mientras presenciaban el choque contra Osasuna. Y un latir que cada vez se extiende más por los pasillos de Valdebebas, en el que deslizan que su mayor enemigo para ganar la Liga son los árbitros.