Rubén Baraja devuelve al Valencia la identidad que le llevó al éxito
Los che son el equipo que menos remates recibe de la categoría, el quinto que menos encaja y han cuajado el mejor arranque 'post Marcelino'.

El Valencia de Rubén Baraja es una de las revelaciones de LaLiga. No tanto porque todo un Valencia, cuarto club histórico de LaLiga, esté en la zona noble de la tabla, sino por las bajas expectativas que había antes de arrancar el curso tanto fuera del club -la afición era escéptica tras un año donde casi se desciende-, como dentro del mismo -donde la presidenta Lay Hoon marcó como objetivo la permanencia-. Sin embargo, los puntos, registros y el juego que despliega el equipo de Rubén Baraja hacen que cada vez cueste más mirar hacia debajo de la tabla, en vez de hacia arriba.
Relevo informaba en las últimas horas de que en el vestuario, tanto por parte de los jugadores como del cuerpo técnico, han dado un paso al frente en términos de mentalidad. Todos tienen claro que el objetivo es la permanencia, pero realmente creen que pueden estar por encima de las expectativas marcadas y que pueden pelear por estar en una zona más noble que la que implica la lucha por no bajar, sin que ello implique pelear por meterse en Europa, algo que no se contempla. A esa sensación del vestuario le avalan los resultados que han cosechado y el 'cómo' se han conseguido.
En el cuerpo técnico hay especial satisfacción porque sus jugadores han mostrado en las 12 jornadas iniciales una identidad definida: el Valencia siempre juega a lo mismo. Baraja tiene en su referente a Rafa Benítez o dicho de otra forma, quiere que su equipo crezca desde la defensa y el orden, rasgos identificativos históricamente en el Valencia. ¿El resultado? Más que notable. El Valencia seguirá lejos de su identidad como club mientras Peter Lim se mantenga en la entidad o no de un giro de 180 grados a su gestión, pero en lo que compete al verde, Baraja sí se ha centrado en recuperar lo que históricamente ha hecho grande a la entidad.
Porque el Valencia de Rubén Baraja ha conseguido el mejor arranque 'post Marcelino'. O dicho de otra forma, justo en el año que más preocupaba el descenso, el Valencia del Pipo ha cuajado el cuarto mejor arranque de toda 'la era Lim', con la diferencia de que en el resto de épocas, el máximo accionista configuró plantillas para Champions con inversiones millonarias y que esta temporada la entidad se las ha visto canutas para poder configurar una plantilla por las dificultades económicas.
- Valencia 2017/2018: 30 puntos (Marcelino
- Valencia 2014/2015: 24 puntos (Nuno)
- Valencia 2015/2016: 19 puntos (Nuno)
- Valencia 2023/2024: 18 puntos (Baraja)
- Valencia 2019/2020: 17 puntos (Celades)
- Valencia 2018/2019: 16 puntos (Marcelino)
- Valencia 2021/2022: 16 puntos (Bordalás)
- Valencia 2022/2023: 15 puntos (Gattuso)
- Valencia 2020/2021: 13 puntos (Gracia)
- Valencia 2016/2017: 11 puntos (Ayestarán)
Todo ello se ha conseguido siendo el equipo de toda LaLiga que menos disparos recibe por partido (107 en total en lo que va de curso) con 21 remates de diferencia con el Fútbol Club Barcelona (128) que es el segundo clasificado en este ránking. Es más, en lo que llevamos de curso pese a que los che han sufrido ya cuatro derrotas, solo en dos partidos su rival ha rematado más que ellos: el Betis (3-0 en el Villamarín con 15 remates recibidos), y el Almería (2-2 en Los Juegos del Mediterráneo con 17 remates recibidos). Frente al resto de rivales los del Turia siempre han generado más que su rival. Todo eso lleva a que hoy por hoy el Valencia sea el quinto equipo menos goleado de la competición (13 goles en contra) y que también haya cuajado su mejor arranque defensivo desde la época de Marcelino.
Baraja quiere la misma cabeza fría que con las derrotas
Cuando el equipo che entró en una ligera crisis este curso (1 victoria en 6 partidos), el cuerpo técnico tuvo claro que para evitar caer en la espiral de resultados negativos como en el año anterior había una receta: cabeza fría. El Pipo pidió a los suyos que mantuvieran la misma identidad, llegaran o no los resultados con la confianza de que tarde o temprano la moneda caería de su lado.
Ahora, la receta es la misma. El técnico es consciente de que no siempre se ganarán partidos como los del Granada, pero pide a sus jugadores la misma receta: cabeza fría. El entrenador es el primero que tiene confianza en poder mantenerse en una zona más tranquila que el año pasado, pero cree que eso solo llegará si sus jugadores no se crecen en una buena racha como la actual, o no se 'caen' cuando lleguen mal dadas. Que llegarán. La temporada es larga.