Confirmado: el Villarreal refuerza el cuerpo técnico de Quique Setién para acabar con las críticas internas

Si por rendimiento sobre el terreno de juego fuera, la campaña pasada no habría habido debate: Quique Setién habría continuado sí o sí en el Villarreal con el buen aval que le supuso lograr la 5ª posición en LaLiga, mejor puesto que en cualquiera de los años de Emery. Sin embargo, la temporada en el club castellonense dio para mucho y pese a que Quique Setién es hoy el técnico del equipo, hubo muchas dudas para confirmar la decisión, las más importantes las que nacían de su propio vestuario.

En gran parte estas venían del método en los entrenamientos del cántabro. Quique llegó al club solo con dos personas en su cuerpo técnico, una de ellas su segundo Ramiro Amarelle, exentrenador de Fútbol Playa. Buena parte de los jugadores tildaban los entrenamientos de 'simples' y más en comparación a lo metódicos y calculados al milímetro que eran los de Unai Emery. Así que Fernando Roig mantuvo a Setién pero no desoyó a su vestuario y ha reforzado el cuerpo técnico del entrenador.

Relevo ya informó el día que avanzó en exclusiva que Quique se quedaría en el club que pese a ello, Roig haría cambios para evitar los errores del curso pasado y que uno de ellos sería la de reforzar el cuerpo técnico. Esa noticia es hoy una realidad cumplida, el Villarreal ha incorporado a diferentes personalidades al cuerpo técnico como Pepe Alcaide quien hasta ahora era el Analista de Partido del Villarreal B, David Fuster, que tenía su propia academia en Oliva y que ahora será Asistente Técnico de Quique, y Jaime Paz, ya ex del Oviedo que ahora también será asistente de Setién.

La mayor prueba de que es iniciativa del club el refuerzo del cuerpo técnico es que tanto la incorporación de Alcaide como la de Fuster ha sido por propuesta del club, de hecho la de Alcaide se trata de una promoción. Mientras que Jaime Paz, que militaba en el Oviedo, también formó parte del Lugo disciplina donde entrenó Quique Setién.

Al mes de llegar Quique, los capitanes trasladaron a Roig que no había buena sintonía con él y que era mejor cambiar aprovechando el parón del Mundial. Con el paso de los meses, los resultados mejoraron mucho y Quique convenció a gran parte de su vestuario, si bien todavía quedó un grupo, entre los que se encuentran los líderes del mismo, que no terminaba de estar convencido. Ahora con él renovado y Fernando Roig sin haber seguido el consejo de sus capitanes, el presidente del Villarreal sí ha decidido tratar de buscar una solución salomónica.