Camavinga abraza a su 'yo' del pasado y enseña un camino a Ancelotti
El galo, esta vez como interior y arropado por Valverde y Tchouameni, volvió a ver puerta en Liga 94 partidos después.
Desde la grada, sancionado por acumulación de tarjetas amarillas, Ancelotti volvió a su característico y conservador 4-3-3 con la versión más todocampista de Camavinga, discutido en las últimas semanas por su expulsión en el Emirates Stadium frente al Arsenal, en un partido marcado por los dos goles de falta de Declan Rice y, después, de Mike Merino. El francés anotó el primer tanto del choque en una secuencia de pases sobresaliente en la que también participó Fede Valverde, segundo integrante de una tripleta de mediocentros en la que Tchouameni, pivote, se convirtió en ancla.
Rebasado el minuto 30, y con el tanto de Asencio anulado por falta de Rüdiger sobre Owono, el centrocampista galo, esta vez como interior y con mayor libertad, superó al portero babazorro con un disparo desde fuera del área que acalló a la afición local. Antes, eso sí, protagonizó una pared con Fede Valverde que le permitió situarse en la frontal del área sin marcador, completamente liberado y con la posibilidad de esquinar un golpeo que supuso un jarro de agua fría para la hinchada alavesista, activa desde los primeros compases del envite.
Se trata, además, del primer tanto de Camavinga en Liga. El internacional galo sumaba 94 partidos sin ver puerta y, en una temporada marcada por la irrupción de Asencio y la consolidación de Tchouameni en el pivote, no había gozado del protagonismo esperado, intercalando suplencias y titularidades en la competición doméstica. Precisamente en Champions, resultó expulsado frente al Arsenal en los últimos compases del partido (también estaba apercibido) y no estará en la vuelta.
⚽ 34' | 0-1 | ¡¡¡GOOOOOOOOOOOOOOOOL de @Camavinga!!!#FC25 | @easportsfc pic.twitter.com/166FRcIw5g
— Real Madrid C.F. (@realmadrid) April 13, 2025
La celebración del francés tuvo de todo: 'dedicatoria' a la afición del Alavés, pues había sido pitado instantes antes por un lance del juego con Mouriño, guiño al banquillo, donde se fundió en un abrazo con Vinicius, y felicitación cálida por parte del resto de sus compañeros, conscientes de que no se trata de un goleador habitual, y del cuerpo técnico, encabezado esta vez por Davide Ancelotti.
La diana de Camavinga, que sacó a relucir una de sus mejores cualidades (llegada al área y libertad de movimientos), coincide con la 'vuelta' al 4-3-3 de Ancelotti, esta vez sin Bellingham, suplente, y con un tridente de centrocampistas más conservador en el que Tchouameni ejerció como ancla, acompañado por Camavinga y Valverde, en izquierda y derecha respectivamente.
En los últimos 15 minutos de la primera mitad, ya con el tanto en su casillero particular, lideró algún intento de contragolpe de los blancos, que perdieron a Mbappé, expulsado, en el 38'. Soto Grado acudió al VAR para revisar el lance del juego que el galo protagonizó junto a Antonio Blanco y, finalmente, decidió enviar al 9 a los vestuarios por la dureza de la acción y la altura de la entrada.