FC BARCELONA

Lo que se cuece en el Barça: la utopía de Musiala, el casting por un extremo y el futuro de Lewandowski e Iñigo Martínez

Deco, que ha recuperado el 1:1 pero dispone de un fair play mínimo, ya sabe lo que el equipo tiene, lo que el equipo necesita y lo que piensa la plantilla.

Musiala en un partido con el Bayern de Múnich./AFP
Musiala en un partido con el Bayern de Múnich. AFP
Miguel Rico

Miguel Rico

A estas alturas de curso los grandes clubes tienen dos grandes objetivos. Uno: seguir vivos en todas las competiciones. Dos: Tener perfilada una relación, con nombres y apellidos, de altas y bajas para el próximo ejercicio. El Barcelona tiene solventado el primer punto aun sabiendo la exigente inestabilidad que provoca esta situación. Con retraso en la Liga y eliminatorias en semifinales de Copa y octavos de final en Champions, de ahora en adelante se va a jugar un título en cada partido. Mejor dicho, mantener la opción de seguir aspirando a lo máximo y en ese día a día agobiante se mueve Hansi Flick. Y lo mismo ocurre con la dirección técnica. Deco vuelve a estar en condiciones de 1:1, pero el 'fair play' disponible sigue siendo mínimo por más que el club haya tocado dinero en las últimas semanas con pequeños traspasos y porcentajes reservados en ventas de futbolistas de otros clubes por los que el club se había reservado un porcentaje del traspaso. Dicho con otras palabras. Deco, de acuerdo con el entrenador, sabe lo que el equipo tiene, lo que el equipo necesita y lo que piensan los miembros de la actual plantilla. Resumiendo, en los despachos también se vive al día y no solo eso. Se asume que el Futbol Club Barcelona, como tal, tiene prioridades económicas más urgentes que la compra de jugadores.

A día de hoy no existe todavía una partida económica referida a la inversión en fichajes, que surgiría de la aportación directa más los ingresos por traspasos. Hay varias razones como esas urgencias de la economía del club y la escasa disposición de los transferibles a salir de Barcelona, donde disfrutan de salarios difíciles, muy difíciles de igualar, en cualquier otro destino incluida la Premier. Un caso obvio es el de Ansu Fati, que cobra, en bruto, por encima de los 10 millones y este invierno ha rechazado todas las propuestas que le han hecho Deco y Jorge Mendes, su agente. Otro podría ser Frenkie de Jong que, con el salario no pagado en temporadas anteriores y prorrateado a las siguientes, es la ficha más alta del club. Las conversaciones con el holandés están paralizadas, pero lo que saben él y sus agentes es que, si llegase a renovar, lo haría por mucho menos de lo que está ganando y que roza, por arriba o por abajo, los 20 millones. Pero hay más casos y también objetivos que por tiempo, disponibilidad económica y rendimiento de futbolistas como Pedri, Gavi, Fermín, Casadó y hasta el propio De Jong ya no son ven como una urgencia sino como una incompatibilidad. Ejemplo: Florian Wirtz del Leverkusen. Máximo nivel. Ha estado siempre en posición de privilegio como futurible, pero con Pedri rindiendo como está rindiendo en la temporada de su consagración, ha dejado de ser un objetivo. Hay que irse olvidando de Wirtz.

Lo mismo ocurre con Alex Baena, que en diciembre rechazó una oferta de Al-Alhi. Los árabes pagaban los 55 millones de cláusulas al Villarreal y le ponían sobre la mesa 15 millones libres de polvo y paja por cada temporada. Su nombre ya sonó el año pasado que ha dejado de sonar por la aportación de los jovencísimos centrocampistas y mediapuntas del Barcelona. Ahora es el Atlético de Madrid quien ha tomado la primera posición en la lista de pretendientes. Si el Barça tuviera que jugar fuerte en esas zonas del campo, la primera opción es Musiala (Bayern), por su compatibilidad con Pedri que es, con Lamine Yamal, la piedra angular del proyecto. Ahora bien, sacar del Bayern a un futbolista de 21 años valorado en 140 millones y con contrato hasta 2026 no se antoja cuestión sencilla. Más bien, dadas las circunstancias, misión imposible, pero, eso sí, es el tipo de futbolista que mejoraría la plantilla de Flick. Y lo bueno es caro, carísimo. Como debe ser carísimo también, ese extremo izquierda/delantero con desborde y calidad que Deco tiene entre ceja y ceja. El año pasado ya vivimos un folletín con Nico Williams (22). Este año volveremos hablar de él como ya se han publicado algunas cosas sobre Luis Díaz (28), el colombiano del Liverpool, y Rafa Leao (25), portugués del Milán. Todos a precio de oro.

El más barato, por decirlo alegremente, sería Nico y costaría la cláusula. Unos 60 millones. El rojiblanco, que termina en 2027, ha jugado 30 partidos con el Athletic, con 4 goles y 5 asistencias. Luis Díaz también culmina su compromiso con el Liverpool en 2027. Es un fuera de serie que firma 32 partidos, 12 goles y 3 asistencias en el Liverpool de Salah, a quien ya ni nos referimos porque, además de jugar por la derecha, lo tiene hecho con el gobierno de Arabia. Díaz está valorado en 85 millones, que es mucho menos de lo que dicta la cláusula de Leao, 150 millones. Un portento físico con velocidad, regate y goles: 8 en 31 partidos más 7 asistencias. Deco. Como es su obligación, está atento a la situación de todos y, probablemente, cuando está tranquilo, si es que el carro le permite ese lujo, debe pensar en el golpe de efecto que supondría una aportación del nivel de los extremos señalados, pero luego, al volver a la cruda realidad, tiene que centrarse en otras cosas de ese día a día cuesta arriba que domina su trabajo en la Ciutat Esportiva. Y es que el Barcelona empezó la temporada con 28 jugadores, de los que 16 terminaban (algunos ya renovados) contrato entre 2025 y 2026 y eso ha condicionado su gestión y la seguirá condicionando. Vamos, que lo de fichar a uno o a otro o al de más allá se comenzará a valorar cuando Laporta no tenga las urgencias que tiene ahora.

Lo próximo, por tanto, sería confirmar las renovaciones de Iñigo Martínez y Robert Lewandoswki quienes, por número de partidos jugados este año, están a un paso de ampliar automáticamente el año adicional en juego. Flick debe estar por la labor porque en Valencia, con 0-4 en el descanso, vimos como daba entrada a Iñigo para que pudiera sumar otros 45 minutos a su estadillo, que cuentan como un partido completo. El polaco no jugó, pero tampoco tendrá problema en llegar al 60% de partidos que se le exige. Pero hay más casos para Deco- ¿Qué hacer con Eric García? ¿Venderle como parecía en diciembre o renovarle como parece en enero? ¿Y Pablo Torre? ¿Y Héctor Fort? ¿Y Szczesny e Iñaki Peña? Todos, y alguno más. Y ese más es Araujo, que en julio dispondrá de 10 días para poder irse por 65/70 millones. Eso sí, no podrá ser a ningún club con etiqueta de rival del Barça. Esos solo podrían acceder al uruguayo a un precio 4/5 veces superior. En todo caso, el Barça tiene asumido que, como está escrito en su nuevo contrato, decidirá Araújo y hasta piensan que Ronald se quedará. Ya lo veremos. Entre otras cosas porque en camino está Jonathn Tah, el central del Leverkusen que llegará libre, convencido de que será titular indiscutible.