Brasil se mete en un laberinto con Ancelotti y le pide ayuda a los pesos pesados para salir

La concentración de la selección brasileña en Barcelona la marcó la búsqueda del nuevo entrenador. Aquí jugará este sábado un amistoso contra Guinea, pero el tema de conversación era otro muy diferente. El nombre de Ancelotti retumbaba en el hotel, en el campo de entrenamiento y en la sala de prensa. No se cae del primer puesto de la lista de futuribles, a pesar de que el Real Madrid lo ha ratificado en el puesto tanto en público como en privado y ya está planificando la próxima temporada. Ednaldo Rodrigues, presidente de la CBF, apura sus opciones de poder contar con él.

El mandatario se ha encontrado dentro de un laberinto con difícil salida. La insistencia en el italiano hace pensar incluso a miembros de la confederación que su idea pasa por esperarlo hasta 2024. La fase clasificatoria al Mundial en Sudamérica, que empieza en septiembre, es ahora muy sencilla. Al de 2026 van seis de diez países, por lo que no hay prácticamente espacio para el desastre. Ancelotti debutaría en la Copa América de junio de 2024, que se jugará en Estados Unidos.

Sin embargo, en el otro lado de la balanza, la presión sobre la selección brasileña y el propio Ancelotti sería pesada. ¿Qué se diría del italiano cuando las cosas fueran mal en Madrid? ¿Cómo trabajaría un entrenador interino con unos futbolistas que saben que tiene fecha de caducidad? Por ello, como ya ha informado Relevo, altos cargos de la CBF han recomendado al dirigente no optar por esta estrategia.

Mantienen una pequeña esperanza de que Carlo decida cambiar el blanco por el amarillo. La situación entre el técnico y la directiva se ha tensado debido a que los fichajes prometidos no llegan y no se está tomando en consideración su opinión. Se antoja complicado que ese desgaste lleve al italiano a tal límite que acabe desligándose de un club al que le ha jurado amor eterno en numerosas ocasiones, pero en Brasil no pierden la fe.

El principal problema es que no hay nada en el mercado de entrenadores que les guste tanto como Carletto. Han contemplado algunos candidatos en Brasil, pero les frena que todos los equipos están en plena competición (Brasileirao, Copa Libertadores o Copa Sudamericana). Quitarle el técnico a alguno de los mejores clubes del país en mitad del torneo provocaría la ira de una parte de la opinión pública, y podría despertar el recelo de los conjuntos rivales. En caso de elegir a alguien local, mejor esperar unos meses. 

Para intentar salir del embrollo, el presidente mantuvo una conversación con cuatro jugadores veteranos en la concentración: Marquinhos, Danilo, Casemiro y Alisson. El directivo se apoya mucho en los pesos pesados para tomar la decisión final. Ellos, por el contrario, no quieren asumir la responsabilidad. "Creo que es importante contar con la opinión de los futbolistas, pero nuestro papel no es decidir o decir que está bien o mal. Nuestro papel es hacer que el plan del presidente funciones", comentó Danilo en rueda de prensa.

El lateral dio pistas de lo que espera del nuevo entrenador. "Lo primero, cualquier técnico tiene que disfrutar ganando. Y que sea bueno en el campo. Con este grupo es fácil trabajar, es muy profesional y autoexigente. El que venga tiene que tener historia, que sea fuerte, que cause respeto, que le guste tener el balón y que sea ofensivo. Eso es lo que pide la historia de la selección brasileña'', declaró.

Mientras tanto, Ramon Menezes asume su papel de técnico interino con naturalidad. Tanto que no se corta a la hora de echarle flores a Ancelotti. "En primer lugar, es un gran entrenador. Pero por mi parte, ya he dicho un poco. Esperemos qué va a pasar. Estoy concentrado en hacer estos dos partidos. Para que Brasil vuelva a ganar". El agradecimiento de Ednaldo y del resto de la CBF hacia él es total.

Tras esta concentración que llevará a Brasil a Lisboa después de Barcelona se decidirá el plan de acción. Las cartas están descubiertas y solo queda tomar la determinación. Pase lo que pase, se vienen semanas de muchas turbulencias en la sede de la CBF, con Ancelotti como gran deseo y sin muchas balas en la recámara para utilizar, de momento...