Dani Alves y su paso por el Barça Atlètic: charlas, consejos y alegría, mucha alegría

Dani Alves contagia su sonrisa. Es hipnótica. El defensa brasileño siempre aporta alegría. Lo sabía bien Xavi, que no dudó en incorporarlo a su equipo en un momento de horas bajas. Alves, fiel a su estilo de vida, cumplió dentro y fuera del terreno de juego. Ahora, su misión se ha trasladado al Barça Atlètic.

Como explicamos en Relevo, el brasileño pidió al club azulgrana ejercitarse con el filial azulgrana con la mirada puesta en el Mundial de Catar. Tras finalizar la temporada con Pumas, Alves quería un equipo con el que poder entrenar para llegar con las mejores condiciones al Mundial, si finalmente Tite termina incluyéndolo en la lista. En el Barça, agradecidos por todo lo que ha dado, aceptaron.

Alves lleva más de una semana siendo uno más en el equipo de Rafa Márquez. El brasileño está entrenando como si tuviera que disputar el partido de Primera RFEF del fin de semana. No hay relajación. Eso nunca ha entrado en los planes del brasileño. Siempre competitivo, está dejando varias anécdotas que algunos de los protagonistas no olvidarán jamás.

En una sesión de entrenamiento hay tiempo para todo. Para entrenar, pero también para conversar. Así se forjan los vestuarios. Y en eso, Dani Alves sabe un rato. El brasileño aprovecha cualquier instante de descanso para conocer a las pequeñas joyas que se están forjando en la Masia. Siempre cercano, se ha adaptado a la perfección al grupo.

Uno de los jugadores que más se ha beneficiado de la estancia del brasileño es Álvaro Núñez. El lateral, que llegó en verano procedente del filial del Athletic, está recibiendo varios consejos de parte de Dani Alves. Catalogado como el mejor lateral de la historia del Barcelona, está aprovechando sus conocimientos para trasladárselos a Núñez, fijo en el lateral con Márquez. También Rosanas, el otro jugador que ocupa esa posición, ha recibido los inputs del brasileño.

Otro de los jugadores que charlan más asiduamente con Alves es Álex Carbonell. El pivote defensivo es el jugador más experimentado de la plantilla y juntos comparten charlas de fútbol. Carbonell, que debutó en 2016 con el primer equipo, ejerce un papel de líder dentro del vestuario del filial.

Pese a que es el jugador más laureado de la historia del fútbol con 43 títulos, a Dani Alves no se le caen los anillos para llevar el material. Es más, con la felicidad que le caracteriza, no desperdicia un momento para ayudar y hacer bromas para hacer reír a sus compañeros.

Alves, que sigue cambiándose en el vestuario del primer equipo, ha sido muy bien recibido por sus nuevos compañeros. Muchos de ellos lo tenían como uno de sus ídolos y ahora lo ven entrenando a su lado. A sus 39 años, el brasileño sigue mostrando una ambición más propia del jugador que aún tiene que debutar en el fútbol profesional.

El lateral, en los ejercicios, es el primero que siempre quiere ganar. Lo celebra todo. Como si fuera su primera vez. Y compite. Sea el ejercicio que sea. No concibe ninguna otra opción. Así ha sido siempre. Y más si el que le da las órdenes es un buen amigo como Rafa Márquez. Relación excelente la que tienen ambos.

En los partidos de entrenamiento, Alves ordena y corrige como si fuera el propio técnico mexicano. Su experiencia lo avala. A la larga, quién sabe si también lo vemos sentado en los banquillos. De momento, aún se ve con cuerda para competir. Y de eso, en el club azulgrana, esperan que se hayan impregnado sus nuevos compañeros en el Barça Atlètic.