Consenso en el Barça: no más parches y sí a la táctica de la hormiga
El club tiene claro que no se precipitará en este mercado de invierno. Prefiere menos movimientos pero más estratégicos.

El Barça cree tener aprendida la lección. El conjunto azulgrana ha visto como en los últimos años muy raramente han fructificado los fichajes pensados para el corto plazo. El 'fair play' escasea y la estrategia del área deportiva es clara: hay que hacer espacio para incorporaciones estratégicas. Los problemas económicos empujan a firmar jugadores libres, pero el club se fija como condición 'sine qua non'que los refuerzos mejoren lo que ya hay.
Tal y como comentó el presidente del Barça, Joan Laporta, en la reciente entrevista a SPORT, el hecho de no haber alcanzado los octavos de final de la Champions supone un incumplimiento del presupuesto presentado a LaLiga, lo que reduce el 'fair play' y obliga de nuevo al club a hacer malabarismos para poder fichar.
Las palancas ya son historia
En la asamblea de octubre, Mateu Alemany ya se mostró contundente: "Cada vez más tenemos que estar atentos a los jugadores que acaban contrato", dijo el director de fútbol azulgrana. El problema para el Barça no son solo los traspasos -las palancas ya son historia-, sino sobre todo el espacio salarial.

Mucho se ha hablado de si el elenco de Xavi se reforzará con un lateral o un pivote defensivo durante el próximo mes de enero. De entrada, el área deportiva aún tiene pendiente una cumbre para fijar la hoja de ruta a seguir. En cualquier caso, el Barça tiene claro que no se precipitará. Solo se moverá ficha en caso de poder atar a jugadores con quienes se cuente a medio o largo plazo. En ese sentido, lo ocurrido con Bellerín no se repetirá. El catalán fue un parche de última hora y, aunque su ficha es muy reducida, no mejora lo que había.
El sucesor de Busquets centra todos los esfuerzos
La secretaría técnica azulgrana confía en poder concretar alguna salida en enero. Memphis es el favorito, sin descartar tampoco a Kessié. En ese caso habría que ver cómo queda el 'fair play', pero la premisa es clara: todo espacio que se genere irá destinado a jugadores que de verdad puedan ser titulares, prestando especial atención a la posición de pivote, que requerirá un mayor esfuerzo económico. En el carril derecho, el club no se precipitará, pues asume que los laterales 'top' son inalcanzables, por lo que deberá realizar una nueva apuesta de futuro.
El club sabe que el decorado será mucho más esperanzador en verano. Será entonces cuando más se vean los 'beneficios' económicos de la marcha de Piqué, la de Griezmann y casi con total seguridad la de Busquets. Así pues, la táctica del Barça es la de la hormiga: hacer tanto espacio como se pueda para afrontar en verano pocas pero contundentes operaciones. Aquellas que de verdad incrementan el nivel del equipo.