El dardo de Álex Sola a Imanol Alguacil: "He demostrado que cuando un entrenador confía en mí, tengo nivel de Primera"

A Alex Sola (Donostia, 1999) no le gustó el proceder de la Real Sociedad el pasado verano cuando a última hora del mercado le mandó a Vitoria. Su fichaje por el Alavés fue una sorpresa mayúscula. "Las formas podían haber sido otras", lamenta un futbolista que en el conjunto gasteiztarra, eso sí, ha ofrecido su mejor versión. Se ha convertido en un fijo para Luis García Plaza, que le ha dado la confianza que otros entrenadores no le dieron, en clara referencia a Imanol Alguacil. Su cesión termina este próximo 30 de junio y en teoría tendrá que emprender el camino de regreso a una Real Sociedad con la que tiene contrato hasta 2026. No se le ve muy convencido con esa posibilidad, siendo consciente de que en Donostia no lo tendrá sencillo para jugar.

La verdad es que será especial porque al final te enfrentas contra excompañeros que son buenos amigos. El primer partido, por decisión del míster, no tuve la oportunidad de jugar y espero que este fin de semana sí que tenga mi momento.

Yo ya sé lo que valgo y creo que no me tengo que reivindicar delante de nadie. Cada uno sabe. Creo que ya me han visto el nivel que tengo y aún no he llegado a mi máximo. Yo creo que aún puedo dar bastante más, pero cada uno tendrá que sacar sus conclusiones. Ha habido partidos que he demostrado un gran nivel y otros que no tanto. He tenido algún altibajo durante la temporada y aún me queda demostrar que puedo estar a ese gran nivel durante toda la temporada.

No, enfadado no porque al final la Real está a un gran nivel. Hay muy buenos jugadores de fútbol. Y enfadado no me fui. Además, tengo muchos amigos allí. Sí que me fui un poco triste por la situación y por las maneras. Pero bueno, ahora quiero acabar la temporada y el año que viene veremos qué pasa.

Bueno, mi futuro ahora mismo está aquí hasta el 30 de junio, que es lo que tengo de cesión. Estoy disfrutando mucho del Alavés y quiero conseguir el objetivo. Lo único en lo que pienso ahora mismo es en jugar contra la Real Sociedad y llevarme los tres puntos. ¿Volver a la Real? Eso ya tendréis que preguntárselo a ellos en verano, a ver si creen que tengo ese nivel para estar allí o no.

Eso no me cambia. Yo lo que quiero es que llegue el domingo a las 9 de la noche y estemos celebrando en el vestuario que hemos ganado un derbi.

La temporada está siendo muy buena a nivel de minutaje, sensaciones y lesiones, que me han respetado mucho. Es un año que lo valoro positivamente porque el año pasado sí que no tuve la oportunidad de demostrar mi nivel en Primera División. Este año con la confianza del míster y el Alavés, en ello estamos.

Mucho. Yo soy un jugador que se me ve en el campo cuando estoy sin confianza, que no me salen las cosas. Cuando tengo pocos minutos y poco rodaje, se ve que me cuesta más demostrar mi nivel. Estoy muy contento este año y creo que lo estoy demostrando en el campo también.

Mucho también. Al final, el año pasado, con las sesiones que me marcaron durante meses y que el míster no confiaba mucho en mí y tampoco me dio la oportunidad, tuve que salir cedido y demostrar el nivel que tengo. En el Alavés en el primer partido, sin haber conocido a los jugadores, el míster me dio minutos y he demostrado que cuando el entrenador confía en mí puedo tener nivel de Primera División.

Por lo que me habían transmitido allí, mi idea era permanecer en la Real porque había hecho la pretemporada, tuve ofertas y no me dejaron salir hasta el último momento. Creo que podríamos haber hecho las cosas de otra manera, pero bueno. Es duro, aunque ya me había ido una vez y esa vez sí que tenía un poco más de miedo porque era un salto de categoría, pero demostré también que estaba para la Segunda División antes de lesionarme. Este año lo cogí con más ganas, no por demostrar a los demás, sino más a mí mismo. Tenía alguna oferta de Primera que se podía haber valorado desde el principio y bueno pues al final, hasta el último momento que salió la oportunidad del Alavés, que también se había interesado en mí. Se dio gracias a Dios porque otro año así habría sido muy duro, pero eso ya es pasado. Queda poco de temporada y en lo que pienso es en seguir demostrando que tengo el nivel, conseguir el objetivo y, después, disfrutar de las vacaciones.

La verdad que mucho. A mí me gusta mucho el fútbol, es mi pasión y al final cuando el míster te da esta confianza... Sé que tengo cualidades buenas y malas, pero cuando estallan las buena, es cuando disfrutas del fútbol.

Es verdad que debuté pronto y con un buen partido pero ... Tuve también mis problemas, lesiones... No era tan profesional como soy ahora. Se dieron un cúmulo de cosas y se demostró que no estaba preparado para mantener ese ritmo de la Primera División, pero creo que ahora sí estoy demostrando, tanto dentro como fuera del campo, que sirvo para esta categoría.

Mucha gente tenía muchas esperanzas puestas en mí, pero yo también soy un chico que confía mucho en mí y en mis cualidades y no tuve muchas oportunidades. Tampoco yo estaba tan preparado para ese mundo tan profesional o no lo conocía tan bien.

Es algo que tiene mucha importancia. Cuando estás en un club de cantera, como que todo va rodado. Juegas contra equipos más pequeños, de menor entidad, las cosas salen, todo son halagos, sobre todo cuando vas subiendo de categoría. Ahí nadie te habla de lo malo ni de la presión que hay porque estás como en una burbuja. Cuando llegas al mundo profesional, hay mucha presión y muchas críticas. Yo veo esa ayuda de una manera positiva. Yo la verdad que pensaba que no lo iba a necesitar. Y el año pasado, por mi momento y por las circunstancias, empecé, creo que necesitaba esa ayuda y la verdad que me ayudó. Y mira, al final, el trabajo que hice el año pasado me sirvió de base para este año.

Te enseñan a saber manejar situaciones para las que no estabas preparado y también a no hacer tanto caso a la gente, porque el mundo del fútbol está muy expuesto. El futbolista es un personaje muy expuesto y tienes que estar preparado para lo bueno y para lo malo. Para lo bueno creo que todo el mundo está preparado, aunque a alguno no le sienta bien, pero tienes que estar preparado para lo malo, cuando no juegas, cuando no estás en tu mejor momento y todo son críticas. Y bueno, también tienes que aprender a canalizar tu enfado y que todas las ideas y pensamientos sean solo en el fútbol y no en lo demás.

Yo diría que he tenido tres momentos malos. Dos de ellos sí que son las lesiones, porque al final nunca estás preparado para ellas y encima de la gravedad que fueron. Piensas que nunca te va a tocar y al final te toca. Es algo que no eliges. Pero bueno, yo de las lesiones me quedo con lo positivo. Me ayudaron a cambiar mis hábitos y a ser el futbolista que soy hoy en día. El tercero fue todo el año pasado, que fue un año, como te he dicho, muy duro, tanto futbolística como mentalmente. Por suerte ya le hemos dado la vuelta y estoy preparado para lo que viene.

Bueno, yo creo que es un cúmulo de todo. Siempre estaré agradecido a la Real por la oportunidad y porque me han formado tanto como persona como futbolista. No tengo ningún reproche porque sin ellos no estaría aquí, pero sí que es verdad que se podrían haber hecho las cosas de otra forma.

Ese fue mi primer club. Estuve año y medio antes de entrar en la Real Sociedad. Aunque ya en edad alevín iba a jugar torneos con la Real, pertenecía al Sporting. Fui un niño al que le gustaban todos los deportes. En Gipuzkoa los colegios te obligaban a practicar multideporte y yo, encantado porque a mí me encanta hacer deporte, sobre todo si hay algún balón de por medio. Ya lo he dicho alguna vez que también que estuve medio federado en el baloncesto con el Askatuak. De hecho llegué a jugar algún partido porque mi mejor amigo jugaba y cuando necesitaban algún jugador, me pedía a ver si podía ir. Incluso me dijeron para seguir jugando a baloncesto pero más que porque era bueno, por mis cualidades físicas. Ya cuando entras en las Real, ves las cosas un poco diferentes. En los primeros años no me lo creía tanto porque al final estás ahí y es mucho más fácil porque estás entre grandes jugadores. Es, por así decirlo, como una selección de Euskal Herria. Estás con los mejores, pero sí que cuando ya en cadetes empecé a subir con los mayores, me vi más que el fútbol era lo mío.

(Risas) No, no. Yo creo que no. Se ha ganado un futbolista.

Sí. Fui a jugar a Irún en navidades un torneo con el Sporting de Herrera. Faltaban compañeros y el entrenador me dijo que iba a jugar de central. Y a raíz de jugar ahí me dijeron que iba a ir a hacer tres entrenamientos semanales con la Real Sociedad. Mi primer entrenamiento fue en el z4 de Zubieta, que creo que ya no existe. Un campo de hierba artificial que no sabes cómo quemaba cuando te tirabas al suelo.

Un todoterreno, un futbolista muy polivalente. Al final lo que me gusta es jugar y me gusta jugar en banda por mis cualidades físicas, ya sea en la derecha o en la izquierda porque me manejo bien con las dos piernas. Sí que es verdad que me gusta jugar más en la derecha, pero bueno, si algún día me toca jugar por la izquierda, lo hago encantado.

No te voy a decir que uno de mis puntos fuertes sea lo táctico. A mí me gusta, en el sentido estricto de la palabra, jugar al fútbol e intentar hacer las cosas bien. Es cierto que los chavales cada vez son mejores y están mejor preparados desde niños, se tiene todo en cuenta, pero sí que es verdad que se ha perdido un poco eso ¿cómo decirlo? Se ha perdido la pasión del fútbol, de jugarlo más que de llevarlo a cabo. Y yo creo que sí, que soy un jugador de calle. Pero como cada entrenador te pide una cosa, tienes que estar a lo que pide porque es el que manda. Por mis cualidades se ha visto que cada vez que un míster me ha dado confianza y me ha dejado ser un poco más yo, es donde he dado mi mejor nivel. Se pudo ver en el Numancia, en el filial con Xabi Alonso y ahora en el Alavés.

El mundo del fútbol es muy profesional y es muy duro. Te exige el 100% mentalmente y sí que por nuestro trabajo, por así llamarlo, no podemos hacer otras cosas en la calle. Pero bueno, aprovecho el verano para poder jugar con mis amigos, que ahí es donde disfrutas también del fútbol. También disfruto jugando durante la liga, pero es distinto.

Creo que en otras categorías que he estado lo demostré. El año pasado no tuve la oportunidad y sí que me quedé un sabor agridulce, también conmigo mismo. Porque sí que tuve algún partido bueno, pero después de la última lesión... Al final no jugué, pero a mediados de año sí que no alcancé mi mayor nivel porque estaba recuperándome todavía de la lesión y no tuve esa continuidad necesaria. Y bueno, este año la he tenido. He jugado creo que ya más de 30 partidos. Ahora estoy con muchas ganas y me creo muy capaz de estar en Primera División.

Después de lo sucedido el año pasado, de no haber jugado tanto, dudaba también de mí, de poder dar este nivel y de aguantar tantos partidos al máximo nivel. Esta temporada he tenido algún altibajo, pero se ve que estoy preparado para jugar muchos partidos y estar ahí al pie del cañón.

La rodilla muy bien. La verdad que la trabajo mucho. Fue una mala suerte lo de la rodilla, pero está muy olvidado ya. Te diría que este año no me he perdido ningún entrenamiento. Así que estoy muy contento y muy bien físicamente.

Cada entrenador, como he dicho antes, tiene su librillo, sus entrenamientos, su idea. Cuando un jugador no tiene esos minutos de competición y entrena al máximo, que no digo que sea un mal método porque nos tenía todos a tope, pero sí que cuesta más mantener esa continuidad de entrenamiento. Es más fácil cuando tienes minutos de competición Este año ya con minutos de competición, se ha demostrado que puedo aguantar físicamente.

Sí, ya había hablado con ellos durante la pretemporada. Tenemos muy buena relación y vas preguntando por cómo se habían adaptado. De hecho, ellos me preguntaban si me había planteado la posibilidad de venir. Me lo han hecho más fácil porque si vas a un nuevo club sin conocer a nadie, sí que es verdad que yo soy una persona muy abierta, no tengo ningún problema con un compañero, pero cuesta más. Y yo creo que también se ve en el equipo que al ser gente que nos conocemos desde hace ya muchos años, hay muy buen ambiente y todo ayuda a que ahora estemos en esta posición.

Bueno, eso al final lo decide el club. Éramos los dos laterales el año pasado y este año estamos aquí en Alavés y creo que los dos estamos haciendo un muy buen año, nos entendemos muy bien porque llevamos muchos años jugando y la verdad que es mucho más fácil jugar a su lado por todo lo que hemos jugado de antes, nos conocemos muy bien.

Yo creo que él también está pensando en acabar la temporada, en conseguir este objetivo y al final de año ya se verá. No sabemos nada, yo creo que ni él lo sabe, él lo que quiere es acabar la temporada y ya en verano se verá qué hace.

De los errores se aprende. Sí que es verdad que yo soy una persona muy abierta, que me gusta confiar en la gente y sí que es verdad que alguna decepción me ha llevado, pero bueno, la vida está para eso, para cometer errores y no volver a cometerlos. Todavía soy joven.

Empezó el año muy fuerte tanto en Champions como en LaLiga y mantener ese nivel de competición y entrenamientos es muy difícil. El año pasado, con la Europa League también, tuvimos un bajón a mitad de año y creo que es lo que le he pasado este año. Cuando vayan pasando los años y los jugadores que están ahí se vayan haciendo más a la competición, a jugar cada tres días, irá mejor.

Llevamos muchos años juntos. Fue él el que me subió al filial y también al primer equipo. Por eso estoy agradecido. Es un buen entrenador y ojalá que esté en la Real Sociedad el máximo tiempo posible.