Carlos Carvalhal, un entrenador 10 para el Celta
El portugués alcanza la decena de encuentros en el banquillo y el equipo vigués sería décimo desde su llegada.

Cuando un equipo cambia de entrenador con la temporada ya en marcha es que las cosas no van bien y no se están cumpliendo los objetivos. Eso mismo pensaron los dirigentes del Celta cuando, tras la duodécima jornada, decidieron destituir a Eduardo Coudet para confiar el equipo a Carlos Carvalhal, un técnico que había logrado grandes resultados en el Braga portugués. El luso debía afrontar dos encuentros antes del parón mundialista y, sobre todo, devolver la confianza a un equipo que se caía al mínimo golpe. Ahora, tras una decena de jornadas en el banquillo, su figura sale muy reforzada.
En los diez partidos ligueros que ha dirigido Carvalhal, el Celta suma trece puntos, lo que le situaría en una más que cómoda décima posición en la clasificación. El dato, muy bueno, podría ser todavía mejor si tenemos en cuenta que cuando se midió a Osasuna en Balaídos (1-2 para los navarros) apenas llevaba unos días en Vigo. El siguiente partido en Vallecas, que se saldó con empate, también le pilló con las maletas sin deshacer.
Ha sido después del Mundial cuando se ha podido ver más al Celta que quiere perfilar el técnico bracarense, que ha sabido adaptarse a la competición y a los rivales. Alternando un esquema con tres centrales con otro más clásico 4-4-2, el equipo ha dado un paso adelante en varios aspectos. En los ocho encuentros que se han jugado en 2023, el cuadro vigués acumula 12 de 24 puntos posibles, un ritmo que le haría ver hacia las posiciones altas de la tabla. Y las sensaciones también acompañan a los números.
En su etapa en Vigo, Carvalhal se ha medido a equipos de la talla de Sevilla, Villarreal, Betis, Atlético de Madrid o Real Sociedad, todos ellos llamados a pelear por plazas europeas, y solo cedió ante los rojiblancos en un duelo que dominaron de principio a fin y en el que solo la falta de puntería les privó de una victoria.
El acierto anotador es quizá el principal debe de este equipo, que arrastra ese problema desde que comenzó el curso. Únicamente Iago Aspas y Gabri Veiga han visto puerta con frecuencia y en los diez partidos de Carvalhal el equipo tan solo ha anotado una decena de tantos. Donde sí ha mejorado es en la parcela defensiva, el gran agujero del Celta en el primer tercio liguero. El conjunto vigués ha pasado de encajar una media de dos goles por encuentro a dejarla solo en uno, lo que le hace ser uno de los más sólidos de la competición.
El entrenador luso también ha sumado a la causa a varios futbolistas que no tenían demasiadas oportunidades con su antecesor. Luca de la Torre y Mingueza son el mejor ejemplo, aunque en la otra cara de la moneda están Hugo Mallo y Cervi, los dos futbolistas que han visto disminuida su participación sobre el césped.