Campanazo de Correa para salir del aprieto ante el Cádiz

Para algunos el campanazo es que Correa fuera decisivo ante el Cádiz después de perderse el último partido ante Osasuna, por la patada que sufrió de Bellingham en el derbi. El doblete de Correa hizo doblar las campanas en el Metropolitano y mantiene la racha del Atlético en su feudo con 12 triunfos seguidos. El equipo rojiblanco se mete en la cuarta plaza, con 19 puntos (a cuatro del Barça y a cinco del Madrid), pero con el partido aún pendiente ante el Sevilla.

El Cádiz de Sergio González sorprendió en el Metropolitano con un planteamiento cholista que le hizo ponerse 0-2 en la primera media hora de juego, con los goles de Lucas Pires y Roger. Correa, de cabeza, puso el 1-2 al descanso. Nahuel Molina, tras otra jugada de Angelito, hizo el 2-2 en el 46'. Y el argentino firmó en el 65' la remontada. El parte médico desde el Metropolitano bien podría ser: "Este Atleti sigue vivo en la lucha por el título".

Ángel Correa se perdió el último partido del Atlético de Madrid, en el Sadar ante Osasuna, por un esguince de rodilla sufrido por la entrada de Bellingham en una de las últimas acciones del derbi. Siete días después, el '10' colchonero se mostró como el rojiblanco más destacado ante el Cádiz. El argentino festejó lo que no pudo ante el Madrid. Su regreso fue providencial porque el Cholo no tenía más delantero que Griezmann, con Morata sancionado y Memphis lesionado. Su aparición y rendimiento fue un verdadero campanazo...

Simeone metió en el minuto 60 a De Paul, que salía de lesión. Fue como un toque de corneta para el Atlético porque salió acompañado de Samu Lino y Giménez. Cinco minutos después llegó el 3-2 de Correa. Participó más Lino que De Paul, pero que el argentino entre en el equipo es una gran noticia para un Atlético mermado por las bajas. Frente al Cádiz, por ejemplo, Saúl no mostró ese nivel sobresaliente que firmó ante Cádiz y Osasuna, Koke tampoco estuvo del todo fino por más que mejora notablemente el equipo cuando está sobre el terreno de juego y Marcos Llorente está missing. Por eso el Cholo celebra por todo lo alto el regreso de De Paul. Tan importante como todo el estadio, sin los ultras, cantando el "olé, olé, olé Simeone" en el minuto 75.

Sergio González habla tan rápido como piensa. El Cholo Simeone se encontró con la horma de su zapato. Si en el último partido en el Metropolitano, ante el Madrid, Simeone devoró a Ancelotti desde la pizarra, lo del primer tiempo fue para Sergio de largo. Sorprendió con sello cholista alineando tres centrales: poca posesión, sufriendo en defensa y aprovechando las contras como gacelas. Incluso Fali, antes de marcharse con esos bultos en su muslo derecho, rozó el gol desde el centro del campo en el minuto 21. El técnico cadista jugó sus cartas de la mejor manera posible e hizo sufrir de lo lindo al Atlético de Madrid.

Simeone tiró de rotaciones en el once, pensando en el encuentro del miércoles ante el Feyenoord y el del domingo ante la Real, después de los partidos de Osasuna (jueves) y Real Madrid (domingo). Riquelme entró por Lino y Azpilicueta por Giménez. El Atlético sigue sufriendo demasiadas lesiones (el parte médico para viajar a Pamplona era de ocho tocados), pero independientemente de ese factor, lo de Riquelme como carrilero izquierdo va a ser un plato de lenta maduración. Y puede que no sea el sitio donde pueda brillar más. Debe ponerse el mono de trabajo para convencer al Cholo, pero a la vez el técnico corre el riesgo de convertir en algo que no es a Roro. Más allá de esa colocación en el campo, lo de Javi Galán es un expediente X. Confianza ciega, pero a la inversa para el único fichaje por el que el Atlético ha pagado este verano. Todo lo contrario que disfrutó, por ejemplo, el año anterior Nahuel Molina. Pero al final, pese a sus primeros fallos, el argentino convenció a todo el mundo...

Mala noche para Jan Oblak, que alcanzó los 400 partidos con la camiseta rojiblanca. Es el décimo jugador de la historia del club con más partidos (la siguiente leyenda a la que dará caza es Fernando Torres, con 404 encuentros). Pero el calendario lectivo del sufrimiento atlético no entiende de festivos ni celebraciones. Poco pudo hacer en los goles de Lucas Pires (11') y Roger (26') más que pedir clemencia a sus propios compañeros. Ninguno de los tres centrales alineados por el Cholo, Azpilicueta-Witsel-Hermoso, ofreció su mejor noche. Azpilicueta falló en la marca en el primer tanto, Witsel en la velocidad de reacción tras un mal despeje del propio Azpilicueta (a saque en largo de Ledesma) y Mario Hermoso hizo algunos de esos pases tan sobrado de confianza que casi le cuesta otro disgusto a Oblak.