RAYO VALLECANO 0 - VILLARREAL 1

Ayoze y el VAR acaban con el indestructible Vallecas

Una rigurosa expulsión a De Frutos al filo del descanso condicionó un gran partido que el Submarino se llevó por la mínima. Debutó en Liga el hijo de Eto'o.

Jonás Pérez

Jonás Pérez

El Rayo Vallecano ha perdido ese aura de irreductibilidad. Era cuestión de tiempo, pero lo han defendido con uñas y dientes. Primero fue Montjuic, con mejores sensaciones que resultado. Y luego la visita del Villarreal, incapaz de demostrar con su innegable potencial que tuvieron superioridad numérica durante más de medio partido. Así son las cosas en Vallecas, un fuerte casi inexpugnable que el Submarino sí pudo conquistar. No hay que quitar méritos a uno de los pocos equipos de LaLiga que ataca a lo Premier. El premio será la Champions: ya le sacan nueve puntos al sexto y la plaza extra es su gran aval. Un día soñado, en definitiva, que partió de una de esas rojas que invita a preguntarse si este deporte es el mismo que veíamos de niños y jugábamos en el parque. De Frutos soltó un poco la pierna en un lance, rozó a Cardona y el VAR hizo lo demás. Un monitor que privó de un mayor espectáculo, aunque los protagonistas tiraron de coraje (valentía y nobleza, para completar el lema) para luchar por una plaza europea. Ambos se lo han ganado a pulso, aunque este sábado solo podía ganar uno.

Este Rayo Vallecano-Villarreal ya partió de primeras como uno de los partidos de la jornada. Natural la expectativa. 90 minutos que hablarían de los dos equipos mucho más que lo que marca un resultado. Si el año que viene puede haber un Rayo-Liverpool, como tanto anhela su afición, los de Iñigo Pérez debían dar un golpe en la mesa y demostrar que en su campo no hay rival grande. Si el Villarreal quería consagrarse como equipo Champions, ahora que el quinto lo tiene ya como posibilidad realista, tampoco podía permitirse sumar de cero en cero cuando saca un billete de tren. Dos equipos que atacan bien, uno que defiende de aquella manera, el otro fortísimo en su feudo... Lo tenía todo para que la tarde del sábado comenzara con movimiento.

Iñigo Pérez premió a Pedro Díaz, que va con la flechita hacia arriba y dejó patente que Óscar Valentín ya vive en otro rol, diferente al de los últimos años. Como el de Nteka, que se ha ganado la titularidad con trabajo, siempre el gen más preciado en las ganas de Vallecas. Poco tardó en demostrar que si está ahí es porque en este estadio el esfuerzo no se negocia, es el socio número 1 del carnet del pesado. Insistente quizás suena mejor. Así le fue a un Villarreal al que en los primeros compases le costó muchísimo proponer, esta vez sin Parejo y con Comesaña y el peligroso Gueye en el medio.

El Rayo regresó a su tendencia de controlar el partido de inicio y después ya se verá. No hay que olvidar quién tenía delante este sábado, un miura. Thierno Barry fue el primero en avisar con un buen cabezazo por poco desviado a la derecha de Batalla. El guardameta local ha entrado ya en ese punto pletórico de no descartar que desvíe el balón con la mirada. No todo le va a salir de boca a los de Iñigo. Isi se llevó un golpe y tuvo que ser sustituido a los 13 minutos.

Tal y como era previsible, la primera mitad navegó en esas aguas. Intensidad extrema, a la par que pocas ocasiones y el público muy metido en el partido. De hecho, poco hay que narrar hasta que en el minuto 42 se dio una acción de esas que solo son entendibles en un nuevo fútbol que cada vez representa a menos personal, pero que desde Las Rozas están empeñados en llevar a rajatabla. En un lance del juego, Sergi Cardona derriba a Jorge de Frutos, que fruto de la caída, levanta la pierna y llega a tocar al jugador del Villarreal sin ánimo de hacer daño, sin realmente hacerlo que, al menos, serviría como atenuante a la decisión. A cámara lenta y delante de una pantalla, cada uno de nosotros habríamos cargado ya a nuestras espaldas con alguna que otra multa de época. La sociedad no funciona así, pero la ley del fútbol no concibe el indulto. Vallecas tampoco lo entiende y sentencia: "Vaya puta mierda de Liga".

A Baena le hace falta muy poco

Algo tiene el Rayo Vallecano, y más en Vallecas, que ha pasado de sufrir para amarrar la permanencia la pasada campaña a ser un competidor feroz, indescriptible a ojos de quien lo vio y ahora lo ve. Será su grada, que no para durante 90 minutos y que incluso tiene tiempo para hacer alegatos en defensa de la educación pública. Tampoco conviene restar méritos al trabajo de Iñigo. Si el Rayo jugó con diez en el arranque de la segunda mitad que llegue alguien y lo demuestre. Controló el partido, no con balón, pero sí su dinámica. Las ocasiones, a cuentagotas, eran las que se podían exigir a un partido en el que hay desigualdad numérica y mucho en juego.

No hay milagro que valga y menos con un Villarreal enfrente. Tocaba sufrir. Incluso con un Álex Baena anulado y sin que el fútbol del Submarino Amarillo fluyese como de costumbre. Pero este equipo tiene pólvora, imposible de negar. Ahí estuvo Barry para demostrarlo. Se encontró con Batalla, pletórico. Si este delantero tuviera un índice de acierto solo un poco mayor, estarían Newcastle, Brighton y Aston Villa picados en una subasta que arreglaría la vida a todo un estadio junto. En su día eso pasó con Pépé, que ahora es suplente en el Villarreal, aunque mantiene el picante: nada más entrar amenazó a lo grande. Batalla volvió a responder.

No fue tanto el cántaro a la fuente, pero resultó suficiente. Con el Villarreal ya más volcado, era cuestión de tiempo que llegara un aviso de los de verdad. Y acabó en un córner, donde los locales siempre levantan un muro de contención infranqueable. Así son las cosas, cuando las circunstancias no reman a favor de obra... Y también porque a los cracks como Baena les vale todo. Un envío de alta cocina del '16' acabó en la cabeza de Ayoze como si fuera teledirigido. A la red y muchísimo más: ¡nueve puntos por encima de la sexta plaza cuando probablemente el quinto vaya a Champions!

Quien creyese que el Rayo iba a bajar los brazos poco visita este estadio. Ya con más riesgos, claro, Nteka obligó a Diego Conde a realizar una gran intervención. En el córner posterior, el balón sobrevoló el área provocando algún que otro amago de vahído a todo aquel con camiseta amarilla. El número es matemática pura y poco se puede hacer para luchar contra la ciencia: el Villarreal tuvo un par más para ampliar el marcador, aunque se quedó con las ganas. Como las del equipo de Iñigo, tras una nueva ocasión de Mumin y el debut liguero de Etienne Eto'o, el hijo de Samuel. Tocará esperar para seguir cantando a pleno pulmón sus anhelos de mínimo Conference League. Desde la grada ya le avisaron de que ese era el menor de los problemas: "En Europa o en Segunda Regional, Vallecas alé".

La ficha del partido:

  • 0- Rayo Vallecano: Batalla; Ratiu, Lejeune, Mumin, Chavarría; De Frutos, Pedro Díaz (87' Trejo), Pathé Ciss (73' Gumbau), Álvaro García (87' Eto'o); Nteka (73' Sergi Guardiola), Isi (14' Embarba).
  • 1- Villarreal: Diego Conde; Foyth, Logan Costa, Kambwala, Cardona; Yeremy Pino (62' Pépé), Comesaña, Gueye (62' Parejo), Baena (93' Pedraza); Ayoze, Barry (79' Buchanan).
  • Goles: 1-0 Ayoze (66').
  • Árbitro: García Verdura. Amonestó a Barry, Yeremy Pino, Diego Conde y Ratiu. Expulsó a Jorge de Frutos (42').