CELTA DE VIGO

Balaídos bate récords de asistencia, pero el Celta tiene un problema: no entran más socios pese a que hay lista de espera

Las próximas obras en el estadio imposibilitarán nuevas altas los próximos años.

Iago Aspas celebra un gol con la afición del Celta./EFE
Iago Aspas celebra un gol con la afición del Celta. EFE
Óscar Méndez

Óscar Méndez

El Celta pondrá punto y final este domingo a la temporada de su centenario. Tras un irregular curso donde las cosas no salieron como esperaban en el club, la última jornada de Liga servirá para celebrar la permanencia conseguida el domingo pasado en Granada. Serán 13 temporadas consecutivas en Primera División, la segunda mejor marca en la historia de la entidad, que ha organizado una serie de actos para premiar a una afición que ha impulsado al equipo cuando peor estaba.

Porque esta campaña ha sido la de la confirmación de que el celtismo está más vivo que nunca. Tras unos años en los que la asistencia a Balaídos había bajado de manera notable, la 23-24 ha servido como punto de inflexión para que la unión entre equipo y afición esté más robusta que nunca. A la espera de los espectadores que acudan al estadio vigués este domingo, la media de la temporada rozará los 20.000 por encuentro, una cifra que no se alcanzaba desde hace 17 años.

De hecho, los más de 19.900 que cada dos semanas acuden a Balaídos son la más alta desde que el equipo regresó a Primera División y ya son una de las más elevadas de la historia de la entidad. Este crecimiento en la masa social provocó que en 2023 el club tuviese que abrir una lista de espera para nuevos abonados, y es que el estadio se ha quedado pequeño ante la demanda existe.

Afición del Celta.  RC Celta
Afición del Celta. RC Celta

"El club agradece la avalancha de solicitudes para darse de alta que ha derivado en que haya un gran número de aficionados que no puedan cumplir su deseo de conseguir reservar su butaca para toda la temporada", apuntó el Celta el pasado verano. Y es ahí donde el Celta se va a encontrar con un problema los próximos años.

Esta misma semana, Concello y Diputación anunciaron un acuerdo para la reforma de la grada de Gol, la última de las cuatro que ambas entidades tienen que rehabilitar para completar la transformación total de Balaídos. Serán unos trabajos que se alargarán durante dos años y medio y que costarán 26 millones de euros que se repartirán los dos organismos. Y el Celta lo sufrirá.

El equipo vigués deberá ubicar a todos los abonados que tiene en esa grada en el resto del estadio. Lo normal es que la mayoría sea alojado en Río Alto y Río Bajo, aunque no se descartan movimientos a otras bancadas. Eso hará que prácticamente la totalidad de localidades existentes ya estén agotadas de antemano por los socios que mantienen su carné, además de un puñado que por ley el club tiene que poner a la venta.

En A Sede cifran en casi 4.000 personas las que se encuentran en lista de espera para poder hacerse abonados de cara a la próxima temporada. Sin embargo, entienden que si no se dan bajas, y la realidad es que no se esperan muchas, la mayoría tendrá que seguir aguardando una oportunidad para tener su carné, algo que perjudica al Celta pero ante lo que poco o nada puede hacer.

Si los trabajos de reforma van en plazo, la vuelta de los aficionados a Gol no llegará hasta la primera mitad de 2027. Es decir, en el club no cuentan con poder utilizar esa grada en las próximas dos temporadas y, posiblemente, tampoco dentro de tres, un inconveniente que frena de alguna manera el crecimiento que pretenden. Eso sí, entienden que las obras son necesarias.

La actuación prevista permitirá al equipo ganar algo más de 2.000 asientos para ampliar el aforo de ese fondo del estadio. La grada será prácticamente idéntica a Marcador y se acercarán los asientos al terreno de juego.