Ni una decisión de Alberola Rojas que acaba con conspiraciones evita que el Espanyol salga del pozo de toda... Europa

El Espanyol se quedó con la miel en los labios de Donosti y cayó derrotado por primera vez en el año 2025 tras la histórica y polémica victoria contra el Real Madrid del pasado fin de semana. Pese a ello, el conjunto de Manolo González, que demostró que es capaz de competir en cualquier campo, se mantiene fuera de las posiciones de descenso una semana más.

La cosa empezó verdaderamente mal para los pericos, que a los 40 segundos encajaron el 1-0 por parte de Sheraldo Becker, tras un desafortunado resbalón de Lele Cabrera, improvisado lateral zurdo por las bajas de Brian Olivan y Carlos Romero, sancionado tras la quinta amarilla que vio por la polémica entrada a Mbappé del pasado fin de semana. El jugador neerlandés se aprovechó del traspié del charrúa y fusiló a Joan García.

Si el Espanyol sobrevivió fue gracias a Joan García, que sostuvo a los suyos con una milagrosa intervención a disparo de Luka Susic. Sucedió inmediatamente después del tanto local, con los visitantes todavía en shock, que el futbolista austriaco se fue de medio equipo rival y se plantó enfrente del guardameta de Sallent con todo a favor. Pero en el mano a mano, el portero perico le negó con el pie el tanto, que habría sido uno de los golazos de la temporada. Fue una de las paradas del año.

Se repusieron los blanquiazules, que mantuvieron su plan de partido, y encontraron el gol en su primer y único disparo a puerta en todo el encuentro. El 1-1 fue obra del pichichi Javi Puado en un lanzamiento desde los once metros tras una discutida decisión del colegiado Alberola Rojas.

El árbitro del encuentro no dudó en señalar penalti en una plancha de Nayef Aguerd sobre el propio Puado, cuando este trataba de golpear al balón. Tan claro fue el contacto como poco habitual que se penalice dentro del área una acción de este tipo.

Al tratarse de una jugada de interpretación, el VAR no entró. La decisión de Alberola Rojas, además, acabó con las conspiraciones sobre posibles represalias al Espanyol tras la polémica suscitada por la entrada de Carlos Romero y todo el ruido generado en los últimos días alrededor de la acción.

Con el 1-1, se metió de lleno el conjunto blanquiazul en el encuentro y maniató a una Real Sociedad que dominó, pero no encontraba la manera de hacer daño a su rival. Hasta que apareció Brais Méndez, en los últimos instantes de partido, y echó abajo el numantino trabajo defensivo de los visitantes con un sutil toque por encima de Joan García.

"Tiene un punto de falta de contundencia y de mala suerte porque le queda ahí muerta. Después, es una gran definición", analizó un Manolo González sobre el tanto decisivo de una derrota que convierte al Espanyol en el peor visitante de LaLiga y de las cinco grandes ligas europeas, conjuntamente con Bochum y Saint-Éttiene.

Ninguno de los tres equipos ha ganado fuera de casa y apenas han sumado dos puntos en lo que va de curso. Pese a ello, el técnico gallego cree que el Espanyol está más cerca que nunca de vencer a domicilio. "Tenemos que comenzar a sacar puntos fuera de casa. Si no podemos ganar, hay que tratar de empatar. Creo que podríamos haber sumado. Cuando encajamos en el primer minuto podría haber sido una hecatombe, pero nos rehicimos. Creo que la imagen mostrada hoy no tiene nada que ver con la de la primera vuelta, en campos como Bilbao o Girona", lo cerró el entrenador perico, con un mensaje relativamente optimista tras la derrota en San Sebastián.