FC BARCELONA

Las contradicciones de Montjuïc sin la grada de animación

Ya hace ocho partidos que se cerró la grada de animación y no parece que se vaya a encontrar una solución. Hay un espacio guardado para ella en el Camp Nou.

La grada del Lluís Companys en el partido contra Las Palmas./AFP
La grada del Lluís Companys en el partido contra Las Palmas. AFP
Jordi Cardero

Jordi Cardero

Antes del partido contra el Brest, el Barcelona anunció que cerraba indefinidamente la grada de animación por el "incumplimiento de los grupos que forman parte de las obligaciones que tienen asumidas". Los distintos grupos que convivían en el espacio de animación siguen tendiendo la mano a un club dispuesto a hablar únicamente en caso de que abonen los 21.000 euros de multa que les fueron impuestos.

Ocho partidos después -Brest, Las Palmas, Leganés, Atlético, Betis, Valencia, Atalanta y Alavés- se puede decir que el clima en el Lluís Companys es mucho más pobre que antes del cierre de la grada de animación. El del Alavés fue uno de los ambientes más gélidos que se recuerdan. Hay cánticos en Montjuïc que se repiten cada fin de semana que muestran el apoyo mayoritario de la afición en dos debates interconectados.

Varios de los miembros de la grada de animación siguen acudiendo al Lluís Companys de manera individual, con sus abonos. Algunos se juntan entre el primer y segundo anillo, en el gol donde antes se ubicaban. Desde aquella zona nacen los dos cánticos que más se repiten en la casa blaugrana. El primero de ellos es "queremos la grada de animación", al que cada vez se suma más gente y nunca recibe pitos.

La mayoría del Lluís Companys 'defiende' a Laporta

Como secuela de este primer cántico nacen palabras contra Laporta. Son con mucha menos fuerza y siempre acaban silenciadas por la mayoría de los aficionados. Aun cuando todavía estaba abierto el espacio de animación como tal, de vez en cuando salían cánticos contra el presidente que quedaban apagados de la misma manera.

El grupo empezó a convertirse en algo relativamente icónico y los futbolistas lo reconocían como tal. Una de las postales de la temporada fue cuando celebraron con ellos la goleada contra el Bayern de Múnich. Ahora, al final de los partidos, agradecen el apoyo de la afición en el círculo central. La única voz discordante que habló en público fue Marcus Sorg, en un partido en que Flick cumplía sanción. "En partidos como el de hoy, donde todo está apretado, el equipo necesita apoyo. Si no están, no estamos contentos", comentó tras la derrota ante el Leganés.

Los grupos que conformaban la grada eran Almogàvers, Nostra Ensenya, Front 532 y Supporters Barça. Miembros de algunos de ellos han criticado en redes sociales que se les haya retirado banderas cuando han intentado colgarlas con simbología de sus grupos, aunque miembros de otros aseguran no haber tenido problemas. "Tenemos la mano abierta para hablar y encontrar caminos de diálogo, pero depende del club y está complicado", comentaban hace algunos días en Relevo.

La remodelación del Camp Nou, que el club confía en tenerlo abierto para el Clásico -más el partido contra el Villarreal y una hipotética semifinal de Champions- cuenta con un espacio pensado para la grada de animación. Aunque durante los últimos años se ubicó en el gol norte, esta vez se ha construido en el gol sur. Laporta, por cierto, visitó este martes las obras. Si se cumplen los pronósticos deseados, el Barça podría jugar tres partidos en el Camp Nou y luego cerrarlo durante unos tres meses, hasta ya empezada la próxima temporada, faltará por ver si con o sin la grada de animación. Laporta reconoció que están estudiando en "un nuevo modelo de animación".