Lesión de Dani Olmo del 15 de septiembre

Probablemente, haya sido la peor noticia de la goleada en Girona (1-4). Dani Olmo permanecía en la enfermería entre cuatro y cinco semanas por una lesión en el bíceps femoral de la pierna derecha, según comunicaba el FC Barcelona el pasado septiembre. Aunque después del partido se informó de que las molestias no parecían graves y se podía tratar de una sobrecarga, finalmente las pruebas realizadas esta mañana han evidenciado un problema serio.

Dani Olmo tuvo que pedir el cambio en el minuto 61 de partido por unas molestias en los isquiotibiales de la pierna derecha. El delantero se dirigió al banquillo y al retirarse del terreno de juego charló con Flick. Se sometió a una nueva prueba médica para conocer el alcance exacto de la lesión. Ante un calendario tan apretado y sin margen para el descanso, Olmo se va a perder un trecho importante, incluso se descarta que vaya al siguiente encuentro de selecciones.

"Tenemos que esperar a las pruebas de mañana. Veremos como está, pero esperemos que no sea nada grave", aseguró Flick en rueda de prensa. Cabe recordar que el delantero ya no jugó el partido ante Suiza por unas molestias en la rodilla tras un golpe sufrido en el primer partido ante Serbia.

Oficialmente, Olmo tuvo una lesión en el bíceps femoral de la pierna derecha de la que ya está recuperado, un contratiempo muscular habitual en los futbolistas que frena a un jugador que ha vivido un verano intenso con la Eurocopa y el cambio de club y de hábitos de entrenamiento al pasar del Leipzig al Barcelona.

El mediapunta se perdió seis encuentros con el Barça. De Liga, las jornadas siguientes ante Villarreal, Getafe, Osasuna y Alavés. De Champions lo hará ante el Mónaco y el Young Boys. Además, entre medio, habrá un nuevo parón de selecciones. Según lo previsto, Olmo ya está en la convocatoria ante el Sevilla.

El partido en el que se rompió fue partido accidentado para Olmo, que en la primera mitad ya tuvo que ser atendido por el doctor Ricard Pruna tras sufrir un corte en la nariz.

Antes de marcharse lesionado, Dani Olmo firmó una obra de arte en forma de gol. Mandó al fondo de la red un balón preciso de Jules Koundé a la espalada de la defensa. Sin ángulo, el egarense lanzó un zurriagazo que sorprendió a Gazzaniga. Era el 0-3 justo al inicio del segundo tiempo. Un gol psicológico que acabó por tumbar al Girona y le hizo al Barça tener una segunda mitad relativamente cómoda. Es el tercer gol del ex del Leipzig en lo que va de curso.