El león es Griezmann

A dos puntos de la Real. A estas alturas de la temporada, suena bien para el Atlético. Por más que el Madrid se encuentre a diez y el Barça a 15. Antoine Griezmann comenzó el curso condenado a una tabla de Excel que le impedía jugar más de media hora. Hoy en día es el líder indiscutible del Atlético de Madrid. La pata por la que se sostiene el Cholo, el milagro de entrenador que encontró el Atleti hace casi 12 años y que multiplicó los peces y los panes.

Tras un precioso homenaje por parte del Atlético al Athletic, por su 125 aniversario, el partido fue como en los viejos tiempos. Con Oblak y Agirrezabala mostrándose como los mejores futbolistas de sus respectivos equipos. Un choque de tú a tú que desniveló Griezmann, que vuelve a enderezar el rumbo rojiblanco esta temporada y rompe, de paso, su mala racha de cara a gol.

"Eres tan bueno como Hooking", es el mensaje que le mandarían la mayoría de los aficionados del Atlético de Madrid. La manera en que cabalgó por el fondo del Metropolitano para celebrar su gol en el minuto 72 irradia felicidad. El francés se ha transformado de galopante goleador a trotador jugón. Atravesaba una crisis de cara a gol, un solo tanto en 2023 hasta entonces, que rompió frente a su rival favorito, el Athletic, al que ha hecho ya 14 dianas en 30 encuentros. Antoine, estás hecho un león.

Julen Agirrezabala fue una de las sorpresas en el once de Valverde. Es el portero titular de la Copa, donde el Athletic se juega las semifinales ante Osasuna. "Está haciendo una Copa excelente y puede tener opciones de jugar la semifinal. Es un partido para prepararse", dijo Jon Aspiazu, segundo de Txingurri. En El Sadar, en el Osasuna-Real Madrid, vimos algo similar con Sergio Herrera en la portería rojilla. Agirrezabala, otro cachorro porterazo de Lezama, estaba cuajando un partido inmaculado hasta que Griezmann apareció en el minuto 72.

Yannick Carrasco no se encuentra en su prime, como le gusta a decir a los modernos. Ni mucho menos. El belga da la sensación de querer y no poder. Y cuando pudo, se le apareció Agirrezabala (con un paradón en el minuto 49'). Simeone insiste en su titularidad, por recuperar la esencia de aquellos hombres con los que vivió tiempos felices, como LaLiga de 2021. Esa vía nostálgica de agarrarse a lo que fue, pero que ya no es puede que sea una manera de hacerse daño dos veces. El presente golpea duramente al '21' del Atlético. Se encuentra en una especie de encrucijada, que sólo podrá resolver si se adapta a los nuevos tiempos, al estilo Griezmann (que perdió gol, pero ganó visión de juego). Si insiste en jugarse todos los balones que llegan a sus botas, sin levantar la cabeza (cuando el dribbling, la velocidad y la cabeza no es la de antaño), se encuentra destinado a seguir en la misma pantalla. Sin avanzar hasta que aparezca el mensaje de "Insert coin". La felicidad no se alcanza muchas veces por uno mismo, sino alegrándose por la sonrisa de los demás. Yannick, en román paladino: ¡Levanta la cabeza alguna vez!

Con la Lupa de Blaya el fútbol se ve mucho mejor. Poned en vuestra vida un tío que te mire con los ojos de Albert, porque no se dedica a mirar fútbol sino a apreciarlo. Y la paleta de colores en el arcoíris del fútbol es muy variada. Pocos que no simpaticen con el Atlético son capaces de valorar el peso y trascendencia de un futbolista como Reinildo. Halagar el arte de la defensa no es cool, a no ser que lo escribas tan bonito como Blaya. Normal que tenga a su novia locamente enamorada. Como la afición del Atlético de Madrid con el mozambiqueño. Fue el único jugador coreado por el Metropolitano, en el minuto 35', cuando salvó por enésima vez a Oblak.

Las patas siguen cojeando. Al menos la de la afición. Por tercer partido consecutivo, tras Getafe y Valladolid, el Atlético de Madrid parece que juega literalmente fuera. Más si cabe contra el Athletic, donde el equipo local vistió la camiseta naranja fosforito. La Grada de Animación continúa en huelga de animación, que únicamente rompe en ciertas ocasiones para animar al Cholo y arremeter contra la directiva rojiblanca; la respuesta del resto del estadio es la misma: pitos de censura. Es difícil explicar lo que ocurre en el Metropolitano y da para varias películas, donde se podría tirar de nostalgia (recordando al Calderón), terror (viendo las estadísticas de esta temporada) o un inagotable thriller (con el vacío que produce a Gil Marín afrontar el futuro sin Diego Pablo Simeone).