El Barça de Xavi, a por una racha de récord con la lección aprendida
Los azulgranas enlazarán 15 partidos seguidos sin caer si puntúan contra el Sevilla, la mejor racha desde la llegada de Xavi

Tras caer eliminado de la Champions, Xavi fue contundente en su mensaje: "Aprenderemos a base de castañas", dijo. Y así ha sido. Tras tocar fondo, su equipo se levantó y empezó a caminar, esta vez ya sin miedo. Cuando no tienes nada, no puedes decepcionar a nadie. En base a esta premisa, el Barça ha ido dando pasitos. Pequeños pero constantes. Si los azulgranas puntúan esta noche frente al Sevilla, enlazarán 15 envites seguidos sin conocer la derrota, igualando la mejor racha desde que Xavi asumió las riendas.
El último KO del Barça fue el 26 de octubre al caer 0-3 ante el Bayern. Desde entonces se han jugado 14 partidos, dos de ellos resueltos en empate, contra Espanyol y Betis en la Supercopa de España, y los 12 restantes en victoria culé. De todos esos triunfos, además, hasta siete fueron dejando la portería a cero. Son ya tres meses y medio sin hincar la rodilla, una magnífica racha forjada en el sufrimiento y la solidaridad defensiva, como se vio en el Benito Villamarín este miércoles. Como admite el propio Xavi, conquistar la Supercopa ante el eterno rival ha liberado a un vestuario que hasta ahora ni siquiera conocía la felicidad como culé.
Entre enero y abril del curso pasado, el conjunto catalán también encadenó 15 encuentros sin perder. Fue una racha que empezó después del KO en Copa del Rey contra el Athletic Club, el 20 de enero. El Barça empató ante Espanyol, Nápoles, Galatasaray y Eintracht y derrotó a Alavés, Atlético, Valencia, Athletic, Elche, Osasuna, Real Madrid, Sevilla, Levante, Nápoles y Galatasaray. En total fueron cerca de tres meses sin caer: finales de enero, febrero, marzo y mitad de abril. En la vuelta de cuartos de final de la Europa League, el Eintracht reventó de un plumazo el dulce momento de los culés.
Lección aprendida: un solo partido puede cambiarlo todo
En una noche para olvidar, tanto por lo que ocurrió en el césped como por lo vivido en las gradas, los teutones desmontaron el castillo de naipes de los de Xavi. Por encima de todo, el Barça se vio superado en intensidad, aquella que requieren las competiciones europeas. Sin saberlo, esa debacle desenchufaría por completo a los azulgranas, que en los siguientes 10 días también verían como Cádiz (0-1) y Rayo (0-1) agrandaban la herida. Tocaba empezar de cero, igual que en el presente curso después del fiasco en Champions.
Un año después, el Barça cree tener bien aprendida la lección. Y está harto de retroceder 10 o 12 casillas de golpe cada cierto tiempo. "Hablo con los jugadores, les digo que no hemos hecho nada y que en el Barça lo único que vale es ganar cada día", recordaba el técnico catalán antes de medirse al Sevilla. Conocedor de que el entorno barcelonista no tiene punto medio, Xavi y su cuerpo técnico se centran ahora en la parte psicológica. No quieren ni la más mínima relajación. Primero, porque el equipo solo es competitivo de verdad cuando da el 100% -los últimos cuatro triunfos llegaron por la mínima-. Y segundo, porque el auténtico Tourmalet de la temporada está a la vuelta de la esquina: tres Clásicos en un mes y doble enfrentamiento con el Manchester United.