El amor-odio de Ceballos con el Betis y la intrahistoria de su salida al Real Madrid: "Es normal que la gente no lo quisiera aceptar"
El utrerano regresa a Heliópolis con una relación con los béticos que ha pasado diferentes momentos desde su adiós en 2017.

Dani Ceballos regresa al Villamarín tras un inicio de temporada complicado, donde las lesiones le han frenado pese a contar con la confianza de Ancelotti, que pidió su renovación al final del curso pasado (amplió su contrato por años más). El canterano del Betis vuelve a la que fue su casa con apenas 170 minutos en las piernas pese a las ausencias de jugadores importantes como Tchouameni, Camavinga o Modric. Aun así la figura de Ceballos despertará la atención de los béticos, que mantienen una relación de amor-odio con el utrerano desde su salida en el verano de 2017 con destino a la casa blanca.
Aquel traspaso no sentó bien en la hinchada, pese a que el dinero recaudado -16,5 millones de euros- permitiera darle la vuelta a la plantilla y que con Lorenzo Serra Ferrer y Quique Setién el Betis comenzara a colarse entre los grandes de LaLiga. Dani Ceballos, entonces asesorado por Bahía, tenía sobre la mesa propuestas de Barcelona -Gerard Piqué y el expresidente Bartomeu lo telefonearon- y Real Madrid, y acabó escogiendo al club de la capital de España pese a las advertencias de alguno de sus más allegados. "Fue imposible mantenerlo, él tenía una cláusula baja para la calidad de futbolista que era. Llegaron los grandes y se fue al Madrid. El Barcelona pagaba más dinero al Betis, pero no pudimos hacer nada", señala Lorenzo Serra Ferrer, que en los primeros días tras su regreso al club verdiblanco como vicepresidente deportivo tuvo que lidiar con aquella situación.
La salida enfadó los aficionados béticos, que se habían aferrado al utrerano como la gran esperanza para que el Betis saliera de la mediocridad, después de que de la mano de Pepe Mel primero y Víctor Sánchez del Amo después se asentara en la primera plantilla. "El Betis hubiera contado con un gran futbolista, de los que gustan y son arropados en el Villamarín. Es normal que la gente no lo entendiera o no lo quisiera aceptar, pero cuando aparecen estos equipos con más posibilidades poco se puede hacer. Se perdió mucho talento, en lo colectivo y en lo individual", admite Serra Ferrer.
Su primer año en el Real Madrid tampoco fue sencillo. Con Casemiro, Modric y Kroos como piezas inamovibles para Zinedine Zidane, Ceballos tuvo una escasa participación, pese a que mostró buen fútbol cuando saltó al terreno de juego. En su primera visita a Heliópolis se quedó sin minutos y, además, recibió los improperios de la grada. "Ceballos, comepipas" o "Pesetero" fueron algunas de las frases que debió escuchar de los que fueron sus aficionados. Hasta Marco Asensio, uno de sus mejores amigos, le dedicó uno de sus goles como expresión de apoyo. Semanas antes, el Betis había tanteado su regreso, aunque al haber estado inscrito ya en esa temporada no se pudo concretar la operación. "No era viable. Luego nunca supe de esto, más adelante intentamos avanzar algo pero nunca nos dijeron si era posible", señala Serra Ferrer al respecto, que se quedaría sin más intentonas para hacer regresar al utrerano por su salida de la entidad en 2019.

Del «Me silban y me duele» a una cicatrización de las heridas
La segunda visita de Ceballos a Heliópolis acabó con un gol de falta directa que le daría el triunfo al Madrid en el Villamarín, algo que tampoco sentó bien entre los aficionados. "Cuando vuelvo al Villamarín, estoy bastante dolido. En su momento tuvieron la oportunidad de renovarme, pero cuando no jugaba con Poyet el Betis esperó. Toda la mierda me salpicó a mí y el club se lavó las manos. El jugador es el malo de la película, soy bético, y cuando voy al Villamarín y me silban, me duele", llegó a decir Dani Ceballos, por lo que entendió como una campaña creada en torno a su figura para que el club justificase su adiós.
Pero el paso del tiempo fue curando las heridas. El regreso de Zidane al Real Madrid lo llevó dos años en la Premier con el Arsenal, lo que alejó su figura de LaLiga, pero eso significó un acercamiento a los béticos. Con mensajes en las redes sociales cuando se jugaban derbis, con su presencia en la final de la Copa del Rey que acabó en título verdiblanco o en conversaciones privadas con los dirigentes, sobre todo el vicepresidente, José Miguel López Catalán, el Betis y Ceballos fueron restableciendo las relaciones.
"Con el tiempo siempre ha hablado muy bien del Betis, se ha notado ese agradecimiento al club que lo formó. Estuve en un periodo corto con él, lo pude conocer como persona y como futbolista es magnífico. Es todo talento. También tiene una buena actitud, pero es una pena esas lesiones que no le están permitiendo escribir las páginas que merece por su brillante juego. Pero es joven aún y tiene tiempo todavía", comenta Serra Ferrer. Incluso tras los Juegos de Tokio, en los que sufrió una grave lesión, la vuelta del utrerano a Heliópolis estuvo sobre la mesa.
En las últimas horas del mercado, el Real Madrid ofreció esa posibilidad al Betis en forma de cesión. Ceballos, que entonces creía que podría reaparecer con más celeridad, también veía con buenos ojos esa posibilidad, pero las dificultades económicas del club verdiblanco y la falta de fichas en la plantilla provocaron que finalmente esa negociación quedase en nada. Aunque los béticos sí sintieron ese cariño del utrerano, que ya se había multiplicado en las redes. Por fin, Ceballos y el Betis volvían a establecer una relación cercana.

Tras superar un año complicado por esa lesión que lo trajo en jaque desde Tokio, en cada mercado el nombre de Ceballos volvió a estar vinculado al club verdiblanco. A falta de un año para finalizar su contrato, el futbolista le manifestó al Real Madrid que si salía del club sólo sería para jugar en el Betis, pero la economía verdiblanca no permitía una inversión acorde a lo que solicitaba el club blanco, que no estaba dispuesto a desprenderse del futbolista sin una contraprestación económica.
El sueño de los dirigentes y de los aficionados pasaba por seducirlo, por hacerle ver que en ningún sitio estaría como en casa, para cuando acabase su contrato en el Real Madrid. Pero de nuevo los caminos se alejaron con esa buena recta final de temporada de la mano de Ancelotti y la propuesta de renovación del club blanco, con unas cifras a las que no podía acercar el Betis. Ceballos acabó ampliando su contrato y desvaneciendo el sueño de los béticos, al menos de momento, que esa relación de amor-odio aún promete nuevos capítulos en el futuro.
No ha tenido suerte con las lesiones. En primer lugar estar, como dicen los ingleses, fit-fit, estar completamente en forma para jugar. Y luego, extrañamente para los futbolistas que juegan poco, Dani ha conseguido algo muy difícil, que la afición del Bernabéu esté con él. La afición quiere a Dani Ceballos. Él desde esa tranquilidad y esa libertad tiene hacer lo que ha hecho siempre, ofrecerse, hacerlo fácil en zonas del campo y demostrar en el campo del rival las cosas que tiene.