El Clásico, último golpe al bolsillo de la afición: "Te vale más barato el viaje y la entrada fuera que la entrada en Barcelona"

Los precios para ser espectador en eventos deportivos suben mucho más que los costes de vida. No es igual en otras partes de Europa. Ver deporte es un 27% más caro que antes de la pandemia.

Aficionados del Barcelona en el estadio Lluis Companys en el partido contra el Tottenham Hostpur FC./AFP: URBANANDSPORT / NURPHOTO
Aficionados del Barcelona en el estadio Lluis Companys en el partido contra el Tottenham Hostpur FC. AFP: URBANANDSPORT / NURPHOTO
Guillermo Villar

Guillermo Villar

"Antes ibas a más partidos, ahora los eliges". David Rodríguez, presidente de la Peña Barcelonista de Móstoles (Madrid), acudirá este sábado a Montjuic, pero su bolsillo se resiente y ya no puede ir a tantos encuentros. Peñistas como él ponen un límite de dinero al año para el fútbol y ahora es más fácil quedarse antes sin nada. Rodríguez recuerda las palabras de un compañero, que no irá al Clásico porque se pasaba de costes: "Como voy a Anoeta la próxima semana y el siguiente mes viene el Barça a Vallecas, si voy ahora, ya no voy en todo el año".

Pero no solo es Rodríguez, y no solo son los peñistas en Móstoles. Pagar para ver eventos deportivos es un 27,08% más caro que en diciembre de 2019, antes de la pandemia. Son cifras del Instituto Nacional de Estadística (INE) para todos los productos y, entre ellos, los que gasta el espectador en los servicios recreativos y deportivos. "Cuando yo era pequeño íbamos en familia al fútbol, pero ahora mismo una familia entera no puede", afirma Rodríguez.

[Barcelona - Real Madrid, el Clásico en directo]

"Como se nota en la vida en general, pues en el fútbol, que es una burbuja que está siempre por encima, pues se nota más", añade María Jesús Fernández, analista de Funcas. En concreto, el IPC general ha subido un 15,73% desde diciembre de 2019, menos que pagar por ver deportes. Esto también se aprecia en la variación interanual, referencia que toma el INE: los costes a nivel global han aumentado un 3,3% entre septiembre de 2023 y el de 2022; aquellos para ver partidos, entre otros eventos deportivos, han crecido un 9,1%.

IPCA GENERAL Y PARA VER DEPORTE

"Los precios de los espectáculos deportivos y recreativos han aumentado muy por encima del IPC de la economía española". A esta conclusión llega Jaume García, catedrático de Economía Aplicada en la Universidad Pompeu Fabra y expresidente del INE. García también toma como referencia estas cifras, y añade una más: el aumento del 5,3% de agosto a septiembre de este año para ver servicios deportivos, "mientras que el IPC conjunto apenas aumentaba un 0,2%". "Coincidencia o no, ese salto tan sustancial de un mes para otro se da justo en el mes de inicio generalizado de las competiciones, situación que se había dado ya para los mismos meses de 2021", explica García.

VARIACIÓN INTERANUAL DEL IPCA GENERAL Y PARA VER DEPORTE

Quienes asistan al Clásico no solo se enfrentan a la subida de precios, sino a la situación del Barça con el cambio de estadio: 179 euros es el precio de las entradas más baratas para los socios. "Teniendo en cuenta que hubo tan pocos abonados en su día, para Montjuic era evidente que los precios del Clásico iban a subir. Yo daba por hecho que había que compensar", asume Rodríguez.

Lejos queda también para los socios del Real Madrid el precio de 99 euros del anterior clásico de LaLiga en el Camp Nou, aunque menos de los 139 por el mismo evento en 2019. De hecho, en 2018 el público general pagó también 179 por ver este partido. Rodríguez reconoce como culé el despegue de precios desde antes de la pandemia, pero afirma que en la actualidad los costes "están siendo los mismos, y las mismas ofertas para socios y peñistas". Acostumbrado a esta situación, "habitualmente" no lo están notando, matiza.

Pero no solo se trata del Barça-Real Madrid. Por ejemplo, el derbi en el Civitas Metropolitano ha pasado de 80 euros a 90 en 2023; ver las finales del Mutua Madrid Open costaba 171 euros en 2019 y 190 este año. Concuerdan con las cifras del IPC, que muestran la subida en los eventos deportivos como espectadores, sin especificar entre el fútbol u otros.

Los motivos y la particularidad española

"Se trata de un ajuste de oferta y demanda", afirma Benito Pérez, profesor de la Universidad Internacional de la Rioja y miembro de la Sociedad Española de Economía del Deporte. Pone de ejemplo las listas de espera de abonados del Real Madrid y del Atlético de Madrid para explicar que "este aumento de la demanda permite a los clubes subir los precios tanto de abonos como de entradas". Pérez, que ha estudiado la evolución de estos costes en 50 años, explica que "los precios de los espectáculos como podría ser el fútbol crecen ligados al porcentaje de crecimiento del poder adquisitivo de los ciudadanos", y matiza que aunque esto no ocurra ahora, "el ajuste sí se produce en el largo plazo".

María Jesús Fernández, analista de Funcas, coincide en la oferta y la demanda como motivo. Pero también habla de factores "regulatorios", "específicos" y de "competencia" que hacen a cada mercado peculiar y, con ello, dispar a la tendencia general del IPC. Fernández publicó un estudio donde observó que los precios de eventos deportivos tenían un recorrido divergente a la tónica global de los precios durante la pandemia de la COVID-19. Después, previó la estabilización de los costes tras comenzar la crisis del gas, algo que tampoco ha ocurrido a la hora de pagar para ver el deporte.

Jaume García advierte: "No por aumentar los precios, aumentan los ingresos. La demanda responde a cambios de los precios". A menor precio, más demanda y, por tanto, más ingresos, asistencia y apoyo al equipo es una de las hipótesis que baraja el catedrático, también autor de estudios sobre la economía del fútbol y sobre los motivos para ir a un estadio. Y en este contexto, recuerda la sorpresa ante las declaraciones del presidente de UD Las Palmas Miguel Ángel Ramírez en la temporada 2016-17: "El precio de la entrada es el que es y no va a bajar". García recuerda que, en ese momento, "unas 10.000 de las más de 32.000 localidades del estadio habían quedado vacías".

"¿Es este un fenómeno extrapolable a los países que acogen las grandes ligas de fútbol europeas y, en general, las grandes competiciones de otros deportes de equipo? En principio, no, a excepción del caso de Italia", comenta Jaume García. Los datos de Eurostat muestran dos Europas: aquella donde han subido más los precios para ver deporte que los generales, en la que se encuentra España, y aquella donde sucede lo contrario. "En Alemania, Francia y Reino Unido, el IPC general ha crecido más entre septiembre de 2019 y septiembre de 2023", apunta. Cuando la comparativa con datos armonizados es desde diciembre de 2019, esto ya no se cumple en el caso del país germano.

VARIACIÓN DEL IPCA DESDE DICIEMBRE DE 2019, POR PAÍS

Mientras que Pérez, miembro de la SEED, percibe que "España es uno de los países en los que más caro es ir a los estadios", García habla de que los precios "quizás más bajos en España que en otros países" invitan a "pensar a los clubes que tienen un crecimiento de los precios" y por eso suben más. De nuevo, la analista Fernández hace hincapié en el caso excepcional de cada país, con "su forma de arrancar determinados mercados, su estructura, productividad, estructura de costes y propias políticas económicas y regulatorias".

De Alemania, el profesor Pérez contrasta sus precios "inferiores" frente al poder adquisitivo de la población, pero explica también que "son capaces de captar mucho más dinero de patrocinadores, una de las tres fuentes de ingresos principales de los clubes deportivos". En el caso del fútbol, puede que los clubes quieran ganar más "por la vía de los ingresos del día de partido", pero coincide con Pérez en que estos ingresos "han ido perdiendo importancia frente a otras fuentes" como "ingresos televisivos, sponsors y merchandising".

Las soluciones en el fútbol

David Rodríguez, de la Peña Barcelonista de Móstoles, menciona una excepción: "Quitando que este año se ha puesto el acuerdo al que llegaron los clubes con las entradas de visitantes a 30 euros, el resto de entradas lo han sufrido bastante". Un acuerdo que, según Rodríguez, "nos está ayudando a mucha gente de visitantes a todos los campos" y al que se han acogido sin problemas en esta temporada.

Se refiere al pacto entre LaLiga y Aficiones Unidas hacia unos precios asequibles para visitantes: 300 entradas a 15 euros en Primera y a 30 en Segunda. "Tenemos un convenio de entradas más económicas. Nosotros venimos anunciando que en los eventos deportivos y en las entradas de fútbol son mucho más caras", comenta Jorge Guerrero, presidente de Aficiones Unidas, y espera que "en vez de 300, sean 500" en el futuro. Pero el Clásico no cuenta con este beneficio: "El Real Madrid no entró en ese convenio de 17 clubes", lamenta.

Pero esta medida tiene una restricción: "Defendemos y apoyamos al abonado peñista, no a las personas que vayan casualmente al campo", explica el directivo de Aficiones Unidas, que desea que las entradas bajen para todos sin excepción. Según el profesor Pérez, la "remodelación de los estadios" y más "capacidad de los mismos" son pautas que siguen los clubes para mejorar la oferta, "pero no es suficiente para cubrir la amplia demanda".

Pérez añade mayores ingresos de patrocinios y derechos televisivos como una posible ayuda a esto, pero no es suficiente para García: "No todo acaba en las retransmisiones televisivas, que, en caso, y en aras del espectáculo, se benefician de estadios llenos". "La información de la que disponen los clubes y la tecnología deberían permitir hoy a los clubes hacer una fijación de precios más acorde a sus intereses económicos, deportivos o sociales", comenta a Relevo.

Ante esto, queda el rompecabezas de la afición para ajustar sus bolsillos: "Va más gente de la peña a la vuelta Manchester-Barça que la ida Barça-Manchester", explica el peñista de Móstoles. "Te vale más barato el viaje y la entrada fuera que la entrada en Barcelona", apunta sobre los partidos internacionales de Champions. Encuentros que Rodríguez también tanteará, pero tras mirar ese límite de dinero al año que puso a su bolsillo.

Metodología

Para este reportaje se han utilizado las cifras del Índice de Precios de Consumo Armonizado (IPCA, base 100 en 2015) del INE para ver su recorrido, con el foco en la evolución desde antes del coronavirus. Para la comparación, se han tomado como referencia el IPCA general y el específico de la subclase 09411 “servicios recreativos y deportivos: espectadores”. Estas subclases forman parte de la ECOICOP (‘European Classification of Individual Consumption by Purpose’), que permite una agrupación uniforme de bienes y servicios en Europa. Esta permite la comparación del IPC con los otros países analizados con datos armonizados a través de Eurostat.