Los banquillos del Madrid echan humo en Valdebebas
A Davide Ancelotti ya le ven listo para dar el salto, el futuro de Raúl dependerá de si asciende, Arbeloa es carne del Castilla, Toril anda quemado...

Se prevé que 2023 sea bastante movido en los banquillos de Valdebebas. Curiosamente, por ser un foco constante de presión, donde más estabilidad hay de cara al futuro es en el del primer equipo. Carlo Ancelotti, que firmó por tres temporadas hasta junio de 2024, se lo ha ganado a base de títulos. Su Real Madrid viene de tocar la gloria y está en estos momentos a dos puntos de la cabeza de LaLiga, que la ocupa el Barça, va a optar a la Supercopa de España en tres semanas, al Mundial de Clubes en mes y medio y ya espera al Liverpool en octavos de final de la Champions. Sin embargo, desde el italiano para abajo hay mucha incertidumbre a estas alturas en el resto del escalafón técnico.
Empezando por su hijo, David Ancelotti. El ayudante, nacido en Parma (33 años), está a expensas de recibir este curso el último grado del título de entrenador. Según varias fuentes consultadas, se lo sellarán de nuevo en Gales (en Italia le ponían pegas al pedirle más requisitos). Y ya hay quien, dentro del club, le ve sobradamente preparado para dar el salto en solitario, que es lo que pretende.
Los que más conocen a Davide aseguran que su idea es estar al lado de Carletto hasta que finalice su segunda aventura en el Real Madrid. Y será a partir de ese momento, cuando su padre se retire o decida apostar por un selección, como ha deslizado, cuando él comience a volar como primer espada.
A Davide ya le ha tocado liderar al equipo alguna vez de forma accidental y los jugadores y miembros del cuerpo técnico le dan la bendición. Dicen que una de sus grandes virtudes es que es políglota, ya que sabe alemán, español, inglés, italiano y francés, y eso es algo que le ayuda mucho a empatizar con los futbolistas en el vestuario. Además, a su formación académica como preparador físico ha unido estos años a la sombra un amplio conocimiento táctico.
Los planes del Castilla
Otro del que hablan maravillas en la Ciudad Deportiva es de Raúl González, una institución del club que hará prácticamente lo que él desee por todo lo que ha dado a la entidad y por la confianza y cercanía que tiene con el presidente. El actual técnico del Castilla lleva tres temporadas y media al frente del filial y su futuro a corto plazo va a depender de lo que sea capaz de lograr en junio.A falta de media temporada por disputar, es tercero a un punto del primero.
Si su equipo logra el ansiado ascenso, en Valdebebas entienden que no hay un lugar mejor que su casa, ya dentro del fútbol profesional, para dar otro salto más en su carrera en los banquillos. Otra cosa es lo que sucederá si no se logra el objetivo. Raúl ya ha tenido varios propuestas encima de la mesa, de España y del extranjero (sobre todo de Alemania), para dirigir en Primera. Y, de momento, ha preferido ni valorarlas a fondo para centrarse en su trabajo. Todo hace indicar que en verano aceptaría el reto de embarcarse en ese Erasmus, si no sube a Segunda, como siguiente y necesaria etapa en su calculada preparación para poder ser un día el entrenador del primer equipo del Real Madrid.

Del futuro de Raúl depende también el de otros entrenadores de garantías de la cantera del Madrid. Sobre todo el de Álvaro Arbeloa. El exinternacional está siendo una de las sensaciones de la temporada con su Juvenil A. Lidera el Grupo 5 de la División de Honor y ha arrasado en la fase de grupos de la Youth League. El salmantino (criado en Zaragoza) es el primer candidato para hacerse cargo del Castilla en caso de que Raúl no continuase. Le avalan su evolución desde que cogió los mandos del Cadete A, su gran papel esta temporada y su excelente relación con la directiva, sobre todo con Florentino Pérez, que fue el que apostó por el como comentarista en la televisión del club y como embajador antes de destacar como entrenador.
Los movimientos en el femenino
La otra alternativa de futuro en la que aún piensa un sector del club para ese filial es Alberto Toril, entrenador del Real Madrid femenino. El preparador cordobés aterrizó por sorpresa la temporada pasada como apagafuegos en su primera experiencia en esta categoría sustituyendo en el cargo de David Aznar. Desde entonces, su felicidad al frente del equipo ha ido de más a menos.

Empezó radiante, pero el convulso ambiente que no termina de eliminarse en ese vestuario, más allá de las consecuencias de la eliminación de Champions, le han desgastado mucho en el último mes. Ese disgusto está emborronado una temporada más que digna. Esta realidad ha llevado a que vuelva a producirse una lluvia de ofrecimientos de diferentes entrenadores para hacerse cargo de ese banquillo cuando se produzca una vacante. El más repetido es el de Ralf Kellermann, uno de los gurús de este deporte que catapultó al Wolfsburgo.
Toril ya dirigió al Castilla de 2011 a 2013 y cuenta con la protección de los directores generales del Madrid José Ángel Sánchez y Begoña Sanz. De hecho, hay quien apunta a que su renovación hasta 2024 estaba orientada a que regresara al fútbol masculino tras ayudar al club a sofocar la crisis en el femenino. Sin embargo, ese plan va perdiendo peso. Y no sólo por Arbeloa, que es el favorito de la dirección deportiva. Hasta Luis García, recién llegado para hacerse cargo del Real Madrid C (que llevará este curso el nombre del club absorbido, RSC Internacional), se ha puesto a su altura en la clasificación de popularidad que hay dentro de las oficinas de Valdebebas.
«Aquí hay entrenador»
Luis García llegó este verano del Damm, donde dirigió a su juvenil tres años, y es otro entrenador que ha caído de pie en un club en el que llegó a debutar como jugador con el primer equipo y en el que brilló en sus categorías inferiores antes de jugar en Mallorca, Espanyol, Zaragoza y Murcia, Tigres y Eupen.
El RSC Internacional que dirige el exdelantero asturiano marcha segundo en el Grupo 7 de la Tercera RFEF, en una categoría que históricamente fue clave para el Real Madrid por la cantidad de canteranos que pasaron por ella antes de dar el salto al primer equipo. Diferentes voces dentro de Valdebebas coinciden: "Aquí hay entrenador". La temporada que viene estará plenamente integrado en la entidad y, por tanto, podrá sumarse a las apuestas de futuro con más fuerza.