FC BARCELONA

Cronología de la caída de Xavi: la llegada de Deco y el terremoto de Amberes para sentirse "cada vez más solo"

El entrenador ha ido perdiendo apoyos durante esta temporada. Fue él quien finalmente dijo basta.

Xavi durante el partido contra el Villarreal./EFE
Xavi durante el partido contra el Villarreal. EFE
Jordi Cardero
Alex Pintanel

Jordi Cardero y Alex Pintanel

Una hora y medio después del final del partido, Xavi aparecía en la sala de prensa. Que lo hiciera acompañado de su mujer, Nuria, y de su hermano, Óscar, hizo saltar las alarmas. Unos minutos antes había estado reunido con la plana mayor de la directiva, con Joan Laporta al frente, para hacerles saber que iba anunciar que no continuaría en el banquillo la próxima temporada. La decisión de Xavi se gestó durante los últimos días. Pero la realidad es que las cosas empezaron a torcerse el pasado verano, después de ganar LaLiga.

La despedida de Xavi es el primer capítulo de un último acto que todavía no se sabe cuánto durará. La fecha de caducidad es el 30 de junio. El entrenador apareció en la sala de prensa de Montjuïc sin la presencia de Laporta. Su relación no viene desde el primer día, la campaña electoral, y tampoco acabarán de la mano. En verano de 2021, el presidente tuvo la opción de que remplazara a Koeman, pero decidió darle otra oportunidad. Xavi, además, había estado vinculado a la candidatura de Víctor Font. Una vez apostó por la leyenda blaugrana, aseguró que le gustaría que continuara durante todo su mandato.

Una Liga y una Supercopa fue un balance notable para la primera temporada completa de Xavi. "Hem tornat" ["Hemos vuelto"] era el mensaje que proyectaba el club. Sin embargo, el verano pasado, en el momento de dar otro impulso al proyecto del técnico, comenzaron a sobrevolar dudas sobre la Ciutat Esportiva. Desde el traspaso de poderes en la secretaría técnica hasta la elección de los fichajes. La gran explosión se produjo en el a priori intrascendente viaje a Amberes.

De Mateu Alemany y Jordi Cruyff a Deco

En verano, la junta directiva tomó la decisión de incorporar a Deco a la dirección deportiva. Primero Jordi Cruyff y luego Mateu Alemany decidieron poner fin a su etapa en el club. De esta forma, se iban las cabezas del 'Barça de las palancas'. Las aspiraciones en cuanto a fichajes de Xavi durante el último verano distaron mucho de lo que podía invertir el club.

Para la posición del pivote, el técnico quería a un futbolista de talla mundial para suplir la marcha de Sergio Busquets. Sobre la mesa, los nombres de Zubimendi y de Kimmich. que según cuentan fuentes del cuerpo técnico llegó a presentarse como una "oportunidad de mercado". El Barça tuvo que ir cerrando carpetas hasta incorporar a OriolRomeu. El mal rendimiento del ex del Girona provocó un cambio en la planificación. Gündogan, en un principio fichado para jugar como interior, tuvo que retrasar su posición hasta la base del cuadrado.

Los Joaos, fichajes por decreto

Con el mercado agonizando y la urgencia por inscribir a todos los futbolistas de la plantilla, Xavi siguió pidiendo reforzar dos posiciones más: la del lateral derecho y el centro del campo. Para la banda su nombre era el de Foyth. Y con el nombre de Joao Félix apareciendo en los medios, desde el cuerpo técnico eran claros: consideraban al portugués un delantero, no un generador, y por eso no eran partidarios de incorporarle. La afinidad entre Laporta y Jorge Mendes terminó trayendo a Barcelona el último día de mercado a los dos Joaos. Xavi, por su parte, acabó apostando por Fermín como 'fichaje'. Durante esas semanas perdió a uno de sus piezas clave: Dembélé.

Tras el bocinazo del cierre de mercado, Xavi terminó con una plantilla competitiva, capaz de pelear por todos los títulos. Además, ya tenía receta ganadora: el sistema de los cuatro centrocampistas. Quien no estaba del todo contento con la estructura era el goleador de la campaña pasada, Robert Lewandowski. El polaco era partidario de jugar con extremos abiertos que alimentasen el área donde esperaba balones. Desde la directiva instaron a Lewandowski a "ayudar" a Xavi como entrenador joven que era. El preparador, de hecho, siempre ha solido ponerle como ejemplo delante de todo el grupo por su ética de trabajo.

El terremoto de Amberes y las contradicciones entre Xavi y Deco

Durante este curso, no hubo un apoyo total de la directiva a Xavi. Por lo menos no de puertas hacia dentro. Algunos de ellos incluso llegaron a cuestionarle algunas decisiones tácticas. El episodio más grande de desencuentros se vivió en el viaje a Amberes. El Barcelona venía de perder en Champions contra el Hamburgo. Aquello habían supuesto cerca de tres millones que dejaría de ingresar el club. 2,8 millones, para ser exactos, con los que se contaban en el presupuesto. Así las cosas, y después de que Xavi diera descanso para la visita a Bélgica a Araujo, Lewandowski, De Jong y Gündogan, desde la directiva se le pidió a Xavi incluirles en la lista.

El técnico dijo haber consensuado el cambio con Laporta y Deco, hecho que negó el director deportivo y ratificó más tarde de nuevo el entrenador. De Jong se quedó en Barcelona a causa de un proceso febril, mientras que Araujo se quedó en la grada porque si veía una amarilla más se perdería el siguiente partido. Lewandowski presionó para jugar amparándose en que ya había viajado. Paradójicamente, marcó Marc Guiu. Por otro lado, Gündogan entró para disputar la última media hora.

Aquel intercambio dialéctico de golpes marcó una distancia de posturas entre Xavi y Deco. No obstante, desde el cuerpo técnico siempre han remarcado que sus reuniones son casi diarias y el propio Xavi comentó recientemente que ya estaban preparando la próxima temporada. El contexto en que se produjo era delicado: el Barça tuvo que organizar un amistoso en Dallas para paliar el dinero que faltaba por ingresar y, además, venía de perder contra el Girona. A pesar de que el preparador recalcó que habían sido superiores a los de Míchel, en la zona noble del club dolía no solo haber perdido, sino sobre todo las formas: jugando como ellos desean jugar.

La foto entre Laporta y Márquez

Dos semanas atrás, el Barça Atlètic había visitado el campo del Cornellà, que esta campaña está jugando en Palamós. En un pueblo cercano se encuentra la segunda residencia de Laporta. Y si bien el sábado había visto como el primer equipo empataba en Vallecas, decidió ir a ver el filial el domingo. Al final del partido bajó al vestuario y felicitó a los jugadores y al staff. La foto de Laporta y Rafa Márquez ya estaba hecha, hubiese sido un gesto torpe, inocente o lleno de intención. Xavi, poco a poco, se iba quedando sin apoyos. "Está cada vez más solo", comentaban por los pasillos de la ciudad deportiva.

Laporta felicita al filial por su victoria ante el Cornellà. FCB
Laporta felicita al filial por su victoria ante el Cornellà. FCB

"El Barça es una trituradora de personas", solía decir el actual preparador. Durante las últimas comparecencias su cambio en el mensaje, hablando de su legado o de que no le quedaba tanto tiempo, abriendo las puertas a un escenario inédito. Durante los últimos meses Xavi también ha sido el paraguas, el objetivo de muchas críticas. El técnico se va porque en lo futbolístico no ha sabido dar con la tecla, no ha podido llevar al equipo al siguiente nivel después de construir un equipo campeón. Las expectativas hicieron temblar su proyecto, los desencuentros internos los agrietaron y fútbol y resultados se encargaron de dinamitarlo.

Por encima de Xavi, la gestión de un club que sigue buscando inversores, que va atado de manos en lo económico y tiene en plena construcción su casa. Un estadio, que por cierto, Xavi no verá terminado desde el banquillo. Hasta entonces, poco a poco irá dejando su legado en forma de canteranos.