REAL MADRID

Lo nunca visto con Bellingham y un pique con los jóvenes del Barça que renace: "Nueva Era"

El inglés ya es líder después de sólo cinco meses en el equipo. Sus goles han dado 15 puntos. La química con el resto de 'niños', total.

Bellingham celebra la victoria del Real Madrid en Montjuïc. /REUTERS
Bellingham celebra la victoria del Real Madrid en Montjuïc. REUTERS
Jorge C. Picón
Manuel Amor

Jorge C. Picón y Manuel Amor

Hay pocos nombres más de moda en el planeta fútbol, por no decir ninguno, que el de Jude Victor William Bellingham (20 años). Su impacto en el Real Madrid no ha pasado desapercibido para nadie y ese ángel para marcar lo convirtió en el héroe del Clásico (1-2): dos goles en el tramo final del partido para remontar en el marcador y llevarse los tres puntos de Montjuïc. Después se atrevió a decir que no estuvo a su "mejor nivel", como si firmar un doblete ante el máximo rival le supiese a poco.

Sus tantos resultan tan deseados como inesperados. Nunca se destacó como un gran goleador. "En Birmingham hizo algunos, pero nunca tantos", comenta a Relevo una persona que lo conoce bien y a la que le ha sorprendido tanto como al resto su efectividad. Reconoce, eso sí, ese punto de "saber estar". Un don que no lució de tal manera en Dortmund y que tampoco imaginaban en Valdebebas. El que le ha valido para anotar 13 goles en sus 13 primeros partidos con el Real Madrid.

Con ellos, el equipo ha sacado 15 puntos entre LaLiga y la Champions. Nueve en el torneo local, sin los que perdería entre tres y cinco puestos, y seis en el continental. En una ocasión, precisamente en Barcelona, sirvieron para evitar la derrota, mientras que en seis ocasiones rompieron el empate a favor del equipo blanco. Son cifras que colocan su comienzo de curso por encima incluso del de Cristiano Ronaldo.

Su liderazgo empieza con un carácter arrollador. Una madurez de "veterano", destacó Ancelotti en rueda de prensa tras ganar al Barça, y una convicción que enamora al madridismo. La misma que le llevó a ir a por la pelota nada más marcar su primer gol en busca del segundo, que llegó al final. Esa mezcla, completada con actuaciones de estrella semana tras semana, le han convertido en el líder indiscutible de la nueva generación blanca.

"New era", comentó Vinicius en X (antes Twitter). Toda una indirecta a los jóvenes del Barcelona, que se calificaron de la misma manera tras levantar la Supercopa del año pasado en Arabia. Ambas plantillas, colmadas de niños, luchan por la hegemonía del fútbol español, que en el último encuentro cayó del lado blanco. Jude, por su parte, publicó la mítica fotografía de The Beatles, la que ilustra el disco Abbey Road... pero con imágenes de Valverde, Camavinga, Tchouameni y él mismo. Todo bajo el contexto de que una de las temáticas del partido pasó por los Rolling Stones, con Mick Jagger y Ron Wood presentes en el palco, y que siempre ha existido rivalidad entre las bandas por decidir cuál es la mejor de todos los tiempos.

La química entre los jóvenes del vestuario, por otra parte, es total. Quedan, viajan y pasan muchas horas en compañía, trasladando esa buena relación fuera del campo. "Es positivo porque podemos decirnos la verdad sobre el césped. Salimos, pasamos los días libres... Vamos a jugar juntos durante 10 años, es importante construir esa química ahora. Así va a ser más fácil que hagamos grandes cosas", aseveró Tchouameni en una entrevista en El País publicada hace unos días.

11 jugadores menores de 25 años componen la plantilla blanca y empiezan a asentar las bases de lo que será el equipo la próxima década. Entre ellos hay tan buen ambiente que, incluso, algunos viven cerca y se visitan habitualmente por las tardes. Y entre todos ellos destaca Bellingham, que ha caído de pie y empieza a asumir el liderazgo del equipo más laureado de Europa con una naturalidad pasmosa para un chico de sólo 20 años.

Jude tira del resto

El británico desatasca partidos, situaciones comprometidas y ayuda a los demás. Es el primer futbolista de la historia del club en anotar en su debut en LaLiga, en Champions y en un Clásico. Y no, precisamente, con goles cualquiera. Su guía acoge al resto de jóvenes, los que también brillaron en Barcelona y los que jugaron un choque más gris. Fue el caso de Vinicius, que apareció poco; Rodrygo, que pasó de puntillas; o Camavinga, dolido por volver a ser suplente en un día grande pero que luego al salir se resarció. A todos los acompaña y les devuelve la sonrisa.

Deben ser ellos, y así lo cree el club, los que capitaneen al Madrid del presente y del futuro. Su juventud es insultante: Bellingham y Camavinga tienen 20 años, Rodrygo 22 y Vinicius y Tchouameni 23. A ese grupo se le une a Militao, de 25, y a Güler (19), un melón por abrir pero con margen para explotar. Todos, como informó Relevo, están blindados: el inglés y el turco firmaron hasta 2029, a Militao, Camavinga, Valverde y Rodrygo se les ha renovado hasta 2028 (fecha de fin de contrato de Tchouameni) y el vínculo de Vinicius se extendió hasta 2027 con una notable mejora salarial.

Con ellos, creen desde la entidad, el éxito en el lustro que viene está garantizado. Por eso, en las reuniones que mantuvieron Florentino Pérez, José Ángel Sánchez y Carlo Ancelotti a principios de verano, acordaron que esta debía ser la temporada del relevo generacional. Aunque ello conllevase decisiones difíciles (enfadar a Modric y sentar a Kroos) y algunas críticas si los resultados no llegaban. El tiempo les ha dado la razón.

La previa del Clásico estuvo marcada por la discusión entre cantera y cartera, con el Barça sacando pecho por la irrupción de sus jóvenes y el valor de Gavi o Fermín López. Bellingham, definitivamente, ganó su pique con el de Los Palacios. El '5' blanco todavía no olvida que el barcelonista se llevó el último Golden Boy por delante de él... y de su inseparable Camavinga.

Ahora, aunque por edad podría seguir optando al galardón que otorga Tuttosport, el ex del Dortmund ha cambiado de nivel. Llega tarde al Balón de Oro que se entrega el lunes, aunque esté entre los 30 nominados, pero su candidatura al premio del próximo año empieza a coger fuerza. Mientras Haaland flipa con él ("este chico no es real") y Mbappé continúa condenado al ostracismo de la liga francesa, Vinicius ya compara a Belli con Cristiano y el inglés no se cansa de destrozar récords. En sólo cinco meses ha cambiado al Real Madrid de arriba abajo y nadie se anima a ponerle techo.