La historia lo dice... La Real irá a la Champions

Diez años después, la Real Sociedad acaricia la Champions League. El esprint protagonizado en las últimas jornadas, sumando 10 de 12 puntos, le han permitido afrontar el tramo final con una comodidad que era impensable hace unas semanas. Sus buenos números, sumados al empate del Villarreal y los últimos tropiezos del Betis, presentan un escenario idílico para los donostiarras. Siete puntos de ventaja sobre el submarino amarillo: una distancia históricamente insalvable.

En el fútbol se han visto milagros impensables, pero la historia de LaLiga no ha visto una remontada como la que tendrían que hacer los de Quique Setién para jugar la próxima Champions League. A falta de cinco jornadas para el final del campeonato, ningún equipo ha sido capaz de remontar más de cinco puntos para acabar celebrando una clasificación a la máxima competición continental.

Los mayores 'milagros' en este sentido los protagonizaron el Atlético en la temporada 2008-09, que llegó a los últimos cinco partidos en sexta posición y a cuatro puntos del Valencia. Una racha inmaculada les permitió acabar en cuarta posición. Hay que remontarse hasta el curso 1999-00 para encontrar otra remontada, en este caso de cinco puntos. El conjunto che era sexto en un torneo en el que solo iban a la Champions los tres primeros y lo consiguieron sumando 13 de 15 puntos, superando a Real Madrid, Zaragoza y Alavés.

Unos registros que dan cierta tranquilidad a la Real, que además sabe que ganando sus tres partidos como local ante Girona, Almería y Sevilla será suficiente para celebrar su tercera clasificación a la máxima competición continental en este siglo. La noticia es muy positiva, sobre todo porque las dos salidas que presentaba el calendario en este tramo final eran complicadas: Camp Nou y Civitas Metropolitano, los estadios de los dos primeros clasificados.

Los de Imanol se podrían permitir caer en ambos, aunque conociendo al entrenador txuri-urdin seguro que exigirá a los suyos la máxima concentración para poder acercarse a los mejores registros históricos del cuadro guipuzcoano.

El optimismo se ha desbordado tras el triunfo ante el Real Madrid y más aún tras el último pinchazo del submarino amarillo. Otro argumento para ello es el gran rendimiento de la Real ante su público en los últimos meses. Desde el Mundial de Catar solo han perdido un partido, ante el Valladolid, en los 11 partidos jugados ante su gente en todas las competiciones. En LaLiga, han celebrado victorias en seis de las nueve jornadas, únicamente dejando escapar puntos en la mencionada derrota ante el Valladolid y en dos empates consecutivos frente al Celta y el Cádiz.

El camino de la Real, superado el bache que tuvieron en el mes de marzo y a comienzos de abril, ha sido inmejorable. La mejor primera vuelta de su historia y un temporada en la que suman 61 puntos a falta de 15 por jugar. Ya no podrán igualar los 76 puntos que consiguieron en la 2002-03, cuando fueron subcampeones, pero solo acercarse a esos números ya habla del mérito de un equipo que año a año sigue creciendo y dando pasos en el proyecto.

La situación es similar a la que vivió la Real en la campaña 2012-13. Los entonces entrenador por Philippe Montanier llegaron a las cinco últimas jornadas con una diferencia de cinco puntos respecto al Valencia. Ahora son siete puntos. Es cierto que entonces estuvieron cerca de quedarse fuera de la Champions, llegando a la última jornada en quinta posición tras un bajo rendimiento y un pleno del conjunto che, que fue incapaz de ganar en Sevilla en la última jornada y los donostiarras le superaron ganando en Riazor.

La Real entonces perdió en Getafe, empató ante el Granada de local, venció a domicilio al Sevilla y empató con el Real Madrid en Anoeta, sumando cinco puntos de 12 frente a las 12 unidades de los valencianos. Resulta complicado que se repita la historia por el calendario de los donostiarras. Le bastaría con sacar seis puntos de 12 para obligar al Villarreal a sumar todos los puntos ante Athletic, Girona, Cádiz y Rayo si quieren llegar con alguna opción a la última jornada, en la que la Real recibe a un Sevilla sin, presumiblemente, nada en juego y el submarino hace lo propio ante el Atlético.