REAL MADRID

'Darth Vader' Ferreras, el dircom del Real Madrid durante 18 meses que continúa en la sombra: "Florentino aún le consulta todo"

El director de 'Al rojo vivo' abandonó la SER en 2004 para entrar en un club donde dejó huella. "Él nos enseñó a taparnos la boca".

Antonio García Ferreras, en el centro, con Florentino Pérez a su izquierda y Josep Pedrerol a su derecha./
Antonio García Ferreras, en el centro, con Florentino Pérez a su izquierda y Josep Pedrerol a su derecha.
Alfredo Matilla

Alfredo Matilla

"Esto es cosa de Ferreras". Aunque nadie se atreva a patentar la sentencia públicamente, la realidad es que esta coletilla ha sobrevolado siempre en lo que va de siglo en las redacciones de todos los periódicos, televisiones y radios en España cuando el Real Madrid es radiante protagonista de la actualidad. Ya sea por que el club da estratégicamente algún paso relevante o debido a que la sombra de Florentino Pérez, presidente desde el año 2000 a 2006 y desde 2009 a la actualidad, se alarga en ocasiones más de lo habitual.

Para quienes no son tan futboleros, la fuerza de esta asociación y la capacidad de influencia del periodista podrían ser fenómenos paranormales. A fin de cuentas, sus poderes habrían trascendido a su corta, intensa y hasta olvidada relación laboral con el club blanco. Porque, aunque no sea su etapa profesional más conocida, existió. Antonio García Ferreras (León, 1966) es conocido por el gran público por presentar hoy Al Rojo Vivo como abanderado de La Sexta y por haber sido en el pasado uno de los referentes de la Cadena SER. Sólo sus colegas de gremio y buena parte del madridismo le recuerdan como director de Comunicación y Contenidos del Real Madrid desde septiembre de 2004 a marzo de 2006. De ahí que, mientras unos atan cabos rápidamente invocando incluso a cierto contubernio merengón, a otros -que sólo atienden a su vis política-, les cuesta encajar la hipotética simbiosis aireada.

"La relación con el Madrid, más allá de los vínculos de Antonio como aficionado y apasionado del baloncesto, viene de lejos. Su comunión con Florentino siempre fue extraordinaria", cuentan buenos amigos suyos en la SER que entonces, al frente de la emisora, ya le veían como "un periodista de otro nivel superior" pese a que salió tarifando con algunas de las cabezas pensantes en la sección de deportes. "Estábamos nosotros y luego él, muy por encima". Un amigo común les presentó poco antes de las elecciones del 2000, cinco años después de que Florentino Pérez perdiera sus primeros comicios ante Lorenzo Sanz -con una gran polémica por un posible pucherazo de por medio- y justo después de que el Madrid ganara la Octava en París y de que Djordjevic diera otra liga ante su Barça en el parqué del Palau.

Antonio García Ferreras posa con varios directivos de la Cadena SER.
Antonio García Ferreras posa con varios directivos de la Cadena SER.

El propio Ferreras se lo contó hace poco a De La Morena en directo en Onda Cero: "Nos conocimos de una manera peculiar. Un amigo sabía que soy muy madridista y que estaba preocupado por la decadencia del Madrid y me lo quiso presentar. Al principio dije 'qué pereza'. Fue seis o siete meses antes de que entrara en el club. Me senté con él y con dos o tres personas más y me contó su proyecto. Le dije que me parecía fantástico, modernidad absoluta, y me contó que quería fichar a Figo y a Zidane de una tacada y cómo quería hacerlo, incluso que se iba a jugar parte de su patrimonio; pero le dije que me habían contado que venía a quedarse con el Madrid. Así de claro. Me respondió: 'Te doy mi palabra de que el Madrid siempre será de sus socios'. Y le contesté, 'entonces…'. Y a partir de ahí entablamos una profunda amistad. Soy el que más discute con él. Ha salvado al Madrid de la decadencia, pero es un ser humano. Es muy inteligente, pero acierta y se equivoca".

"La relación con el Madrid, más allá de los vínculos de Antonio como aficionado y apasionado del baloncesto, viene de lejos. Su comunión con Florentino Pérez fue siempre extraordinaria"

Los excompañeros de Ferreras en la SER

Lo suyo fue un flechazo. Sin embargo, Ferreras no se subió al barco del Madrid de primeras, sino en el segundo mandato después tras darle una buena pensada. En su aterrizaje en el Bernabéu, sustituyó a Joaquín Maroto (AS) con el objetivo de reforzar la estrategia iniciada de expansión internacional con la catapulta de los galácticos y, a su vez, como un claro mensaje del Madrid para debilitar a la SER en una época en la que la crítica empezaba a arreciar. El propio Florentino lo dejó caer en una conversación privada del 17 de febrero de 2009 que difundió El Confidencial en 2021: "Mi hombre es el Ferri y me dan unas hostias en el Grupo Prisa... Yo le saco de allí porque ya odia al Grupo Prisa. Y yo me llevo la hostia del Grupo Prisa, también por él. Pero bueno, Ferreras es un gran profesional, sobre todo lo que es es un tío honrado, profesional, bueno, honesto, trata bien a todo el mundo. Estos son unos sectarios de la hostia, los del Grupo Prisa. Bueno, aparte de que los odio, para qué te voy a engañar".

Un apasionado del basket en el fútbol

Si Ferreras se atrevió a dar el paso fue debido a que no pudo contener su pasión madridista y a un jugoso contrato que le situaba en la escala salarial por encima de varios futbolistas. Eso sí, en su cambio de tercio intentó perjudicar lo menos posible a la radio que mamó junto a Iñaki Gabilondo, a la que tenía más cariño que el que argumentó su nuevo jefe: llegó a quedarse unos días más porque le pidieron que "aguantara" al no tener sustituto. Cuando llegó su presentación, estaba radiante: "Hay momentos en los que tienes que cambiar de emociones y proyectos. La oferta llega en el momento personal adecuado. Soy amante del fútbol y del Madrid, tengo una alta valoración del deporte, es como la religión del siglo XXI. El Madrid es de los equipos con mayor talento. Es un club de referencia, siempre observado al máximo y donde los problemas son magnificados", aseguró en una entrevista en La Voz de Galicia.

Sin embargo, lo que tuvo que vivir en la casa blanca no fue precisamente lo soñado. Tras entrar a la entidad al mismo tiempo que Emilio Butragueño (director general deportivo), en ese año y medio que le tocó vivir, el Madrid acabó segundo en ambas Ligas, fue eliminado de Champions en octavos (a manos de la Juve y luego del Arsenal) y se la pegó fulminado en la Copa por Valladolid (octavos) y Zaragoza (semifinales). Más que un gestor de la información le tocó ser un apagafuegos de diversas crisis. A los resultados deportivos se unió el continuo baile de entrenadores posterior a la espantada a las primeras de cambio de Camacho y la llegada, por este orden, de Mariano García Remón, Vanderlei Luxemburgo y López Caro. Además, apareció el fichaje y las continuas lesiones de Woodgate -con brujos incluidos para intentar sanarle-, la frialdad que irradiaba Owen, las salidas de tono de Gravesen, la contratación y descuido de Cassano, los escarceos nocturnos de Robinho y Cicinho y, sobre todo..., la dimisión de su cicerone en Mallorca tras una noche aciaga.

Foto promocional de La Sexta: Galeano, Caparrós, Cristina Villanueva, Andrés Montes, Gordillo y Ferreras.
Foto promocional de La Sexta: Galeano, Caparrós, Cristina Villanueva, Andrés Montes, Gordillo y Ferreras.

Aquel 28 de febrero de 2006 ya sabía que su futuro estaba ligado al de Florentino. Por eso, una vez que el dirigente dimitió, él hizo lo propio. No se sabe si pesó más su lealtad o el hecho de que La Sexta, cadena privada de nueva creación, contaría con él a los mandos. A los dos meses de su salida ya estaba liderando el canal con la vista puesta en el Mundial de Alemania. Aquella omnipresencia en el Madrid le había servido al menos para saciar un ilusión como hincha, para fortalecer su relación con su gran valedor (pese a tener acalorados debates con él por no compartir su admiración por Casillas) y para ganarse para los restos -sin pretenderlo y sin que le moleste demasiado- ese cartel que todavía le acompaña de ideólogo del club en la sombra.

Un protagonismo que no gustaba a otros escuderos cercanos de Florentino. Y una fama de capo que se alimenta día a día, y de la que -para muchos- no se desprenderá mientras se remangue en prime time en su programa matinal con el Caso Negreira, los continuos líos arbitrales o las críticas a Laporta. O mientras mantenga su puesto privilegiado a pie de pista en el Wizink Center -a lo Jack Nicholson-; una atalaya enfrente del palco y del banquillo para ver a su Madrid de basket junto a su pareja -la periodista Ana Pastor-, sus hijos y algún que otro invitado. En el último partido, por ejemplo, tuvo a su izquierda a su amigo, el representante Óscar Ribot.

Ferreras, a la derecha, en el Wizink junto a su familia viendo al Real Madrid de basket.
Ferreras, a la derecha, en el Wizink junto a su familia viendo al Real Madrid de basket.

Especial desde sus inicios

Nada más llegar al club, según las numerosas fuentes consultadas, Ferreras entró con una fuerza contagiosa, casi siempre vestido de negro como Darth Vader (su verdadero ídolo) y con las ideas muy claras: "Acondicionó su despacho como si fuera una mismísima sala de realización. Había teles por todas partes para seguir cada acontecimiento en directo y que no se le escapara nada", reconoce uno de los presentadores que ya no está en la casa. En un principio no siguió en ese sentido las directrices de Florentino, que cuando pisó por primera vez su despacho en el Bernabéu y comprobó al día siguiente que se había filtrado todo lo que había comentado con sus cercanos, no volvió a parecer nunca más por allí ni por Valdebebas porque "las paredes oyen". Prefería reunirse en la intimidad de su oficina en ACS.

"Al llegar acondicionó su despacho como si fuera una mismísima sala de realización. Había teles por todas partes para seguir cada acontecimiento en directo"

Sus colegas en Realmadrid TV

En sus años en el Madrid, la filosofía del comunicador tuvo un impacto decisivo en el primer equipo, al que él hubiera sumado -y mira que lo intentó activamente-, el fichaje de Totti como guinda del pastel. "Él fue quien nos enseñó a ponernos la mano en la boca cuando nos comunicábamos en el campo. Era un perfecto conocedor de todo lo audiovisual, del poder de la imagen, y eso se lo inculcó a la plantilla para que nadie nos pudiera leer los labios", asegura un canterano que alternaba el primer equipo con el filial. "Tenía tal poder, que yo he visto con mis propios ojos cómo el mismísimo Zidane, de jugador, dejaba un entrenamiento a medias por orden suya para ponerse en la banda a dar una entrevista importante a un medio extranjero. Y fue de los primeros a los que vi apretar de lo lindo para sacar la mayor tajada de las entrevistas que el club concedía a los medios. Decía, 'la tendrás única y exclusivamente si va en la portada de tu periódico...", reconoce un cámara con los que colaboraba codo a codo.

Cada paso que daba debía desembocar en la mejora del equipo y tener su incidencia en el césped. Un rol que entendía y defendía con la misma concentración de un delantero. Álvaro Velasco, extrabajador de Realmadrid.com que ahora es guionista y creador del podcast Paquetes, lo enfatiza con alguna que otra anécdota que recuerda con su humor de siempre: "Entonces ya vestía de traje negro, pero aún solía ir a menudo con camisa blanca. Y algunas veces se ponía la camiseta del Madrid debajo. Se sentía uno más de la plantilla. Cuando más noté el poder de comunicación que tenía y su capacidad de influencia fue en una eliminatoria de Copa. El Madrid perdió 6-1 en La Romareda y necesitaba una proeza en la vuelta para remontar. Entonces fue cuando se inventó lo de El espíritu de Juanito. Increíble. Era muy inteligente e intuitivo. Llamó a todas las redacciones, marcó el paso, logró que todo el mundo hablara de eso y creyera, y hasta llenó el Bernabéu. El Madrid ganó 4-0 y casi remonta. Le encantaba manejar los hilos sin que nadie supiera que era él. No sé si ahora la tele le ha cambiado algo…".

"Con lo del 'Espíritu de Juanito' vi su poder. Llamó a todas las redacciones, marcó el paso, logró que todo el mundo creyera, y hasta llenó el estadio"

Álvaro Velasco Trabajador de Realmadrid.com esos años

Los compañeros, en general, le recuerdan como uno de los suyos. "Ferreras era un hombre peculiar, con mucho carisma. Tanto, que era el único trabajador de todo el club al que Florentino iba a visitar a su despacho. Seguro que aún le consulta todo porque entonces ya lo hacía. Estaba siempre en la redacción, muchas veces le veías con los pies encima de la mesa, dejando claro quién mandaba, y tenía un trato directo con todo el mundo. Conocía absolutamente a todos. Y confiaba. Muchos de sus alumnos en la Universidad Rey Juan Carlos de Fuenlabrada acabaron trabajando con él. Recuerdo ahí a Carlota Reig, Miguel Cuesta… Varios fueron luego a La Sexta".

Dani Asenjo, el especialista de la cantera en esa época, lo confirma: "Era un gran motivador. Nos reunía y daba charlas. Como si fuera un entrenador. Se llevaba bien con todos, porque era de los que pisaba la redacción de verdad. Aportó mucho en la tele después de haberla puesto en marcha Javier Ares y luego pasar por ella Nacho Aranda. Contó con todos los recursos económicos que quiso. Siempre tuvo el apoyo del club y del presidente para lo que proponía. Fue la etapa de mayor gasto. Estábamos en todos lados, con el Castilla, en las galas del Balón de Oro, a veces íbamos dos equipos en vez de uno a la Champions. Una etapa muy bonita. Y con humildad. Siempre estaba en segundo plano y no se metía en el trabajo de nadie. Respetaba mucho". En esos meses patentó un estilo íntimo y particular de entrevistas en directo a las estrellas del primer equipo que luego tuvieron su continuidad. Parecía El Loco de la colina.

Ferreras entrevista a Robinho en 2005 en un programa de Realmadrid TV.
Ferreras entrevista a Robinho en 2005 en un programa de Realmadrid TV.

Asenjo, que ya no está en la entidad y fue despedido después de media vida de servicio, recuerda, por encima de todo, el hambre que contagiaba: "Siempre nos decía, 'quiero ver todas las noticias del Madrid en nuestros medios y no en AS y Marca'. Repetía una y otra vez: 'Estamos dentro, tenemos acceso a todo lo que pasa y a todos los protagonistas, llamad a quien haga falta de mi parte. Tenéis mi permiso. Y si no lo cogen, insistid. Tenemos que ser los primeros en informar y ser una referencia. Los medios tienen que enterarse de todo lo que pasa aquí a través de Realmadrid TV y no al revés como sucede ahora mismo". Ya ven, su lema "Más periodismo", con el que hoy despide los programas, viene de lejos y no es nuevo.

"Era un gran motivador. Nos reunía y daba charlas. Como si fuera un entrenador. Siempre nos decía, 'quiero ver todas las noticias del Madrid en nuestros medios y no en AS y Marca"

Dani Asenjo Extrabajador de Realmadrid TV

Otros currantes prefieren pronunciarse off the record, para que los jefes actuales no vean fantasmas y piensen que los elogios a uno son críticas a otros. Destacan su dedicación ("echaba más horas que un reloj"), tacto ("no siempre nos trataron así") y vehemencia ("ahí se empezaron a hacer ya buenos vídeos recopilatorios con los errores de algunos árbitros..."). Y hasta enseñan alguno de los SMS rutinarios que Ferreras les enviaba: "Cuando te escribía, siempre era con textos muy emocionales que solían acabar con un 'fuerza y honor', muy a lo 'Gladiator'. Su salida fue mala a nivel informativo. Nos daba mucha libertad. Y se preocupaba por la situación laboral de los trabajadores. Nos cuidaba sin darse ninguna importancia. En los viajes jamás llevaba ropa con el escudo del Madrid que le distinguiera de los demás como se hace ahora".

Con los camaradas de la profesión también era muy atento. Los fotógrafos son los que le recuerdan con más cariño -pese a que a veces daba la barrila para que no le sacaran desfavorecido en ninguna imagen- porque esta profesión es uno de sus grandes hobbies. De hecho, al basket siempre acude con su cámara digital en la mano y no para de retratar a la tropa de Llull. "En los viajes, cuando los periodistas viajábamos con el equipo, solía sumarse a las cenas. Y en la mayoría, se levantaba a mitad de la misma porque le sonaba el teléfono con la llamada de algún político. Recuerdo ver una vez en pantalla el nombre de Zapatero...", resalta uno de los fotoperiodistas más veteranos que siguen en la trinchera. "Tenía una capacidad increíble para estar en todo, estaba informado de lo que se publicaba en cualquier formato. Y siempre cogía el teléfono. En eso era muy Florentino. Luego, evidentemente, no le contaba lo mismo a todos. Aunque lo suyo era tratar más con los jefes, siempre te atendía fueras quien fueras", recalca otra periodista con más de 25 años de carrera a sus espaldas.

Un adelantado a su tiempo

Esta visión de la prensa hacia su persona no sólo era en España. Siempre estaba encima de Fréderic Hermel (L'Equipe), Filippo Ricci (La Gazzetta) y el resto de corresponsales internacionales para que no les faltara de nada. Otro de ellos, Sid Lowe, periodista de The Guardian que pasó por La Sexta y era habitual en Realmadrid TV, alaba su trato: "Coincidí poco con él, ésa es la verdad, pero era súper majo. Y cuando necesitabas su apoyo, ahí lo tenías. Tenía encanto y mucha mano con la gente. Fue uno de los grandes impulsores de la televisión del club en inglés. Ahí teníamos mucha libertad para opinar. A veces pienso que porque no nos controlaban tanto. Trajeron a gente muy buena. Yo iba de invitado y siempre estuve a gusto. Decía lo que quería y no recibía toques ni nada de eso en un club en el que tanto se mira eso".

"Coincidí poco con él, pero era súper majo. Y cuando necesitabas su apoyo, ahí lo tenías. Tenía encanto y mucha mano con la gente"

Sid Lowe Corresponsal inglés en España de 'The Guardian'

Cuidaba tanto la exposición del Madrid en el extranjero que fue de los responsables de comunicación más abiertos que ha habido en esta era moderna. Si hoy sus homólogos suelen poner trabas para crear contenido, él apostaba por abrir el vestuario al mundo. Bajo su mandato, sacar a un futbolista de la Ciudad Deportiva para ser fotografiado (incluso de Las Rozas, donde el Madrid se entrenó al principio de su etapa hasta tener listo Valdebebas) era algo muy normal. De hecho, varias redactoras entre las que estaban Eva Turégano (ex A3, ahora en LaLiga) o Carmen Colino (AS) realizaron espectaculares reportajes a los galácticos (Figo, Raúl, Ronaldo...) para medios japoneses con los que a veces colaboraban.

Pese a la buena relación cara a cara, a Ferreras tampoco le faltaba mala uva. Hasta el punto de que llegó a crear una sección en 2005 dentro de la web del club, con infografías incluidas, titulada Los fichajes de la Prensa. Ahí apuntaba contrataciones que decían los medios que iba a realizar el Real Madrid. En el desglose venía el nombre del futbolista en cuestión, su posición pintada en un campo interactivo e incluso el medio que había lanzado el objetivo. Era su forma de denunciar los inventos de algunos plumillas y la realidad de que, aunque en el Madrid querían estar todos, no había hueco para cada uno de ellos. En el listado aparecen jugadores que no vistieron de blanco como Buffon (Marca), Perea (Marca), Terry (Telemadrid), Rio Ferdinand (Sport), Mascherano (AS), Luque (SER), Henry (Cope)..., pero también otros que sí lo hicieron como Ramos y Baptista (Marca), Robinho, Diogo y Pablo García (AS)...

Llegó a crear una sección en la web del club, con infografías incluidas, para ir apuntando los fichajes que decía la prensa que iba a realizar el Real Madrid

Sólo un mes después de que Florentino se echara a un lado, Ferreras cogió las riendas de La Sexta el 11 de abril de 2006 pese a que los presidentes interinos que se quedaron en el club hasta las nuevas elecciones, Fernando Martín y Luis Gómez-Montejano, querían contar con él. Eso sí, sin que hubiera la afinidad que se respiraba hasta la fecha. Para todos fue un mazazo su salida porque era un todoterreno que abarcaba muchas áreas. Desde entonces, la dirección tuvo que dar varios bandazos para cubrir, entre varios de sus hombres más formados, el importante hueco que dejaba.

Una baja considerable

Un ejemplo define el circo que hubo que montar para poder repartir las funciones que Ferreras aglutinaba como la 'Santísima Trinidad': dircom, nexo entre el vestuario y la directiva y asesor. Nada más llegar Ramón Calderón, y tras el breve periodo de Carlos Fernández Conde a los mandos de la comunicación en esa etapa de entreguerras, nombró a Enrique Beotas y lo echó antes de su debut fruto de la tensión acumulada. Sus pecados fueron alardear de su cargo antes de oficializarse, por decir que dejó de ir al Bernabéu "porque Miguel Muñoz le aburría" o que para ejercer su trabajo "no hacía falta conocer a los jugadores". Además, en junio de 2007, el cargo de director de comunicación y coordinación con los medios lo ocupó Fernando Nadal (llegó de Endesa) y dimitió dos meses después. El Madrid fichó como adjunto también a Luis Villarejo, director de deportes en EFE, que se mantuvo un par de años pese a su polivalencia, y el presidente echó mano a su vez de David Jiménez en comunicación corporativa. Por allí pasó Miguel Ángel Arroyo, que era director general de Presidencia y se desdobló. Y hasta al malogrado Gaspart Rosety lo tuvieron haciendo de todo, cuando su máxima ilusión era consolidar un nuevo proyecto radiofónico. Aquello pareció por momentos 'El camarote de los Hermanos Max' en ese intento de inventar nombres y cargos para tapar entre muchos el gran vacío de uno. 

Según el trabajo universitario realizado en su día por Gaspar Díez (hoy jefe de deportes de Europa Press) en la revista de investigación Signum, titulado Evolución del modelo comunicacional del Real Madrid, Ferreras había dejado huella al renovar Realmadrid TV, con su rediseño interactivo y de la web para dar cobertura a 14 idiomas, al catapultar la revista oficial y ampliar las publicaciones de Hala Madrid, Grada Blanca, Revista Fundación, Revista Veteranos, Boletín de Socios, y por lanzar documentales divulgativos como El nacimiento de una pasión y Siempre Real y el primer largometraje (Real, la película): "Su estrategia se fundamentaba en reconducir la relación mediática de la entidad con sus socios y su objetivo se enfocó en que los medios propios se consolidaran como referentes".

A pesar de que no era tan conocido como ahora cuidaba mucho su imagen y no le gustaba ser reconocido porque había sido amenazado

Los datos, según este exhaustivo dossier, le avalan: "Real Madrid TV se convirtió en 2006 en el segundo canal deportivo más visto en España, después de Eurosport, con cerca de 800.000 espectadores, lo que le sirvió, además, para situarse entre los diez canales temáticos más vistos ese año. Durante su gestión, Realmadrid.com consiguió situarse como la web más visitada de todos los clubes españoles y la segunda del mundo, sólo superada por la del Liverpool. En febrero de 2006, el sitio web corporativo pasó de un millón de usuarios únicos a superar los cinco millones, lo que representó un crecimiento del 322%. Los aficionados madridistas se descargaban, en esas fechas, 40 millones de páginas".

Ya entonces no se sabía si Ferreras era un periodista político al que le apasionaba el deporte o un periodista deportivo que vibraba con la política. Aun hoy, persiste esa duda. Y tiene fundamento. "A veces quedábamos a comer y siempre aparecía con un gorro calado, muy tapado y como de incógnito", recuerda una periodista que hizo carrera en la televisión y que le conoció con detalle. "Un día le pregunté por qué hacía eso, ya que no era tan, tan, tan conocido como ahora, y entonces nos contó que había sido amenazado varias veces". Aunque ahora parezca ciencia ficción, en aquellos años de plomo España aún convivía con los últimos coletazos de ETA.

Ferreras, en 'Al Rojo vivo' junto a Pablo Iglesias y Albert Rivera.
Ferreras, en 'Al Rojo vivo' junto a Pablo Iglesias y Albert Rivera.

Si algo destacan los que le conocen bien, es que nunca rehúye la batalla y le ponen los desafíos. Uno de los más importantes, y que sirvió para cambiar la historia del Madrid, fue su papel como intermediario para articular el regreso de Florentino Pérez en su segunda y gloriosa etapa regada de Champions. Según confirman varios testigos a Relevo, "sus negociaciones con Borja Prado, amigo del rey emérito, y Vicente Boluda, fueron determinantes para convencer a todos de que había que dar el paso". Y, sobre todo, que nadie rompiera el precontrato que había con Cristiano Ronaldo por el mero hecho de que lo hubiese firmado Ramón Calderón o de que hubiera directivos, como Eduardo Fernández de Blas, que lo vieran demasiado caro.

Se veía con tal fuerza que, tras su salida, supo coordinar cada unos de sus persuasivos movimientos para tener todo bajo control y ser querido en todas partes. Compensó al Madrid cuando se llevó con él al director de contenidos multimedia César González Antón para elevarle como jefe de informativos y luego también de deportes. Y él mismo fue decisivo para recomendar a Florentino, entre otras muchas contrataciones, la apuesta por el actual director de comunicación del club, Antonio Galeano (exjefe de deportes en La Sexta), así como para que su canal apostara por Josep Pedrerol con la misión de que extrapolara a Jugones el exitoso modelo televisivo implantado en Intereconomía y Mega. Un líder de audiencias, Pedrerol, que siempre fue del gusto de la casa blanca, sobre todo desde que en su día sustituyó con su programa Club de Fútbol en TVE a El Rondo, la tertulia que Florentino detestaba. Según otros audios publicados por El Confidencial,  el dirigente llegó a ser así de contundente con su interlocutor: "No te preocupes, El Rondo no existirá más, nunca más; va a ser un programa madridista de Ferreras, vamos".

Fuera o no así, se reconozca o se disimule, sea casualidad o un deseo, la realidad es que los caminos de Ferreras y el Real Madrid no se han separado nunca. Por eso, cuando Cristiano fue presentado en un Bernabéu a reventar, el día en el que Mourinho enumeró los agravios arbitrales en una sala de prensa o la noche en la que el presidente del Real Madrid oficializó en El Chiringuito su ambicioso plan con la Superliga -por poner sólo unos ejemplos que siguen ampliándose-, en todas las redacciones volvió a escucharse la misma suspicacia de siempre: "Esto es cosa de Ferreras".