SEVILLA

Así se cocinó el despido de Lopetegui: seis candidatos como reto a la paciencia de Monchi

El apoyo del director deportivo a Lopetegui, las negativas de otros candidatos y las peticiones de Sampaoli convirtieron el cambio de técnico en un culebrón.

El director deportivo del Sevilla, Monchi, en la ciudad deportiva./GETTY
El director deportivo del Sevilla, Monchi, en la ciudad deportiva. GETTY
Samuel Silva

Samuel Silva

El culebrón en torno a Julen Lopetegui ha dejado numerosos episodios por el camino. Si el final de la pasada campaña dejó heridas abiertas que ni siquiera las reuniones de junio permitieron cicatrizar, las dudas sobre su continuidad que surgieron nada más comenzar la temporada provocaron que el club de Nervión manejase posibles recambios hasta conseguir el sí de Jorge Sampaoli. Ha sido el casting más duro para el director general deportivo, Monchi, que apoyó a Lopetegui hasta el último momento, pese a las conversaciones que fue manteniendo con otros entrenadores por las peticiones de sus superiores.

Si Sampaoli ha sido un candidato de consenso dentro del comité ejecutivo del Sevilla, del que forma parte Monchi pero también el presidente, José Castro, y los vicepresidentes José María del Nido Carrasco y Gabriel Ramos, otros nombres estuvieron sobre la mesa. Desde Marcelo Gallardo, el preferido del director general deportivo, a viejos conocidos como Marcelino García Toral. También se llegó a hablar con Rafa Benítez o se preguntaron las condiciones de Mauricio Pochettino o Javi Gracia.

Desde la doble derrota ante el Barcelona y el Manchester City, que generó el primer gabinete de crisis, con llamada a los capitanes incluida, la continuidad de Lopetegui estuvo en entredicho. El apoyo de Monchi, su gran valedor también en verano para que continuase, bastó para que el técnico vasco tuviera una bala extra en Cornellá. Allí, con una alineación que sorprendió a todos, el Sevilla consiguió su primera victoria de la temporada, con lo que Lopetegui cogió aire.

Tanto Monchi como el propio entrenador manifestaban que el equipo necesitaba tiempo para crecer, después de una planificación tardía y extraña, también la más discutida del director general deportivo en el Sevilla. Ese triunfo ante el Espanyol permitió que Lopetegui volviera a dirigir al equipo ante el Copenhague y el Villarreal, con sendos empates que no despejaron los nubarrones sobre su figura.

Las negociaciones

Con la llegada del parón de selecciones, el Sevilla reactivó de manera firme esos contactos que había iniciado antes. Algunos nombres como el de Marcelino se fueron cayendo a las primeras de cambio, al transmitir el entrenador que no consideraba el momento como el adecuado para iniciar una segunda etapa en el Sevilla. Otros como Mauricio Pochettino eran imposibles por sus exigencias económicas tras el despido del PSG. Tampoco las condiciones de Rafa Benítez, que quería un contrato largo y después del Mundial, eran las idóneas.

El casting del Sevilla y de Monchi se iba reduciendo a las figuras de Marcelo Gallardo y Jorge Sampaoli. El primero tenía la dificultad de su contrato en vigor con River Plate, que finaliza en diciembre; el segundo prefería contar con más tiempo para trabajar con el equipo, por lo que tenía dudas de aceptar el cargo de manera inmediata con un calendario que presentaba a Atlético de Madrid y Borussia Dortmund como primeros rivales, además de otras exigencias contractuales.

Jorge Sampaoli, en su anterior etapa con el Sevilla. GETTY
Jorge Sampaoli, en su anterior etapa con el Sevilla. GETTY

Con este panorama, de nuevo el apoyo de Monchi fue decisivo para que Lopetegui se sentase en el banquillo a la vuelta del parón liguero. Una última bala para el vasco. La derrota ante el Atlético y, sobre todo, la mala imagen del equipo precipitaron los acontecimientos. A las reuniones tras el partido se unieron otras el mismo domingo, en las que ya se avanzó de manera definitiva con Jorge Sampaoli.

Pero ése no fue el final del culebrón. El lunes por la tarde, el comité ejecutivo se citó en el Ramón Sánchez-Pizjuán para decidir los pasos a dar una vez que existía un acuerdo ultimado con el argentino. En esa tensa reunión, Monchi, por enésima vez, mostró su apoyo a Lopetegui, a quien también había respaldado por la mañana en el entrenamiento, por lo que se decidió que se sentase en el banquillo ante el Dortmund. Los dirigentes entendieron que el vasco era el hombre más adecuado para buscar la victoria ante el conjunto alemán, pero a la vez se cerró la negociación con Sampaoli, que incluso ya dispuso de los billetes para llegar este jueves a la capital hispalense.

Ese cierre extraño provocó también la rueda de prensa más difícil de Lopetegui, ya conocedor de todo lo que se había movido a su alrededor, después de que el día anterior hubiera estado hasta última hora en la ciudad deportiva buscando soluciones para mejorar al equipo ante el Dortmund. No han sido horas fáciles para el entrenador, a quien ni el apoyo de Monchi pudo rescatar en esta ocasión, después del casting más duro y complicado de los últimos tiempos en el Sevilla.