'Cholo' cambió el sistema y el Atleti ofreció su mejor versión

En el noveno partido de la temporada, Simeone cambió el sistema. Salió doblemente reforzado. Salvó la crisis desatada por la derrota ante el Madrid y modificó el sistema de juego para poner a Witsel en el centro del campo (del 1-3-5-2 al 1-4-4-2) y dar otro aire al equipo.

El Sevilla lo puso en bandeja (se llevó pocos goles) y el Atlético pareció otro equipo completamente distinto, con goles de soldados de Luis Enrique, Llorente y Morata. Este Atleti disparó más que nunca y encima dejó la portería a cero (tercer partido de la temporada). Triunfó como equipo, con Joao Félix en el banquillo...

Fútbol es fútbol, decía Boskov. Esa fue la reflexión que dejaron ayer Lopetegui y Simeone en sus conferencias de Prensa. Intuían que uno de los dos iba a salir herido en las trincheras de Pizjuán. El conjunto hispalense se entregó al clima de depresión. Es el peor Sevilla desde la 96-97, cuando bajó a Segunda División. Desde el mes de enero, a Lopetegui se le caía el equipo. El problema, tal vez, no sea solo el asunto del entrenador.

A Llorente le sienta bien el 1-4-4-2 porque después de 52 partidos volvió a marcar. Fue otro, como la mayoría de los jugadores del Atleti en el Pizjuán (aplíquese a Saúl, Koke o Nahuel). Veloz, potente y, por fin, diferencial. Recordó a ese Llorente que ganó LaLiga 2020-21. Más pendiente de atacar, que de defender, como cuando estaba Trippier. Fue clave que Nahuel rompiera el cascarón. El argentino había dejado dudas en los cinco partidos que había jugado antes, pero ayer el Cholo le brindó tanta confianza que fue el encargado de lanzar los córners (?).

Poco se habla hoy de Griezmann. Es curioso. Volvió a ser suplente y salió en el 59'. Pero con un Atlético llegando 10 veces al área rival en la primera mitad, con ocasiones claras de Morata (dos), Saúl o Llorente, al final, el asunto del francés se transformó en un asunto menor. Cuando el fútbol gana al aburrimiento, los aficionados y los periodistas miran menos los nombres del banquillo. O hay menos ruido. El Atlético ofreció su mejor versión, con Savic y Giménez en defensa, y no pareció tan importante quién se quedó en el banquillo. Incluso, nadie echó de menos a Joao Félix...

Simeone hizo un regalo a Koke en el día que cumplió 554 partidos con el Atlético. Cambió el sistema, del 1-5-3-2 al 1-4-4-2, con Witsel a su lado en el centro del campo. Regalazo. Fue otro Koke (más jugón) y otro Atleti (más dominador). El capitán asistió a Llorente en el primer gol del encuentro. Más allá del dato, lo importante es que con este sistema el equipo jugó más cerca del área rival y eso lo agradeció Koke, que recordó al niño que empezó a jugar en los campos de Cotorruelo porque se le vio disfrutar.