Kaiky castiga el conformismo cadista en el 95

El Cádiz CF tiene claro cuáles pueden ser dos de las premisas para lograr el objetivo en LaLiga EA Sports: acierto a balón parado y solvencia cuando toca defender. Sin embargo, con superioridad numérica durante casi toda la segunda mitad, los de Sergio González fueron incapaces de tener más control de la situación, así como de buscar la sentencia. Y el conformismo cadista lo castigó Kaiky en el minuto 95, in-extremis, cuando más duele. Un castigo merecido.

Y no por lo que generó la UD Almería, porque los indálicos solo dispararon dos veces a portería en toda la contienda del Nuevo Mirandilla (y la primera fue el 1-1). Vicente Moreno sorprendió y mucho de inicio con dos decisiones: no alinear a Robertone y Ramazani en detrimento de Dion Lopy y Arnau Puigmal. Incluso, una tercera decisión, la de colocar al centrocampista barcelonés en banda izquierda, fuera de su posición natural. Esto se tradujo en mayor porcentaje de posesión que su rival, pero en ningún peligro hacia la meta defendida por Conan Ledesma.

Pese al poco balón y, también, ocasiones, el Cádiz fue haciéndose merecedor de algo más. O, por lo menos, eso quería Chris Ramos, siempre batallador. O Darwin Machis, que dejó uno de los grandes detalles del primer periodo con una espectacular arrancada que despertó al público. En cuanto a ocasiones, la mejor estuvo en las botas de Roger Martí, que culminó uno de sus múltiples desmarques en profundidad con una volea sin dejar caer el cuero que se perdió ligeramente por encima de Maximiano. Bien merecía el gol.

La ya comentada lucha de Ramos le dio al Cádiz la posibilidad de afrontar el resto del encuentro con un futbolista más. Fue justo en el amanecer de la reanudación, cuando Vicente Moreno introdujo a Ramazani por Puigmal para acercar al Almería al área rival y, también, por qué no, para prever una segunda amonestación. Pero esta llegó y fue para Edgar, que no está teniendo un debut afortunado en las filas rojiblancas: penalti en el duelo inaugural de la temporada y expulsión que comprometía mucho el panorama en la tercera fecha.

El técnico reclamó la presencia de Kaiky y sacrificó a Sergio Arribas, llamado a tener mayor protagonismo en la segunda mitad por la mayor valentía con la que parecía salir al césped en el Almería de los vestuarios. A partir de ahí, acrecentó el dominio gaditano, sobre todo, con centros al área. Uno de ellos lo peinó Chris Ramos, aunque el propio Kaiky impidió que cogiera la meta de Maximiano. Al final, después de varios libres laterales y saques de esquina, Javi Hernández encontró a Escalante y este a Luis Hernández. 1-0 a puerta vacía.

Todo parecía correr a favor del Cádiz: victoria momentánea, rival que todavía no había puntuado y que no termina de asentar su fútbol, superioridad numérica... Incluso, el tiempo iba a favor de los de Sergio González. Lo hacía sin que sucediera nada relevante. Todo ello hasta que, en el minuto 95, Kaiky aprovechó una desatención grosera defensiva cadista. El balón quedó en zona de nadie para el central brasileño, cuya intención y ejecución fueron las mismas: perfectas. Un empate que, incluso, deja otra noticia negativa para el Cádiz, puesto que Fede San Emeterio fue expulsado en los compases finales por una entrada dura sobre Ramazani. Una baja para la siguiente jornada que el cadismo vería de otra manera con seis puntos en el zurrón. Pero, si no los tiene, es, principalmente, por deméritos propios.