FC BARCELONA

Guiu y la gestión de la nube de los canteranos: "Antes no nos veía nadie y ahora a los 16 ya te manejas con la Prensa"

El debut de Marc Guiu presenta la cara más bonita de la moneda, pero detrás hay mucha presión.

Lamine Yamal, Marc Guiu y Fermín después del partido. /AFP
Lamine Yamal, Marc Guiu y Fermín después del partido. AFP
Albert Blaya

Albert Blaya

No hay deporte que regale tanta posteridad como el fútbol. Es una máquina de producir instantes que parcen infinitos. Marc Guiu vivió uno de esos momentos cuando, tras solo 34 segundos en el césped, marcó el gol de la victoria tras un control orientado ante Unai Simón, imbatible hasta ese momento en el partido. Guiu pasó de apenas 45.000 seguidores en redes a casi 600.000 en menos de un día; de desconocido para el gran público a trending topic. Pase lo que pase, ya nadie se olvidará de Marc Guiu. El precio a pagar por un gol es, en muchos casos, la inmortalidad.

Desde que Xavi llegó al primer equipo, son 14 los canteranos que han debutado en los casi dos años desde que el egarense está en el banquillo. Algunos como Lamine Yamal o Fermín López parecen futbolistas de la primera plantilla a todas luces, y otros como Ilias, Álvaro Sanz o Estanis Pedrola tuvieron un papel testimonial en momentos de necesidad. Al canterano le aguarda un camino que parece goloso, pero en muchas ocasiones suele estar repleto de obstáculos que te alejan del objetivo. Al fin y al cabo, el Barça es un equipo en el que lo normal es no llegar al primer equipo.

Las oportunidades suelen llegar de forma inesperada. El Barça, que está inmerso en una crisis económica que le fuerza a mirar en casa, está regalando oportunidades a muchísimos jugadores que aparecen con fuerza y que luego, por distintas circunstancias, no terminan de afianzarse en el primer equipo. Guiu, que ahora está en una nube, deberá gestionar lo que se le viene encima, que no será poco. Desde el club trabajan para que los jóvenes sepan gestionar estas situaciones, aunque fuentes cercanas a los futbolistas del filial aseguran que "depende mucho de sus entornos. Por suerte, vienen generaciones con mucha cabeza y eso hace que no se les suba demasiado. Antes te encontrabas con jugadores que cuando volvían al filial miraban por encima del hombro al resto". Guiu apenas ha jugado 18 minutos en el filial.

Estanis Pedrola y el salto al vacío

Como en Match Point, lo que separa un camino u otro, es una barrera finísima, imperceptible. Estanis Pedrola debutó con el Barça en un partido extrañísimo. Los azulgrana llegaban con muchas bajas por COVID, y de los 11 titulares de aquel partido, solo tres (Ter Stegen, Araujo y De Jong) siguen en plantilla menos de dos años después. Pedrola, que acababa de llegar al Barça procedente del Reus aquel mismo verano, entró en el tramo final del partido. El extremo catalán, que milita en la Sampdoria tras firmar un gran curso en el filial azulgrana, entró para defender el 0-1 en un asedio constante de los de Aguirre. Y un despiste suyo casi acaba en gol. "No estaba preparado", explicó a Jijantes meses después.

Cuando Estanis debutó, hacía poco más de seis estaba jugando en el Reus. "Estuvo a punto de irse becado a Estados Unidos, el fútbol para él había pasado más a un segundo plano tras salir del Espanyol, que fue un golpe duro. Y de repente llega el Barça. No lo pensamos", cuenta a Relevo su agente, Aleix Piqué. El jugador, que llegaba para estar en dinámica de Juvenil, pasó rápidamente al Barça Atlètic. Y en enero, el debut. En sus apenas 10 minutos, Estanis se durmió en una jugada en la que Jaume Costa le ganó la espalda y Ter Stegen evitó el empate en una de las paradas del curso. "Le costó asimilar todo este proceso. La situación te sobrepasa porque te cambia todo en muy poco tiempo", explica su agente a Relevo.

La generación con más herramientas de la historia

Uno de los principales problemas con los debuts de estos futbolistas es que sus realidades se alteran durante un tiempo. "Pasé de jugar ante 50.000 personas y estar viajando en avión a ir al campo del Gramanet o el Badalona ante 800 personas. Es duro de asimilar", explica a Relevo el excanterano Oriol Riera, que debutó en la temporada 2003/2004. Para Riera existe una gran diferencia entre los jóvenes de ahora y los de su generación. "Los 16 de ahora son los 18 de antes. Están más preparados física y mentalmente, porque tienen muchas más herramientas a su disposición. Cuando yo iba con el primer equipo veía a Saviola como un gigante. Era inalcanzable. La diferencia era enorme".

Hace 20 años no existía la Youth League, y la 1ª RFEF, tampoco. Ambas competiciones ofrecen a los filiales y a los jugadores más jóvenes una oportunidad para acostumbrarse a la exposición mediática. Todo se acelera. "Pasabas de que no te conociese casi nadie a estar expuesto, era difícil de gestionar. Ahora los chavales suben mucho más preparados. Pero se trata de que la oportunidad no solo se de una vez", cuenta Riera a Relevo. Añade, además, que ahora los jóvenes se manejan con la prensa de forma mucho más natural, acostumbrados a que muchos periodistas sigan sus pasos en el fútbol formativo. Antes casi nadie prestaba atención a ello. Guiu, que aprovechó sus minutos, deberá acostumbrarse a que sus minutos en el Juvenil o el filial se miren con lupa. Que se analice cada partido, cada remate.

La exposición cada vez más temprana

"Cuando regresó al filial, Estanis se puso mucha presión encima. Quería demostrar que pertenecía al primer equipo, que su nivel era ese", explica Aleix Piqué. Uno de los problemas es esa exigencia que nace fruto de la exposición, y que corre el riesgo de quemar al jugador si no lo gestiona bien. Ahora, la gente empezará a contar los goles de Guiu, se celebrará cada tanto en juveniles o filial como prueba de su validez. Los malos tramos, que llegarán, se tendrán que suavizar porque la presión ha aumentado exponencialmente. "Antes en el filial había muchos jugadores de 21 o 22 años. Yo tenía 17 y era muy joven, pero el Barça B no tenía un escaparate como el actual. No se televisaba nada. ¿Quién nos iba a ver?".

Las cosas han cambiado. La Masia es estudiada, cada fin de semana hay compilados de vídeos correteando por las redes de chavales de 14 y 15 años y el jugador, que casi antes que persona ya es personaje público, es expuesto desde muy joven. "No veo miedo en sus miradas", decía Xavi después del partido. Los chavales han cambiado el miedo por la convicción, aprovechando todo aprendizaje precoz para que cuando la oportunidad les llegue estén preparados.