Benzema aprende a parar y el plan da resultado
El conocimiento que el francés tiene de su cuerpo le permite evitar lesiones graves y volver en plenitud. La temporada pasada no forzó en el Clásico y le hizo cuatro goles al Chelsea en la Champions.

La madurez llega cuando uno comienza a conocerse. Sucede también en el fútbol. El jugador joven es impetuoso, explosivo, no mide esfuerzos porque el siguiente partido es el último de su vida. En cambio, el experimentado sabe medir los tiempos, consciente de que en muchas ocasiones lo peor es forzar al cuerpo. En este sentido, hay pocos jugadores en LaLiga con un mejor conocimiento de su anatomía que Karim Benzema. A sus 34 años, el francés se ha revelado como un experto a la hora de prevenir lesiones y reducir la gravedad de las mismas gracias en parte a saber parar a tiempo cuando nota alguna molestia física. El delantero volvió a ponerlo de manifiesto antes del derbi.
Hace dos semanas, se retiró del encuentro ante el Celtic después de sentir dolor en la rodilla y, aunque al principio se temió por una afectación del menisco, todo quedó en un susto de 'sólo' unas semanas de baja ("lesión en el músculo semitendinoso y una sobrecarga en el cuádriceps, ambas en el muslo derecho"). Si el encuentro contra el Atlético hubiese sido de una gran trascendencia para la temporada, Benzema hubiera forzado y jugado. Pero el francés optó por no arriesgar y utilizar el parón de selecciones para poner su físico al nivel competitivo del resto de la plantilla. El calendario obliga. Octubre es un mes cargado, con nueve partidos y varias cumbres, como la del Clásico (16 de octubre), el partido contra el Sevilla (23-O) y tres de Champions (dos contra el Shakhtar y el del Leipzig). Y el pasado más reciente le ha enseñado que la prudencia es la mejor medicina.
Este plan preventivo antes de los repechos ya lo puso en práctica Benzema la temporada pasada, más cargada de minutos por su regreso a la selección, y le funcionó. Por ejemplo, contra el Elche, el 23 de enero, notó un leve pinchazo en el muslo izquierdo, empezó a probarse y pidió rápidamente el cambio evitando una posible complicación que le impidiera estar en la eliminatoria de Champions contra el PSG, a la vuelta de la esquina. Al final sólo estuvo una semana de baja. A su vuelta, fue un torbellino: ocho goles en seis partidos, incluso un hat-trick contra el equipo de Al-Khelaifi y Mbappé.
El patrón se repitió antes del Clásico del 23 de marzo. Benzema pidió el cambio contra el Mallorca por molestias en la parte baja del gemelo izquierdo después de celebrar su gol. Con la Liga encarrilada (el Madrid líder, a 15 puntos del Barça, tercero), el francés no forzó para jugar frente a los azulgrana teniendo en cuenta que dos semanas después el Madrid se jugaba los cuartos de la Champions contra el Chelsea. Esa parada a tiempo volvió a funcionar. Regresó y en cuatro partidos marcó seis goles, cuatro de ellos en el doble duelo ante los ingleses. Regresó y en cuatro partidos marcó seis goles, cuatro de ellos en el doble duelo ante los ingleses y que sirvieron para llevar al Madrid a semifinales de esa Champions de los milagros que acabaría conquistando.
Las técnicas de Benzema
Karim 'mima' su físico hasta el extremo con largas sesiones de gimnasio en sus días libres, técnicas de recuperación como el 'cupping' la utilización de chalecos de electroestimulación y un plan de su fisioterapeuta de confianza que cumple a rajatabla. Ahora, ha decidido de nuevo no arriesgar. Aunque en esta ocasión, su baja está afectando menos al equipo que en la temporada pasada, donde en ciertos tramos se evidenció una cierta dependencia de los goles del francés.
Ancelotti ha conseguido repartir la tarea de Karim (hasta nueve jugadores más, demás del galo, han visto puerta en nueve encuentros) y ha encontrado en Rodrygo a un falso nueve verdadero, toda vez que el experimento de Hazard fue flor de un día en Glasgow. Una solución en el once que tiene fecha de caducidad, el 2 de octubre. Ese día, contra Osasuna, está previsto que Benzema regrese a la titularidad. Sano, el '9' es el titular de Ancelotti y Rodrygo y Valverde deberán pelear por un puesto. Pero esta lesión ha permitido al italiano hacer de la necesidad virtud y encontrarse por el camino con una solución extraordinaria para una temporada en la que será necesario distribuir muy bien los minutos