GETAFE 0 - REAL MADRID 1

Los aviones del Real Madrid

Militao celebra su gol ante el Getafe. /GETTY
Militao celebra su gol ante el Getafe. GETTY

No están cansados. Así resumía a los suyos Ancelotti esta semana. Sin Benzema, por si acaso, en Getafe volvió a tirar de sus aviones más noveles: Tchouameni, Camavinga, Valverde, Vinicius, Rodrygo… Y si bien el Coliseo fue un escenario de la antigua Roma donde ha costado de más hacerlo ruinas, este sábado se ha visto a un equipo que domina y gestiona los tiempos a su antojo.

La condición física de sus futbolistas, ya de serie, está de vuelta. Jugadores veinteañeros, genéticamente bendecidos, que corren por tres y que, sobre todo, mantienen esa hambre que a veces puede ser el arma de doble filo de los que se acostumbran a ganar. Pero ellos no, porque hombres con cara de niños como Valverde han convertido a este Real Madrid en un conjunto maduro, potente y firme.

Sin grandes alardes en Getafe, incapaces de sellar el partido, han sabido cuándo les convenía que no pasara nada. Cansar al rival sin cansarse ellos. A base de tener el balón y dormir el partido cuando toca. Con la actitud que no tuvieron ante Osasuna, pero sin olvidar que casi todos tuvieron compromisos relevantes con sus selecciones y que inevitablemente, hay un paisaje catarí que divisan a la vuelta de la esquina. Antes, un Clásico ante el Barcelona más igualado de los últimos años.

Piernas de acero y mentes mundialistas que vuelan. Es la receta de este equipo al que cuando le fallan las fuerzas, aparecen las ganas de estar y demostrar. Hay triples miras. Es decir: las de Ancelotti, las de su seleccionador y las del mundo entero. Si a eso le sumas que Militao se marca uno de los mejores partidos con el Real Madrid, impecable en todas sus labores, alzando el vuelo ya en el minuto cuatro; o que Modric continúa desafiando a la lógica y ejerce de piloto los 90 minutos sin agonía alguna, estamos ante un equipo al que meterle mano va a ser ardua tarea para el que venga.

Físicamente el Real Madrid sigue mostrándose indomable. Vuela, hoy sin piruetas en el aire, pero vuela.