El cohete de Pellegrini se dispara con la ayuda de Dmitrovic

El cohete de Manuel Pellegrini sigue en el aire. Ni el 2-0 con el que se marchó al intermedio, tras el doblete de Raba, frenó a un Betis que llegaba con las energías recargadas tras la victoria europea en Guimaraes. Sí, los verdiblancos contaron con la colaboración de Marko Dmitrovic, pero la fe bética movió montañas en Butarque y los heliopolitanos consiguieron la quinta victoria seguida para igualar al Villarreal en la quinta posición.

Fue un partido con dos caras bien distintas. Primero, el Leganés aprovechó la desconexión bética para cuajar un buen primer tiempo y coger ventaja con los dos goles de Raba. Todo cambiaría radicalmente tras el triple cambio de Pellegrini en el 61' y, sobre todo, el primer grave error de Dmitrovic, que cometió un penalti sobre Bakambu que acabó por enchufar al Betis. El error del meta lo aprovechó Isco para recortar distancias y que los verdiblancos creyeran que la quinta era posible. Un nuevo error del serbio, con un mal despeje tras un disparo lejano de Bartra, y un contragolpe perfecto culminado por el Cucho certificaron la remontada de un Betis que sale lanzado como un cohete.

El partido siguió un guión previsto pero temido en Heliópolis. De la exhibición en el Dom Afonso Henriques a la agonía en Butarque. 63 horas después, el Betis se tiró al callejón en el primer acto en Leganés. Ni los seis cambios en el once inicial sirvieron para que los verdiblancos igualaran la intensidad del Leganés. Ni el aviso inicial de Abde, una de las novedades de Pellegrini, con un remate en el 2' que detuvo Dmitrovic, despertó al Betis, todavía con la mente en Guimaraes.

Al Leganés le bastó con no complicarse en la zona defensiva y meterle intensidad al partido. No inquietó demasiado a Adrián, que tampoco los pepineros destacan por su poderío ofensivo, pero sí se mostraban con ese punto superior en el partido. Y así llegaría el error de Natan. Una pérdida en campo rival ante Raba provocó la carrera del atacante, que también le ganó la partida a Diego Llorente por dos veces, para acabar con un remate con la derecha al que no llegó Adrián. Intentó el Betis reaccionar con Isco y Antony pero fue un espejismo. Al borde del descanso de nuevo Raba ponía el 2-0 en el marcador. Un buen centro del exbético Juan Cruz era aprovechado por el atacante para anotar su doblete. La pasividad de la zaga bética evidenciaba esa desconexión defensiva con la que el Betis había salido en Butarque.

Todo cambiaría a partir de la hora de partido, aunque nada lo había hecho presagiar en el arranque del segundo acto. Pellegrini movió piezas dando entrada a Aitor Ruibal, Jesús Rodríguez y Bakambu para buscar la épica. El congoleño sería decisivo, aunque ayudado por Dmitrovic. Un mal control del meta acabó en derribo sobre el delantero bético para que el Betis ya sí creyera y los nervios aparecieran en los locales. El gol de Isco fue un chute de energía en verdiblanco. La igualada ya se olía en Butarque, aunque, de nuevo llegaría por otro error del meta. Esta vez con un mal despeje tras un disparo lejano de Bartra que Dmitrovic despejó a dos metros para que Bakambu, el más listo de la clase, empujara a la red.

Con la igualada, el partido ya quedó abierto para cualquier destino final, aunque con una corriente con sabor verdiblanco. De un córner a favor del Leganés llegaría el 2-3. Un rápido contragolpe del Betis, con Antony como director, acabó en los pies del Cucho Hernández, que lograría su primer tanto como bético para desatar la locura en verdiblanco. Un remate con el alma para que el Betis lograse la quinta victoria seguida y sueñe con la Champions sobre el cohete de Pellegrini.