UD ALMERÍA

Charlas individuales, mentes limpias y mirar sólo el presente: la receta de Pepe Mel para resucitar al Almería

El entrenador madrileño cambió en cuatro días la imagen del equipo para sumar la primera victoria de la temporada.

El entrenador del Almería, Pepe Mel./EFE
El entrenador del Almería, Pepe Mel. EFE
Samuel Silva

Samuel Silva

29 jornadas de LaLiga ha debido esperar el Almería para celebrar la primera victoria de la temporada. Con Pepe Mel, el cuarto entrenador en el banquillo, ese viejo maestro que en apenas cuatro días ha resucitado al equipo indálico. No lo dudó el madrileño en cuanto recibió la llamada de los dirigentes del equipo almeriense e hizo las maletas desde Sevilla para asumir un desafío que lo llevaba de regreso a Primera. La receta de Mel, con ingredientes sencillos y propios del que conoce cómo respira un vestuario, dio resultado a las primeras de cambio.

¿Pero qué cambió Mel en cuatro días? Sin tiempo para ahondar en cuestiones de estilo sobre el terreno de juego, el entrenador trajo aire fresco. De los semblantes alicaídos de su primer día a las mentes despejadas en Las Palmas pasaron días con charlas individuales para limpiar las cabezas y también colectivas para mejorar asuntos futbolísticos. Tenía claro el madrileño que el Almería necesitaba soltarse y ese mensaje de disfrutar sobre el césped no sólo lo repitió en la sala de prensa sino cada día en los entrenamientos.

"Estaban tensionados, agarrotados. Podían dar mucho más, pero no de esfuerzo, sino jugando sin esa tensión por el tiempo que llevaban sin ganar", reitera Mel, que acabó orgulloso de la respuesta de su equipo. De ese primer tiempo en el que se vio a un Almería que volvía a disfrutar sobre un terreno de juego y también con el segundo acto y ese compromiso para saber sufrir y amarrar esa victoria que tantas otras veces se había escapado en los instantes finales.

Ni la clasificación ni el futuro. Dos palabras prohibidas en el diccionario de Mel a su llegada a Almería. Liberarse de esa frustración de ser el colista de la categoría era el primer paso para competir al 100%; aparcar los planes que puedan ocurrir a partir del verano también era necesario para centrarse en el presente y recuperar ese espíritu de competición al que obliga la élite si quieres estar preparado. Si él ha firmado sólo para los diez próximos partidos, el técnico ha querido convencer a su vestuario de la importancia de centrarse en el ahora. Ya habrá tiempo para valorar el futuro de cada uno…

"Al fútbol hay que darle naturalidad y no complicarlo", ha sido otra de las lecciones de Mel. Aplicar el sentido común para reforzar los puntos fuertes de su equipo y atacar los del contrario. No sólo recuperar a Ramazani, fuera de los planes de Gaizka Garitano en el último mes, sino tratar de lograr su mejor rendimiento en favor del equipo. Colocarlo en la banda derecha para ofrecerle complicaciones a Sergi Cardona, el lateral izquierdo de la Unión Deportiva Las Palmas al que Mel conocía a la perfección de su estancia en tierras canarias. Y por ese sitio llegó el tanto del Almería, como si el madrileño lo hubiera visualizado con anterioridad.

Apuesta por la juventud

Nunca le ha temblado el pulso a Mel para apostar por los jóvenes. Lo demostró en el Betis en sus dos etapas -Beñat, Dani Ceballos, Fabián...- y también en la Unión Deportiva Las Palmas. Su llegada a Almería supuso aire fresco para todos los que venían participando con menos asiduidad. Marcos Peña, un joven de 19 años procedente de la cantera del Almería, directo al once. Toda una declaración de intenciones del entrenador madrileño, tan dispuesto a aprovechar los recursos que ofrece el trabajo de los escalafones inferiores como a rescatar a jugadores del primer equipo.

El presente se ve de manera distinta tras la primera victoria de la temporada. Las sonrisas han regresado a Almería y, aunque el parón liguero aleja el siguiente compromiso, el vestuario se ha liberado de cara a las nueve jornadas finales. Con las recetas de un experimentado entrenador, curtido en mil batallas y que regresó a LaLiga por la puerta grande.